Pocos fabricantes han conseguido representar durante casi tres décadas la exclusividad en audio High End como la firma estadounidense Wilson Audio.
Radicada en el estado de Utah, junto a las Montañas Rocosas, y asociada desde siempre a la elite de Sarte Audio, Wilson Audio fue fundada por David Wilson, un fanático de la música y la mecánica de alta precisión que quiso aportar su visión de la perfección a la reproducción de la música.
La historia de la compañía se remonta a 1985, año en que vio la luz el primer monitor compacto WATT, una caja acústica que enseguida se hizo célebre por la extraordinaria precisión tímbrica y espacial de su restitución y que en combinación con el subwoofer que se construyó especialmente para ella, el Puppy, dio lugar a uno de los sistemas de altavoces más apreciados por melómanos, audiófilos e ingenieros de grabación de todo el mundo hasta el punto de convertirse –gracias a sucesivas mejoras y actualizaciones- en el producto de su clase y precio más vendido desde que la reproducción sonora de alta calidad existe como tal.
Las excepcionales cualidades aportadas por el sistema WATT/Puppy hicieron que incluso los más importantes estudios de doblaje optaran por Wilson Audio, como lo avala el hecho de que las bandas sonoras de películas tan célebres como “Bailando con Lobos”, “Ghost”, “Pretty Woman”, “El Cabo del Miedo”, “La Lista de Schindler”, “Jurassic Park”, “Drácula”, “Apolo 13”, “Misión Imposible”, “Titanic”, “Salvad al Soldado Ryan”, “El Mundo Perdido”, “El Sexto Sentido”, “Toy Story 2”, “La Guerra de las Galaxias: Episodio I” o “Límite Vertical” fuesen grabadas, mezcladas o compuestas con ayuda de monitores de la firma estadounidense, lo que demuestra la extraordinaria polivalencia de los mismos y, por tanto, su validez para satisfacer las más exigentes aplicaciones en Alta Fidelidad estereofónica y multicanal y Cine en Casa.
En consonancia con su búsqueda incesante de la verdad sonora, Wilson Audio mejoró el conjunto WATT/Puppy hasta llegar a la octava versión del mismo, que bautizó con el nombre “System 8”.
La idea central que hay detrás de este sensacional y fabulosamente refinado sistema de altavoces es que nada influye tanto en las prestaciones de una caja acústica como el material con que ha sido construido su recinto. De ahí que la firma estadounidense invirtiera grandes cantidades de tiempo y dinero en el desarrollo de recintos acústicos que se aproximen a ese límite teórico que es la total ausencia de interacción de los mismos con los altavoces en ellos montados, lo que permite disfrutar de un sonido sin la más mínima coloración.
Así, el recinto de la WATT “8” utilizaba una estructura multicapa prensada rellena de epoxy que en su momento representaba el no va más de Wilson Audio en el campo de la investigación de nuevos materiales.