
La nueva declinación del legendario giradiscos Debut, de nombre Debut Carbon EVO, deslumbra por la maestría con la que los ingenieros de Project Audio Systems han aplicado su inamovible teoría del control de las resonancias al Debut Carbon, un producto que ellos mismos consideraban, en el contexto de la categoría a la que pertenece, “un giradiscos perfecto”.
Un paso por otro lado lógico en una marca que no deja de mejorar sus procesos de producción ni de investigar en nuevos materiales, pero que con el Debut Carbon EVO llega a su máxima expresión, al tratarse de un diseño pensado para llegar a un público lo más amplio posible. El resultado es un producto “fácil” en todos los sentidos, cuyo sonido casi descoloca por su precisión tonal, su empuje dinámico y la generosidad de su presentación espacial. Unas virtudes que se complementan con la elegancia innata del minimalismo formal, la fiabilidad inherente a una fabricación de alto nivel íntegramente a mano en Europa y, por supuesto, un precio imbatible.
Un viaje que empezó en 1998
Conocer la historia que hay detrás del Debut Carbon EVO supone en cierto modo adentrarse en las esencias de Pro-Ject, en las motivaciones de las personas que hicieron posible una marca cuyos inicios (1991) fueron como mínimo audaces, si no directamente temerarios, al apostar por el disco de vinilo en un momento en que el CD estaba barriendo literalmente del mercado al más veterano de los soportes analógicos para sonido de alta calidad. Tales personas fueron el fundador de la empresa, Heinz Lichtenegger, y el que en su momento era el importador de sus productos para el Reino Unido, Laurence Armstrong, quienes en 1998 decidieron sentarse para discutir sobre la posibilidad de crear un giradiscos capaz de poner el disco de vinilo al alcance de los aficionados más jóvenes y, por lo tanto, con un precio en consonancia.
Pero no se trataba de poner a punto un giradiscos asequible, sino uno que, pese a su asequibilidad, reflejara fielmente las esencias del pensamiento audiófilo y tuviera en la obtención de una calidad sonora lo más elevada posible su razón de ser. Tales esencias se podrían resumir en los puntos siguientes: control de las resonancias, uso de materiales de alta calidad, diseño elegante y fabricación de alto nivel en Europa. Así nació el Debut, que a lo largo de más de 20 años de presencia en el mercado y diferentes evoluciones suma casi 1 millón de unidades vendidas. La última de dichas evoluciones, el Debut Carbon ya incorporaba, en línea con la filosofía de Pro-Ject, elementos de ingeniería habituales en modelos superiores de la marca. Con el Debut Carbon EVO, la firma austriaca rompe de nuevo su propio récord al incluir cambios precisos que realzan aún más su musicalidad.
Una obsesión permanente por el control de las resonancias
¿Por qué el control de las resonancias? ¿Y por qué las resonancias? Muy fácil: las resonancias son las vibraciones “naturales” de los materiales y como tales son susceptibles de interferir, en el caso de un giradiscos, en un proceso tan sensible a las influencias externas como es la lectura de un disco de vinilo. En consecuencia, basta con reflexionar un poco y determinar qué elementos de un giradiscos pueden vibrar, y resulta de lo más fácil llegar a la conclusión de que la lista es larga: el plato, el brazo, la base o plinto, el motor o la correa de tracción, por citar los más significativos de dichos elementos.
Y hemos hablado de los elementos “internos”, porque luego hay que considerar uno de tipo externo que si no se trata debidamente puede arruinarlo todo: el desacoplo, la “desconexión” en el sentido mecánico y acústico del término, del entorno que rodea a nuestro giradiscos, caso de las vibraciones de las cajas acústicas susceptibles bien de transmitirse por vía sólida bien por vía acústica.
Resumiendo: cada una de las vibraciones mencionadas puede aportar –para mal- su granito de arena al sonido, por lo que sobra decir que sumadas en su conjunto el desastre (las famosas coloraciones) puede ser sideral. Pues bien: el punto de partida innegociable de todos y cada uno de los giradiscos fabricados por Pro-Ject es el control, idealmente la supresión al 100%, de dichas resonancias, aplicando astucias de ingeniería y materiales acordes con el nivel del producto final.
