
¿Un reproductor de discos compactos de referencia en plena era del streaming “Hi-Res”? Hay argumentos que lo justifican sobradamente, siendo el primero de ellos los miles de millones de álbumes editados en dicho soporte que circulan a lo largo y ancho del planeta. Más potente es el segundo argumento: la increíble resiliencia, léase la capacidad del decano (1983 en Europa) de los formatos de audio digital para afrontar la adversidad, demostrando que todavía tiene mucho que decir en términos de resolución, dinámica, precisión tonal y transparencia; en suma, de musicalidad.
Cierto que estamos hablando de unas especificaciones, minuciosamente documentadas en el célebre “Red Book”, que ahora mismo se sitúan en el punto de partida del audio digital en alta resolución al uso. Sin embargo, los progresos continuados en bloques y servosistemas de lectura, fuentes de alimentación, esquemas de conversión D/A, filtros y etapas de salida, amén de en un amplísimo número de componentes, tanto activos como pasivos, han sido capaces de aportar diferencias en lo verdaderamente importante. Rotel, uno de los adalides del audio High End tradicionalista hasta el tuétano, es muy consciente de esta realidad, y con el protagonista el presente Blog, el flamante Q5 de su actualizada y celebrada serie de referencia Michi, demuestra las sorprendes posibilidades de un estándar que muchos daban ya por desfasado/superado, cuando no directamente finiquitado.
Michi: llevando el “Concepto de Diseño Equilibrado” al High End con mayúsculas
Cada vez que analizamos una creación firmada por Rotel es poco menos que obligatorio recordar esa especie de “precepto sagrado” que es el Concepto de Diseño Equilibrado (“Balanced Design Concept”) definido por la firma nipona en estos términos: “Una disciplinada síntesis de física, electrónica e ingeniería mecánica guiada por dos firmes creencias: en primer lugar, un gran sonido no debe ser necesariamente el más caro; en segundo lugar, no debe enfatizarse ningún aspecto de diseño individual en ninguna parte del producto a costa de unas menores prestaciones globales.
El Concepto de Diseño Equilibrado gira alrededor de tres áreas: selección de los componentes, topología de los circuitos y evaluación crítica. Estos aspectos influyen significativamente en la calidad sonora final e ilustran la filosofía con la que Rotel afronta el desarrollo de un producto.” En la práctica, esto significa que el presupuesto disponible se invierte allí donde aportará realmente a la musicalidad, sin que ello implique dejar en un segundo plano la estética o la usabilidad. ¿El resultado? Musicalidad y fiabilidad a precio razonable, cualidades que en términos comerciales implican algo tan atractivo y demandado como es una relación calidad/precio excepcional.
La cuadratura del círculo es trasladar esta filosofía al ámbito del High End genuino, un desafío que Rotel ya plasmó hace poco menos que una generación (¡tres buenas décadas!) en su celebradísima Serie Michi, una propuesta que hace unos pocos años se reinventó por completo en la forma una cuidada colección de fantásticas realizaciones que configuran la actual gama Michi: los amplificadores integrados estereofónicos con DAC X5 Series 2 y 3 Series 2, los preamplificadores estereofónicos P5 Series 2 y P5, la etapa de potencia estereofónica S5 y la etapa de potencia monofónica M5. Una distinguida selección que se acaba de ampliar con la adición de una fuente digital “clásica” de muy altos vuelos que protagoniza el presente Blog.
Michi Q5: perfeccionismo supremo para mayor gloria del disco compacto de audio
Definido por sus creadores con el eufemismo de “Mecánica de Transporte con DAC”, eufemismo que pretende subrayar a relevancia de la funcionalidad DAC que incorpora, el Michi Q5 es un reproductor de CD de referencia que combina tecnología de vanguardia con una ejecución física superior acorde con la “familia” a la que pertenece. Monta un mecanismo de transporte de carga superior de fibra de carbono y aluminio mecanizado por CNC (máquina herramienta gobernada por control numérico computerizado) que garantiza su durabilidad a largo plazo, sumándose a ello un aspecto aristocrático y moderno a partes iguales. Del citado mecanismo hay que destacar que está ubicado sobre un conjunto que flota sobre muelles, a la manera de la platina de un giradiscos, con el objetivo de reducir las vibraciones no deseadas y aislar físicamente el motor de la delicada electrónica que lo gobierna.
