Wilson Audio Alexia
Fecha 25 Enero 2014 Autor Juan Tags Wilson Audio

Excelencia auténtica, sin paliativos

 

En un mercado tan dado a la exageración interesada y a la fanfarria como es el del audio High End, pocas marcas pueden ser más intachables a la hora de presentar sus credenciales que Wilson Audio. “Excelencia Auténtica”, así reza el lema de la firma de Utah  (EE.UU.). Dos palabras que en este caso no son en absoluto pretenciosas porque reflejan una filosofía que se ha respetado desde el primer día y desde el primer producto. Para la ya legendaria compañía fundada por David –Dave- Wilson, conceptos como gama media, compromiso y, por supuesto, mediocridad, están a años luz de su ADN, lo que no significa que sólo fabrique diseños para millonarios. Sucede simplemente que la excelencia auténtica, de verdad, con mayúsculas, tiene un precio, pero la recompensa es generosa: tecnología punta, servicio fastuoso, fiabilidad extrema y pleno disfrute –en la mayoría de casos con redescubrimiento de muchas piezas musicales incluido- de nuestra música favorita (también bandas sonoras en el caso de los cinéfilos).

Por otro lado, el carácter eminentemente artesanal con producción individualizada de Wilson Audio lleva ya muchos años cogido de la mano de su opuesto exacto: un increíble grado de especialización en ámbitos como la investigación en materiales para conseguir paneles absolutamente neutros, el diseño de filtros o incluso el establecimiento de especificaciones muy estrictas para los fabricantes a los que se confían los críticos transductores.

Todo ello pasa por el potente filtro de exhaustivas sesiones de escuchas llevadas a cabo por el propio David Wilson, responsable último de que un diseño concreto vea o no la luz. A partir de ahí, la aplicación de cada innovación clave –por lo general obtenida durante la puesta a punto de realizaciones de elite- a los diferentes estratos de modelos, que en Wilson Audio siempre se sitúan en el ámbito de las referencias absolutas, permite dotar a los diseños de la firma estadounidense de una personalidad sonora inconfundible. En realidad, que el inspirado fundador y todavía incansable “alma mater” de una marca que se ha convertido en todo un referente siga estando al pie del cañón refinando y re-refinando productos aparentemente muy depurados y, en paralelo, definiendo la línea a seguir por otros de ultimísima generación, nos dice muchas cosas. Y así llegamos a la protagonista de estas líneas, una preciosa caja acústica llamada Alexia que en la última edición del prestigioso certamen High End de Munich impresionó por su dinámica “de directo” y, por supuesto, la calidez y precisión de su sonido.

 

 

Cuerpo de Sasha W/P, alma de Alexandria XLF

 

El relativamente comedido aspecto de la nueva Wilson cuando nos la muestran en fotografía es altamente engañoso porque cuando pasamos al mundo real nos encontramos con una columna de diseño vanguardista que posee unas dimensiones ya respetables que cabría situar entre las de la “compacta” Sasha W/P y las de la imponente MAXX Series 3. Aún así, en lo conceptual la Alexia presenta muchas similitudes con los imponentes buques insignia de Wilson Audio puesto que no en vano la reflexión que la hizo posible fue la posibilidad de concebir un sistema de altavoces con la asombrosa capacidad de ajuste fino de la respuesta en fase (es decir lo que se conoce como comportamiento en el dominio del tiempo, léase la gestión de los tiempos de llegada a los oídos del oyente de las señales emitidas por los diferentes altavoces) de las XLF (actual no va más de Wilson Audio, creada para afinar aún más la respuesta en graves de X-2 Alexandria Series 2) y la geometría de las Sasha W/P. Y así tenemos una pantalla muy versátil en términos de ubicación que combina una sofisticada estructura modular con avances muy relevantes en materia de transductores, materiales del recinto y, evidentemente, en la crítica circuitería de filtrado (sin duda el secreto mejor guardado de Wilson Audio por el papel clave que desempeña en la musicalidad de sus diseños).
Sobra decir que la decisión de poner a punto una plataforma totalmente modular partiendo de un recinto tan compacto introdujo complicaciones adicionales que se resolvieron incluyendo el sistema de soporte del módulo del tweeter y el pertinente ajuste del retardo de propagación en el interior de la estructura del módulo de medios. De este modo, la Alexia incorpora una versión compacta de la misma lente acústica –la conocida como tecnología de retardo de grupo asférico- que equipó por vez primera la X-2 Alexandria original y que en la nueva Wilson Audio se materializa en una combinación –en el sistema de módulos de agudos/medios- de una punta cautiva y otras tres de diferentes longitudes que a su vez descansa sobre un bloque de alineamiento de diez pasos idéntico al empleado en el modelo MAXX, pudiendo la totalidad del conjunto puede desplazarse hacia delante/detrás con un total de ocho posibles posiciones de ajuste.
 