Doble mérito, pues, si esta estrategia logra aplicarse con éxito a modelos en los que el factor precio es innegociable, lo que nos lleva directamente al protagonista del presente Blog.
Debut Carbon EVO: mejoras clave que marcan la diferencia
La más reciente declinación del concepto de giradiscos Debut definido en 1998 viene a ser el paso “lógico” con respecto a la versión del mismo existente hasta ahora. Y se ha hecho aplicando -muy importante: sin tocar el precio- la filosofía antes descrita en la forma de refinamientos técnicos que llevan un poco más allá ese control de las resonancias consustancial a Pro-Ject. Esto significa que el Debut Carbon EVO toma la plataforma Debut Carbon y la mejora con refinamientos muy calculados, siendo el primero de los mismos una nueva suspensión del motor que contribuye a eliminar todavía más el ruido no deseado generado por el mismo e incrementar de este modo la resolución y la gama dinámica. La segunda mejora clave introducida en el nuevo Debut es un anillo de elastómero termoplástico (TPE, un material profusamente utilizado en, por ejemplo, las diferentes versiones del icónico The Classic) de generoso grosor en el interior del plato, que permite reducir de manera sustancial las resonancias como consecuencia de su elevada capacidad de absorción.
Del Debut Carbon EVO hay que destacar también que incorpora un control electrónico de velocidad -33, 45 y 78 rpm, seleccionable desde un conmutador elegantemente oculto en la cara inferior del chasis, que garantiza una estabilidad de rotación comparable a la de giradiscos mucho más caros. Otra de las novedades más significativas del EVO es la sustitución de los cuatro pies de plástico no amortiguado del modelo precedente por tres de aluminio con amortiguamiento interno de elastómero, ajustables en altura, para desacoplar el conjunto de potenciales vibraciones externas.
Como comentábamos al principio, el Debut Carbon EVO mantiene el grueso de las innovadoras soluciones de ingeniería que tanto éxito proporcionaron al Debut Carbon, caso del brazo de lectura de fibra de carbono de 8’6” de una sola pieza, el plato de acero de 1’7 kilos de peso, la correa de tracción de alta precisión, los conectores RCA bañados en oro, la cápsula fonocaptora de imán móvil Ortofon 2M Red preajustada en fábrica, el cable de conexión de topología semibalanceada y varios acabados “premium” a los que se acaban de añadir varios colores en versión satén. En definitiva, lo que nos ofrece el Debut Carbon EVO es una mejora sin paliativos de ese giradiscos “casi perfecto” –a su nivel de precio- que ha sido el Debut Carbon, una mejora que se plasma en un sonido más fluido, neutro, dinámico y con una resolución apabullante.
¿Es posible conseguir más por este precio?
Probamos una de las primeras unidades del Debut Carbon EVO que han llegado a nuestras instalaciones en compañía de otro producto que acaba de salir del horno, el amplificador integrado estereofónico Marantz PM6007, y una pareja de cajas acústicas EVO 4.3 de la británica Wharfedale, todo ello interconectado por In-Akustik.
Los primeros acordes dejan bien patente, con el impagable apoyo de la excelente sección de fono del PM6007, que el “superDebut” aporta mejoras sonoras sustanciales al sonido por la simple y llana razón de que asciende un poco más en el “ecosistema” de Pro-Ject, léase aportando un nivel de control superior en elementos susceptibles de mejora, como por ejemplo, por evidente, los pies que soportan el conjunto. En consecuencia, se ha logrado reducir el nivel de ruido de fondo y por tanto incrementar la gama dinámica. La pegada de los graves es más definida, los agudos ganan tanto en resolución como, sobre todo, en calidez, y, la cuadratura del círculo, la presentación global de la música (de todo tipo) es más espaciosa y está mejor definida. Un logro absolutamente prodigioso para un giradiscos de apenas 500 euros fabricado íntegramente a mano en Europa utilizando materiales de alta calidad.