Historia NITTY GRITTY
Adorado por unos (a decir verdad, en la actualidad por casi todos aquellos que lo mantienen o lo han integrado en sus equipos de reproducción musical), odiado por otros, el disco de vinilo es un soporte que en plena era digital está, más que nunca, acompañado por un montón de connotaciones románticas, emocionales, tanto por lo que concierne a las sensaciones que provoca (recuerdos, la contemplación de las portadas, la liturgia asociada a la ceremonia de ponerlo a sonar) como a la indiscutible calidad, para muchos puristas aún no superada, de su sonido.
Una aseveración a la que habría que añadir la siguiente, por fundamental, coletilla: “Siempre y cuando el plato y la cápsula estén debidamente ajustados, la electrónica de tratamiento de señal –el previo o circuitería de fono- esté a la altura y el disco esté en perfectas condiciones de revista”. Porque no hay que olvidar que la calidad física de los discos de vinilo puede variar muchísimo pese a que en la actualidad está mucho más cuidada que cuando el LP era el soporte rey para escuchar música en el hogar.
A ello hay que añadir el trato que muchos aficionados dispensan a un formato que, justo es reconocerlo, es particularmente tosco y por tanto propenso a ver mermadas sus facultades a la que entren en juego elementos como el polvo, la suciedad o las huellas dactilares.
La razón dicta que en lo que respecta a los discos, lo mejor es no aplicar nada, no untar nada… en resumen, no tocar nada so pena de producir deterioros de superficie más o menos difíciles de suprimir.
Pero una cosa es la teoría y otra la práctica, el mundo real, por lo que si nuestros discos están sucios, polvorientos o incluso atacados por humedades u hongos, lo mejor es recurrir a los servicios de una máquina de limpieza seriamente diseñada.
Y ahí es donde encuentra su razón de ser Nitty Gritty, una veteranísima firma californiana miembro de primera hora del equipo de Sarte Audio Elite que lleva varias décadas consagrada al diseño y la fabricación de originales y asequibles máquinas destinadas a limpiar discos de vinilo.
La realidad que subyace en la filosofía de Nitty Gritty es que todos aquellos aficionados a la música que de verdad valoran su colección de LP’s saben que éstos necesitan estar en perfectas condiciones de mantenimiento para sonar al máximo de sus posibilidades y, a la vez, preservar la calidad de sus frágiles superficies internas inclinadas.
Llegados a este punto, es importante saber que las máquinas de limpieza de discos de vinilo se basan en distintas teorías y principios de funcionamiento, lo que no impide que todas ellas tengan un punto en común: no limpian por completo todos los materiales que contaminan los surcos del disco, dejando películas de suciedad, grasa, residuos, micropartículas de polvo, electricidad estática y hebras de fila de carbono, a la vez que forman nuevos compuestos contaminantes que acostumbran a quedar incrustados en dichos surcos.
Estos nuevos contaminantes impiden que los aficionados puedan oír toda la música contenida en el disco (independientemente de cuál sea la calidad del sistema de reproducción) y provocan un desgaste prematuro tanto del mismo como de la aguja de lectura.
Todo esto lleva a una reflexión muy clara: no es nada fácil diseñar un producto que pueda llevar a cabo con éxito la totalidad de procesos requeridos para devolver a un disco de vinilo su lustre inicial.
Es ahí donde Nitty Gritty aporta su elemento diferenciador ya que los vinilos tratados con sus diseños –desde el más sencillo hasta el más elaborado- reproducen toda la música contenida en sus surcos sin las interferencias y las coloraciones provocadas por los productos susceptibles de contaminarlos.
En realidad, las mejoras aportadas en términos de sonido por las máquinas de la firma estadounidense son tales que pueden compararse perfectamente con las proporcionadas por el cambio de uno de los componentes del equipo utilizado.
El primer paso del proceso de limpieza realizado por una máquina limpiadiscos de Nitty Gritty es restregar el vinilo con un fluido de limpieza especial, para lo que la marca californiana comercializa dos opciones: en primer lugar está el Pure 2, un limpiador de alta potencia capaz de penetrar los residuos o las capas de grasa más testarudos que contiene un desengrasante, un detergente neutro y un tratamiento para superficies.
Con 6 partes de componentes sólidos por millón de componentes sólidos disueltos, el Pure 2 está virtualmente libre de residuos. Por su parte, el Pure 1 se recomienda para la limpieza de discos de 78 RPM ya que no contiene alcohol. De ambos líquidos hay que destacar además que en su composición se utilizan única y exclusivamente productos químicos totalmente biodegradables.
El siguiente elemento clave de las máquinas limpiadiscos de Nitty Gritty es el cepillo VAC-SWEEP, formado por miles de fibras microscópicas que frotan suavemente los surcos de los vinilos y a la vez permiten no sólo hacer un uso lo más eficiente posible de los líquidos Pure 1 y 2 sino también proteger –gracias a su suavidad- los discos de la abrasión.
El segundo proceso de las máquinas limpiadoras de Nitty Gritty es limpiar el disco tratado, lo que se lleva a cabo con una máquina de aspirado desarrollada por la marca cuyo elemento tecnológico más relevante es el denominado “hemicylindrical lip interface” o “interfaz de labios semicilíndricos”.
La particular configuración empleada por este dispositivo, con el motor de succión (de grado industrial) acoplado directamente a los “labios”, permite minimizar el contacto con el disco, así como maximizar la velocidad del aire utilizando el denominado “Efecto Venturi”.
Durante la limpieza, el disco descansa sobre una plataforma giratoria que ha sido diseñada para eliminar cualquier contacto con los surcos del mismo, evitando de este modo la recontaminación de la cara ya limpiada mientras se limpia la segunda.
Tres son los niveles de actuación que permiten los modelos que configuran la actual gama de máquinas limpiadiscos de Nitty Gritty: manual, automático y limpieza simultánea de las dos caras, siendo las opciones disponibles son el 1.0 y el Record Master 1 para el primer caso, el 1.5 y el 1.5 Fi MKII para el segundo caso y el Mini Pro para el tercer caso. La firma estadounidense comercializa también un fluido especial para la limpieza de CD y DVD: el Pure CD.