Esta arquitectura no sólo incrementa el atractivo estético del aparato, sino que proporciona una plataforma estable y precisa para la lectura de discos compactos. En el corazón de esta magnífica fuente de audio encontramos, entre otros, un convertidor D/A de 8 canales ESS ES9028PRO, ampliamente celebrado por la excepcionalidad de su sonido, que realiza la crítica conversión de digital a analógico dedicando cuatro canales a la señal de audio izquierda y otros tantos a su homóloga derecha, con el objetivo de extraer los microdetalles contenidos en la música y restituirlos con un nivel de precisión todavía mayor minimizando el ruido de fondo. Por otro lado, el uso, en la sección analógica, de una topología completamente balanceada y diferencial hasta las salidas XLR y RCA asegura un sonido cristalino con una distorsión mínima. La forma de onda contenida en los discos compactos está igualmente disponible a través de conectores coaxiales y ópticos (TosLink), permitiendo de este modo al Michi Q5 convertirse en una mecánica de transporte CD dedicada.
Dos transformadores toroidales construidos por Rotel en sus propias instalaciones aíslan las líneas de alimentación correspondientes a los subsistemas digitales y analógicos, disminuyendo perceptiblemente el ruido y las interferencias. Asimismo, se dispone de una extensa gama de entradas de audio adicionales, entre ellas una PC-USB de 32 bits/384 kHz con soporte para MQA y DSD256 y entradas coaxiales y ópticas que admiten flujos digitales de 24 bits/192 kHz procedentes de un amplio espectro de fuentes digitales, con el añadido de la muy respetada homologación Roon Tested. En el ámbito visual, hay que decir que el panel frontal exhibe el distinguido sentido del orden que caracteriza a los Rotel Michi, estando equipado con una pantalla TFT a todo color que muestra las carátulas de los álbumes de los CD’s y mejora la experiencia de escucha con un atractivo visual extra. Gracias al mando a distancia Michi y la presencia de puertos RS232 y Ethernet es posible una integración perfecta con los sistemas de domótica más populares vía control robusto e intuitivo, a fin de que el usuario pueda gestionar su equipo de Alta Fidelidad con una facilidad extrema.
Un sonido prodigioso que fusiona lo mejor de los mundos digital y analógico
Probamos el Michi Q5 en compañía de un amplificador integrado estereofónico con DAC Michi X5 Series 2 y una pareja de cajas acústicas de suelo Wharfedale Elysian 4, todo ello cableado con Transparent Super Generation 6ª. De nuestro flamante reproductor digital seduce poderosamente la sensación de exclusividad que desprende la combinación formada por el bloque lector central superior y el esquema de suspensión que lo soporta, “pack” que recuerda de inmediato a no pocos giradiscos High End.
Una configuración que se traduce en un sonido de una honestidad ejemplar en el que confluyen calidez marcadamente analógica, léase sin aristas ni excesos “quirúrgicos”, dinámica enérgica pero controlada y una escena sonora que recuerda a la de un buen espacio para conciertos en vivo y no a un estudio de grabación. Esta percepción se ve reforzada por unos graves cuya profundidad recuerda sin ninguna duda a la de los lectores de vinilos de referencia, mientras que la minuciosa estructuración de las voces y el carácter rico y fluido de la zona alta se encargan del resto. Precioso hasta el punto de enamorar de inmediato, el Michi Q5 es, a la vista de las prestaciones objetivas y subjetivas que aporta, un auténtico regalo para quienes suspiran por el último grito en reproducción de discos compactos… y además por un precio difícil de batir.