Tecnología de vanguardia para honrar a un virtuoso de la música
La Liszt es una verdadera revelación. Un poco como el descubrimiento del inmenso talento para la música de uno de los pianistas más brillantes de la historia y con toda seguridad el técnicamente más dotado de su época: Franz Liszt.
Columna estilizadísima, de diseño marcadamente clásico, aunque con el justo punto de modernidad, la Liszt, encuadrada en la Serie Imperial de Vienna Acoustics, sorprende por su capacidad para crear escenas sonoras adaptadas a cada espacio mediante el ajuste de su cabezal de medios/agudos giratorio, sin olvidar la dulzura tímbrica y la capacidad dinámica habituales en la marca austriaca.
Precisión tímbrica y precisión espacial cogidas de la mano
Tres son básicamente los elementos que, en la proporción adecuada, definen una caja acústica realmente bien diseñada: precisión tonal o tímbrica, capacidad dinámica y presentación espacial.
Dicho con otras palabras, naturalidad en la reproducción de las diferentes frecuencias y sus armónicos, capacidad para reproducir la “caña” o “pegada” asociada a cada tipo de música, y habilidad para que todo ello acontezca el espacio de un modo lo más similar posible a la realidad. De estos tres parámetros, hay uno que no depende al cien por cien de la caja acústica, sino que está íntimamente relacionado con las dimensiones y características del lugar donde tiene lugar la escucha: la presentación espacial, que a su vez implica la capacidad para “manejar” las tres dimensiones del espacio –anchura, altura y profundidad- con el fin de construir lo que se conoce como “escena sonora”.
Hay varios niveles de exigencia en este sentido, pero, por lo menos a nivel de Alta Fidelidad digna de tal nombre, el punto de partida es conseguir que el oyente tenga la sensación de que el sonido “llena” de forma perfectamente uniforme la escena frontal, es decir, el espacio que hay entre las dos cajas acústicas. Además, que lo haga de tal modo que la posición de las diferentes voces e instrumentos pueda identificarse perfectamente.
Llegados a este punto, varias son las estrategias para conseguir la anhelada “escena sonora”, que nosotros casi rebautizaríamos como “escena sonora creíble”: jugar con la posición de las cajas o, en caso de que los condicionantes físicos de la sala lo impidan, disponer de algún elemento de ajuste en las propias cajas. Todo ello en el bien entendido de que nuestro espacio de escucha no tiene por qué ser necesariamente una sala dedicada y, por lo tanto, diseñada para que la componente espacial del sonido se reproduzca de una manera calculada –vía diseño acústico, por ejemplo- de antemano.
Pese a la realidad que acabamos de describir, son muy pocas las cajas acústicas equipadas con ajustes destinados a mejorar la presentación espacial de la música. Una de ellas es la austriaca Vienna Acoustics Liszt, que hereda de sus hermanas mayores, los sensacionales modelos de la exclusiva gama Klimt, uno de los esquemas más efectivos del momento para personalizar la componente espacial de su sonido. La Liszt es una esbelta caja acústica de altas prestaciones con la que Vienna Acoustics quiere demostrar una vez más su dominio de la técnica y su faceta artesanal en el diseño y fabricación de sistemas de altavoces capaces de transmitir el espíritu de la música. Honrando las palabras del legendario pianista Franz Liszt “La música es el corazón de la vida”, estamos ante una sofisticada columna de tres vías equipada con una versión mejorada del exclusivo transductor con tecnología “Flat-Spider-Cone” coincidente, utilizado por vez primera en la gama de referencia de la marca, la antes mencionada Klimt.
En concreto, se trata de un dispositivo montado en su propio recinto bass-reflex giratorio que es soportado por un generoso recinto de graves equipado con tres de los característicos woofers con tecnología “Spider-Cone” de la compañía vienesa. En el caso del altavoz montado en el recinto superior, se trata de un diseño de 150 mm de diámetro resultado de varios años de refinamiento continuado que posee, gracias a su baja masa y a su extraordinaria rigidez, la capacidad de realizar un movimiento pistónico muy cercano al ideal teórico. Perfectamente emparejado con el citado altavoz con cono plano, que se encarga de reproducir los medios, y situado en su centro de emisión acústica, se encuentra un tweeter de cúpula de seda puesto a punto por Vienna Acoustics y fabricado, siguiendo sus estrictas especificaciones, por el reputado especialista Scan Speak.