 
Por su parte, el tweeter también se puede desplazar con respecto al módulo de medios y, en consecuencia, la totalidad de la caja acústica mediante un complejo elemento transversal de aluminio fresado que convierte al módulo de agudos en una extensión física del de medios, con lo que ello comporta tanto en términos de extensión de la escena sonora y control de las resonancias (al incrementar la rigidez del conjunto).
En lo que a configuración electroacústica se refiere, la Alexia es un sistema de 3 vías/4 altavoces que incorpora woofers de nuevo desarrollo montados en un recinto cuyo volumen es un 18% superior al de la Sasha, a los que se suman un altavoz de medios idéntico al de la antes mencionada Alexandria XLF montado en un recinto con paneles fabricados en una innovadora combinación de los exclusivos materiales “S” y “X” (un prodigio de neutralidad tímbrica y rigidez estructural para cuya puesta a punto se han mezclado cuidadosamente materiales naturales y sintéticos) de Wilson Audio y uno de los depurados tweeters “Convergent Sinergy” (también idéntico al de la XLF). En definitiva, estamos –guardando las debidas distancias- ante una versión “de bolsillo” y muy versátil –se integra fácilmente en salas de dimensiones intermedias- de la XLF, con todo lo que ello implica en términos de traslación a un segmento de precio más “abordable” –entendiendo que estamos en el elitista universo de las referencias absolutas- de unas opciones de ajuste fino del sonido en términos tanto tímbricos como espaciales propias de lo que ahora mismo es el no va más en ingeniería electroacústica al servicio de la reproducción musical a tamaño real en el hogar.  La construcción y los acabados, simplemente perfectos… no nos cabe la menor duda de que a suizos, alemanes, británicos o japoneses les resultaría muy difícil superarlo.
 
 
 
 

Dinámica y precisión de directo en estado puro

 

Pero si el “cuerpo” de la Alexia fascina por su modernidad y refinamiento, el “alma” la ubica definitivamente en la galaxia de los muy escogidos productos que  se sitúan más allá del bien y del mal. Con una electrónica de ataque y control firmada por D’Agostino, en concreto un par de etapas de potencia monofónicas y el opulento –y novísimo- preamplificador de línea Momentum, y dos espléndidas fuentes digitales niponas (Esoteric K-01 para contenidos en soporte físicos y Marantz NA-11S1 para contenidos procedentes de un Apple Mac Book Pro) las Alexia literalmente “vuelan”, exhibiendo una pegada que podría asociarse tranquilamente con una caja el doble de grande. De hecho, las formidables grabaciones de música clásica contemporánea –interpretadas por formaciones orquestales estadounidenses de primerísimo nivel- grabadas por el mismísimo Director de Exportación de Wilson Audio son reproducidas con una dinámica que corta la respiración.

Y no exageramos: la sensación de directo era tal –gracias a unos contrastes dinámicos espectaculares- que a veces daba la sensación de que las Alexia se iban a desintegrar. Sin embargo, el control de tal vitalidad era férreo, la precisión tímbrica apabullante –nada nuevo en Wilson Audio- y la linealidad de la curva de respuesta en frecuencia subjetiva, inapelable.Todo ello, y también como siempre, con una calidez y una dulzura que invitan a más y más música sea cual sea el soporte utilizado para escucharla. Y un detalle clave: la capacidad de ajuste fino de los bloques móviles, de adaptación al milímetro de la caja a las características de la sala y la ubicación del oyente hacen de la Alexia una caja acústica única –nos atreveríamos a decir revolucionaria- dentro de su categoría que sin lugar a dudas nos permiten afirmar que quien se haga con ella podrá tener la certeza absoluta de que está disfrutando a escala pero en toda su integridad “conceptual” del potencial del no va más de una marca que a su vez es el no va más en materia de cajas acústicas.

 

En síntesis, un auténtico –por el combinado único de fuerza y elegancia que ofrece al amante del sonido realmente exigente- Ferrari (o Lamborghini, o Aston Martin, como gusten) de la reproducción musical… en todos los aspectos. De acuerdo, hay modelos superiores pero su alma forma parte inequívoca de la leyenda de Wilson Audio y eso es exactamente lo que logra transmitir su sonido. No está mal, la verdad. Nada mal. Más info>>