
Un lector de vinilos sublime
Creado especialmente para celebrar el 25º aniversario de Pro-Ject, el The Classic es un producto que resume a la perfección la filosofía que ha permitido al fabricante austriaco convertirse en el número uno mundial en giradiscos.
Con un aspecto que hace honor a su nombre, el The Classic incorpora una serie de innovaciones fundamentales en el plato, el chasis, el control de las resonancias y el brazo, que reflejan los progresos de Pro-Ject para ofrecer lectores de vinilo con unas prestaciones increíbles a un precio imbatible. Un producto inteligente y elegante que nos ha cautivado por su magnífica interpretación del concepto de High End asequible, genuino ADN de Pro-Ject.
25 años de obsesión por minimizar las resonancias
¿Otro giradiscos de Pro-Ject? ¡Pues sí… y los que vendrán! Quizá antes de analizar con detalle uno de los lectores de vinilos más bonitos jamás fabricados por la marca austriaca, habría que hacer un inciso –no todo el mundo celebra sus bodas de plata estando en lo más alto- para entender algunas de las claves de su éxito.
Un éxito que lo encontramos en la especial idiosincrasia de Heinz Lichtenegger, fundador y presidente de la marca y ahora mismo una de las personas más influyentes en el mercado del audio High End, como consecuencia de la revolución que llevó a cabo para poner productos musicales, bien hechos –y además en Europa- y asequibles al alcance del máximo número de consumidores. Fundada en 1991, Pro-Ject tuvo su origen en el carácter eminentemente comercial y, a la vez, audiófilo-melómano, de su creador, que antes de poner en marcha su proyecto empresarial utilizó la licencia comercial de la gasolinera de su madre para vender allí nada menos que giradiscos: fueron, en un lapso de tiempo relativamente corto, 50 unidades del entonces icónico 166 MK 2 de Thorens en un pueblo de 2.000 habitantes. A partir de ahí, se sumaron modelos de otras marcas de gran prestigio en aquella época –Heybrook, Ariston, Linn- hasta tomar la decisión de crear algo nuevo: así nació Pro-Ject Audio Systems. Veinticinco años después, esta imaginativa compañía no sólo comercializa la gama de giradiscos más extensa del mercado, sino que es el número uno indiscutido en unidades vendidas.
Hasta cierto punto podría parecer lógico que para celebrar un hito tan significativo el equipo de ingenieros de la marca decidiera crear un giradiscos “fuera de parámetros”, de referencia absoluta si quieren. Pero la línea de pensamiento que ha inspirado el día a día de Pro-Ject sugiere que todavía sería más lógico poner a punto un producto que expresara la verdadera filosofía de la marca: la democratización del High End, tanto en términos de concepto, es decir, diseño y tecnología, como de resultado final, o sea musicalidad, fiabilidad y facilidad de uso. El The Classic nace partiendo de estas premisas, a la vez que se inspira en el celebrado modelo Debut de la propia Pro-Ject y su concepto de giradiscos “plug & play”, todo ello con el fin de obtener un sonido de calidad todavía mayor mediante la incorporación de mejoras cuidadosamente estudiadas en un diseño que hace un guiño a los grandes referentes de la era dorada del vinilo.
Como en todo giradiscos firmado por Pro-Ject, el hilo conductor con todo lo hecho hasta ahora por la marca lo encontramos en lo que cabe definir como una obsesión, aunque en este caso en el sentido positivo de la palabra: la reducción al mínimo, si no directamente la supresión, de todas aquellas resonancias susceptibles de enturbiar el mensaje musical a reproducir. Esto nos lleva al primer punto clave del nuevo Pro-Ject: un sistema de aislamiento mejorado mediante el uso de materiales absorbentes, en concreto TPE, que ha permitido a los ingenieros de Pro-Ject diseñar un subchasis de construcción muy efectiva con el fin de aislar el plato propiamente dicho y el brazo de lectura de las resonancias procedentes del motor y la base. De hecho, el nuevo Pro-Ject utiliza, aunque a primera vista no lo parezca, el clásico principio de la contraplatina flotante, aunque con una variación importante: en vez de muelles, aire o un campo magnético, aquí se utilizan tacos de TPE.