El uso de un sofisticado mecanismo de giro construido en aluminio de alta precisión permite orientar el recinto superior de la Liszt para que el usuario logre una escena sonora que se adapte a las características de su sala de escucha y/o a la disposición de las Vienna Acoustics en la misma. En este sentido, es importante destacar que la configuración utilizada en el bloque superior difiere de la empleada en los modelos Klimt, al incorporar un puerto reflex de última generación que permite a la Liszt alcanzar unos registros extraordinarios en materia de dinámica y resolución. Sobra decir que el recinto de graves está desacoplado mecánicamente del “Music Center”, a la vez que está dotado de una sofisticada estructura de refuerzos (siete en total) y dividido en otros dos recintos sintonizados individualmente, uno de los cuales alberga un woofer y el segundo los otros dos, con el fin de asegurar unos graves rápidos y precisos por un lado y, por otro, una transición perfecta al altavoz de medios. La configuración electroacústica que acabamos de describir es gestionada por un filtro divisor de frecuencias ejecutado en su totalidad con componentes de grado audiófilo de alta calidad, siendo igualmente destacable que la totalidad del conjunto ha sido fabricado completamente a mano.
En lo que concierne a datos técnicos puros y duros, señalaremos que la respuesta en frecuencia de la Liszt abarca desde 28 hasta 25.000 Hz, la impedancia nominal es de 4 ohmios, la impedancia mínima 3’1 ohmios, la sensibilidad 91 dB y la potencia del amplificador asociado entre 50 y 400 vatios continuos. Esto significa que estamos ante un sistema de altavoces idóneo para sonorizar salas de dimensiones respetables, es decir, del orden de 30-40 metros cuadrados, a partir de electrónicas no necesariamente críticas en materia de capacidad de entrega de corriente.
Un sonido limpio y preciso fácilmente personalizable en lo espacial
Pese a las especificaciones en materia de potencia de ataque que acabamos de indicar, hemos decidido probar las Liszt con el soberbio integrado F-03A de la japonesa Esoteric, cuyos “modestos” 30 vatios continuos en Clase A pura por canal sobre 8 ohmios nos tienen literalmente abducidos. En lo que respecta a la fuente, hemos recurrido al lujoso “streamer” N-05 de la propia Esoteric (un prodigio de neutralidad y resolución), mientras que para las conexiones hemos optado por los efectivos diseños Transparent Super de 5ª generación.
Como resulta fácil imaginar, los resultados proporcionados por la combinación apuntada son sencillamente apabullantes como consecuencia de su verismo tonal y espacial. Las Liszt, con su especial configuración de altavoces y el estudiado perfil de su recinto acústico, bordan tanto las líneas melódicas de un cuarteto de cuerda como los contrastes dinámicos de las piezas para piano firmadas por el genial músico al que deben su nombre, sin, por supuesto, dejar de lado la grandiosidad de una sinfonía de Beethoven o Mahler o la vitalidad del atemporal “The Dark Side of The Moon” de Pink Floyd. Unas cualidades consolidadas con aplomo por el inmenso F-03A, que consigue sacar el máximo partido de las posibilidades de las Liszt en materia de expresión dinámica y por tanto reforzar, con la impagable ayuda del práctico sistema de ajuste del módulo superior, la sensación de “tridimensionalización” asociada al espacio sonoro que se forma delante del oyente, haciendo de este modo que la escucha en la intimidad se acerque un poco más a esa reproducción a escala 1:1 del acontecimiento original que constituye el Santo Grial de la Alta Fidelidad.
¿Dónde puedo escucharlas?
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BILBAO --> Supersonido
VALENCIA --> Sarte