TRANSROTOR
Al igual que quienes hacemos posible el día a día de Sarte Audio Elite, el veterano e infatigable Joche Räke es un entusiasta confeso de su trabajo, un trabajo movido por la pasión a todos los niveles… el respeto a los matices de cada grabación en vinilo, el dominio de la tecnología más avanzada, la creencia en la componente artesanal del factor humano y, en lo más alto de todo, su amor por la música.
Transrotor Alto TDM
La materialización de esta pasión vital se llama Transrotor, una compañía que ha conseguido convertir a sus diseños en auténticos objetos de deseo para los puristas de la reproducción musical “analógica” de todo el mundo como consecuencia de una concepción en la que la belleza plástica, a menudo con un comedido toque lujoso muy a la manera “germánica”, está siempre al servicio de unos criterios técnicos que buscan conseguir la estabilidad perfecta en la rotación del disco y la total inmunidad frente a todo tipo de posibles interferencias externas (mecánicas, acústicas).
Concebidos y construidos sin ningún tipo de compromiso, los modelos de esta muy audiófila y perfeccionista empresa alemana en la que la calidad de los materiales y la fabricación artesanal asistida por las más avanzadas herramientas de mecanización adquieren el rango de dogma permiten explorar los surcos de los discos de los discos de vinilo con una capacidad de análisis y un sentido del equilibrio difíciles de superar.
Otra constante de Transrotor es el empleo de brazos de lectura construidos a medida –siguiendo estrictas especificaciones dictadas por la firma alemana- por fabricantes de renombre mundial, aunque todos los modelos están disponibles sin brazo. Todo ello se apoya en una sofisticación conceptual en la que se ha tenido en cuenta la influencia de los aparentemente más insignificantes elementos mecánicos con el fin de garantizar una rotación absolutamente estable y la total inmunidad frente a los efectos de vibraciones tanto de origen mecánico como acústico.
En los modelos de más alto nivel de Transrotor, integrados por méritos propios en la elite mundial del permanentemente revitalizado universo de los lectores de vinilos, encontramos un diseño que combina magistralmente elementos clásicos con la vanguardia más radical y, por encima de todo, ese sentido de la exclusividad y la opulencia (palancas de puesta en marcha como si de un avión se tratara, cromados ultraseductores) que caracteriza a los productos de auténtica referencia que han sido pensados para ofrecer unas prestaciones irreprochables durante décadas.
Por otro lado, Transrotor ha sido pionera en el uso de técnicas muy avanzadas para situarse un nivel por encima de sus competidores. Es el caso de la compleja suspensión cardánica y, sobre todo, del fascinante sistema de tracción magnética libre “Free Magnetic Drive”, basado en el mismo esquema de levitación que utilizan los trenes de última generación y que incorporan los modelos Leonardo 40/60 TMD, Crescendo Nero/Bianco, Fat Bob Reference 80 TMD, Apollon TMD, Rondino Bianco/Nero, Orion Reference FMD, Tourbillon FMD y Artus TMD.
De hecho, la materialización suprema de la filosofía de Transrotor la tenemos en el monumental, espectacular y exclusivísimo Artus, sin lugar a dudas uno de los mejores giradiscos jamás creados y una auténtica obra maestra de la ingeniería mecánica que eleva a un nivel superior el concepto mismo de Alta Fidelidad en la reproducción de la música grabada como consecuencia de su increíble capacidad para desvelar las microinformaciones “escondidas” en los surcos de los discos de vinilo.
Dark Star
Zet1
Pero la esencia de Transrotor también la podemos encontrar en sus modelos más “sencillos”, entendidos siempre en el sentido de que la gama de la firma alemana comienza donde acaba la de sus competidores. Se trata de productos robustos, imponentes e irreprochablemente ejecutados en los que la sofisticada tracción magnética de sus hermanos mayores es reemplazada por su más tradicional homóloga por correa.
Son los modelos ZET 1, ZET 3, Fat Bob S y Dark Star/Dark Star Reference, máquinas fantásticas que reflejan el espíritu de una compañía de dimensión humana que sin embargo no contempla otra opción que no sea la búsqueda continua de la excelencia. Como ejemplo icónico de esta manera de hacer las cosas podríamos poner el mencionado Dark Star, un producto con una estética innovadora y clásica a la vez terminado en un elegante color negro y equipado de serie con un brazo de lectura unipivot especialmente diseñado para optimizar sus prestaciones.
Entre sus características técnicas más relevantes habría que señalar el uso, en el plato giradiscos propiamente dicho, de un revestimiento en un material absorbente de última generación llamado POM (en concreto, se trata de un compuesto especial de carbono y material acrílico) que combina unas propiedades excepcionales en términos de amortiguamiento con una presencia física muy atractiva. Por otro lado, la combinación de los 60 mm de grosor del plato con los 30 mm de grosor de la base dota al Dark Star de una inercia física idónea para que la lectura de discos de vinilo se lleve a cabo con la máxima precisión sin interferencias externas.
Asimismo, tanto el motor, que se ubica en un bloque independiente, como el eje de rotación son los mismos que los utilizados en los modelos ZET, a la vez que la totalidad del conjunto puede nivelarse fácilmente actuando sobre tres pies de grandes dimensiones que permiten realizar ajustes extremadamente finos. Asimismo, y en consonancia con la filosofía de Transrotor, el Dark Star puede ser convertido, mediante la adición de una segunda base, en el Dark Star Reference, a la vez que admite también brazos de 9” de otros fabricantes. Asimismo, la adición de la fuente de alimentación externa opcional Konstant M1 de la propia Transrotor permite incrementar todavía más la precisión del proceso de lectura.