Desde su fundación en 1983, la italiana Sonus Faber, cuya traducción es “Artesano del Sonido”, aunque también “Sonido Hecho a Mano”, se ha distinguido por aplicar una política que en el ámbito práctico se podría resumir diciendo que cualquier producto que vea la luz siempre tiene que aportar algo con respecto a su predecesor. Una operativa que además se materializa en modelos individuales y en gamas formadas por múltiples referencias. Es el caso de la icónica “colección” Sonetto, convertida por derecho propio en la puerta de entrada de la compañía de Arcugnano en el audio High End y plasmada en una serie de realizaciones que encarnan espléndidamente la idea de audio de excepción asequible en sonido estereofónico y multicanal.

Renovada en profundidad a mediados de 2024 y con sus componentes rebautizados con un elocuente G2, alias “Generación 2”, la serie en cuestión tiene en la columna Sonetto V G2 una de sus creaciones más representativas, al incorporar elementos de diseño acústico y electroacústico utilizados por vez primera en el monumental, y al alcance de muy pocos, conjunto Suprema. Una singularidad que la ha hecho merecedora de uno de los respetados Premios EISA entregados este año, en concreto a la “Mejor Caja Acústica de Suelo 2025-2026”, y cuya elección ha sido celebrada por el jurado de la “European Expert Imaging and Sound Association”, la organización que los otorga, en estos términos: “Fusionando artesanía italiana e ingeniería acústica, la segunda generación de la Sonetto V aprovecha la tecnología del buque insignia de Sonus Faber, el fabuloso sistema Suprema, incluyendo el distintivo altavoz de medios Camelia y la revolucionaria cámara interna de corcho.

El tamaño moderado del recinto, combinado con un aspecto elegante y unos exquisitos acabados en madera, permiten que esta caja acústica de suelo de tres vías realce el interior de cualquier sala de estar. Las prestaciones sonoras son igual de deslumbrantes, cumpliendo todos los requisitos sea cual sea el género musical que se les confíe. Su excelente escena sonora, sus graves precisos y poderosos y sus deliciosos agudos hacen de la Sonetto V G2 una caja acústica para disfrutar, lista para que el usuario se relaje y escuche sus canciones favoritas durante horas y horas. ¡Una obra de arte!”
Filtro divisor de frecuencias y ajuste a oído: la clave de la “firma” sonora en cajas
Hemos comentado varias veces la importancia crucial del filtro divisor de frecuencias, conocido en lenguaje coloquial como filtro, a la hora de definir la personalidad o “firma” sonora de un sistema de altavoces ya sea de nivel básico o de élite. También hemos explicado que la necesidad de esta circuitería tiene que ver con una realidad relacionada con la vertiente más “práctica” de la tecnología del audio: la virtual imposibilidad de disponer de un altavoz/transductor que reproduzca con la máxima fidelidad toda la gama de frecuencia audibles y el consiguiente uso de varios altavoces especializados en la reproducción de partes concretas.

De ahí la existencia de cajas acústicas de 2, 2’5, 3, 3’5, 4, 4’5 o más vías, pudiendo ser además cada una de estas últimas confiada a más de un transductor. Dejando de lado la parte técnica, de diseño circuital, que en cierto modo está estandarizada, y sabiendo que los elementos encargados de restituir el sonido en sí son los altavoces, más de uno preguntará como se consigue que una configuración de aquéllos montada en un determinado recinto exhiba una calidez, un realismo superior a otra incluso idéntica desde el punto de vista formal.

Pues bien: con el afinado a conciencia del filtro, por cuanto es en última instancia el subsistema responsable de “enlazar” o “integrar” los transductores de nuestra caja acústica para que constituyan un todo sin fisuras. De ahí que los fabricantes más implicados con el “ethos” audiófilo dediquen mucho tiempo y recursos a modificar la composición de circuiterías que pueden ser muy elaboradas y caras, sustituyendo sobre la marcha, (es decir, en el transcurso de pruebas de escucha) tal o cual condensador, resistencia, bobina o cable hasta dar con la combinación que proporciona el sonido buscado.
Sonetto V G2: ingeniería del sistema Suprema para una musicalidad superior
Desde un punto de vista genérico, hay que insistir en que la gama Sonetto G2 brilla en primer lugar por la singularidad de su concepción, sobre todo en la ingeniería de los transductores empleados. Así, cada altavoz de la gama está fabricado a medida para ella, sobresaliendo el uso, por vez primera, de tecnologías acústicas desarrolladas para el mencionado superconjunto “Fuera de Parámetros” Suprema. Concentrándonos ya en la protagonista de este Blog, la Sonetto V G2, hay que apuntar por encima de todo su condición de puerta de entrada en la élite de la familia a la que pertenece.

En la práctica, tenemos una distinguida columna que refleja con maestría el compromiso de sus creadores con la artesanía italiana y el progreso en audio al máximo nivel, utilizando para ello una configuración bass-reflex (con puerto de emisión inferior) de 3 vías y 4 altavoces, estos últimos desglosados en un tweeter de cúpula de seda de 28 mm de diámetro con la reputada tecnología DAD (“Damped Apex Dome”), un altavoz de medios Camelia de 165 mm (agrupados en el bloque “Voz de Sonus Faber”) y dos woofers con cono de estructura sándwich de pasta de papel de 165 mm. De los tres últimos transductores hay que señalar que su suspensión periférica exhibe un patrón floral único que no sólo añade elegancia visual, sino que contribuye a reducir interferencias e incrementar el rango de linealidad.

En cuanto al Camelia, está importado del citado Suprema y entre sus particularidades habría que apuntar la cámara hermética de corcho que lo alberga y un modificador de dispersión de aluminio, con la finalidad de suavizar la curva de respuesta frecuencia y la claridad global en el eje de simetría y fuera del mismo. Muy significativa, por su carácter innovador, es la cámara mencionada, cuya forma orgánica y desprovista de paredes regulares permite asegurar un flujo de ondas sonoras sin fisuras a fin de controlar la propagación y las resonancias del sonido.

La combinación de altavoces que acabamos de reseñar es gestionada por un sofisticado filtro divisor de frecuencias basado en las circuiterías híbridas IFF y Paracross Topology exclusivas de Sonus Faber, al tiempo que en el ámbito acústico hay que señalar el clásico perfil en forma de laúd construido con paneles de madera de alta calidad de la firma transalpina, una elegante base de hormigón y una nueva cubierta redonda que protege los terminales de conexión (diseñados para el bicableado). De la citada base hay que subrayar que complementa el puerto bass-reflex de emisión inferior del compartimento de graves, una solución que proporciona una gran flexibilidad de ubicación.
Un sonido hedonista y espacioso que invita a disfrutar de la música
Probamos las Sonetto V G2 en compañía de un amplificador integrado estereofónico con streamer incorporado RS520 de HiFi Rose, un preamplificador de fono Musical Fidelity M8x Vinyl y un giradiscos EAT F-Dur con cápsula de bobina móvil Ortofon MC Quintet Black, encargándose de las diferentes uniones Pro-Ject en fono y Transparent Plus de 6ª Generación el resto.

Llama la atención la fuerza de las voces, con una sensación de “estar ahí” que no deja indiferente a nadie y que, en nuestra opinión, se debe en gran medida al refinamiento del altavoz de medios Camelia y la neutralidad tonal extra aportada por el recinto de corcho en el que está instalado, sumándose a ello la perfecta integración del transductor en cuestión con el tweeter, en una disposición convertida ya en un clásico de la empresa de Arcugnano. Por su parte, las octavas inferiores son transcritas con una autoridad soberbia, siendo las correspondientes al otro extremo del espectro un dechado de transparencia. ¿El resultado? Naturalidad y poderío en grado sumo que cautivan en el contexto de una escena sonora de un realismo brutal.