Al respecto, es interesante señalar que Heinz Lichtenegger comentó en el reciente High End Show de Múnich que sus ingenieros optaron por la solución mencionada para garantizar prestaciones de nivel audiófilo manteniendo, a la vez, el carácter democrático del The Classic. El segundo punto fuerte del The Classic es el plato propiamente dicho, obtenido a través del mecanizado de precisión de una aleación especial de aluminio, amortiguada por un grueso anillo interno de TPE que atenúa con autoridad posibles resonancias (basta darle un par de golpes con los nudillos de los dedos para darse cuenta de que el sonido se extingue casi al instante). En lo que concierne a la construcción tanto de la bandeja que soporta el plato como del sistema de giro, hay que subrayar que es muy similar a la del modelo Debut, con un eje de acero+bronce endurecido y un cojinete de latón rodando sobre un soporte de Teflon, configuración que permite un funcionamiento muy suave con un nivel de ruido particularmente bajo.
De hecho, la principal diferencia entre el sistema de giro del Debut y el The Classic radica en las tolerancias del primero, que han sido reducidas en un factor de 10, a la vez que también la precisión ha sido incrementada (0’005%). Por otro lado, y como no podía ser de otro modo en un producto tan emblemático, el Pro-Ject tiene en el brazo de lectura que incorpora uno de sus principales puntos fuertes.
En concreto, se trata de un diseño de última generación con un tubo construido en una sofisticada estructura de tipo sándwich, de aluminio y carbono, que utiliza una configuración genuinamente radical, fruto de los 25 años de experiencia de Pro-Ject en el ámbito de la ingeniería mecánica. Así, el carbono añade rigidez y velocidad de respuesta, mientras que el aluminio aporta amortiguamiento.
Por otro lado, un complejo -y caro- sistema de giro de tipo Cardán con rodamiento de zirconio fabricado en Japón minimiza la fricción, aumentando a la vez la libertad de movimiento del brazo, mientras que el uso de TPE en el contrapeso ha permitido a los ingenieros de Pro-Ject reducir en un 50% la amplitud de la resonancia del conjunto brazo/cápsula.
El The Classic también incorpora dos ajustes inusuales en los productos de su clase y precio, con el fin de maximizar su compatibilidad con el repertorio de cápsulas más amplio posible: el del VTA y el del azimut. Asimismo, incluye pies de desacoplo con tratamiento antiresonante (de TPE, por supuesto), así como un panel de conexiones con toma separada para la conexión a masa, que permite utilizar un cable de fono de nuestra elección.
Un sonido fluido, ágil y armonioso
Una de las opciones que Pro-Ject ofrece para el The Classic es la inclusión de serie de una cápsula fonocaptora de imán móvil (MM), la Ortofon 2M silver, hecha a medida para la marca austriaca y en la que se han sustituido los devanados de cobre del modelo estándar por otros de plata pura. Se trata de una opción que recomendamos, y, de hecho, es la que utilizamos para nuestras pruebas, por la sencilla razón de que Pro-Ject es el principal cliente de Ortofon y, por lo tanto, las condiciones de venta que obtiene de la legendaria compañía danesa son muy especiales, léase privilegiadas.
Dicho de otro modo: que la diferencia de precio del The Classic con o sin la citada cápsula es irrisoria, y la posibilidad de disfrutar de un producto tan exclusivo como es la 2M silver con devanados de plata resulta de lo más interesante. Al The Classic lo acompañan un amplificador integrado Marantz PM8005 y una pareja de cajas acústicas Tannoy Revolution XT 8F, estando el conjunto cableado con Van den Hul en cajas y el excelente Pro-Ject Connect It E, suministrado de serie con el giradiscos, en fono. Una vez realizadas las debidas comprobaciones –no decimos ajustes porque al estar la cápsula ya montada en fábrica en principio no hay que realizar ninguno- y colocado el The Classic sobre una base dedicada, impresiona casi de inmediato la elegancia de su sonido, entendiendo por elegancia esa fusión inteligente de control, extensión de la curva de respuesta en frecuencia y definición armónica que caracteriza la lectura de un vinilo bien grabado. En especial, destaca el carácter aterciopelado, jamás agresivo de las voces, ni siquiera a niveles de volumen elevados, con un equilibrio perfecto entre intensidad sonora y refinamiento armónico. Los graves, por su parte, corroboran la calidad del aislamiento aportado por la “suspensión” de TPE en la contraplatina, hasta el punto de que la transmisión de vibraciones es realmente baja. Todo ello contribuye a potenciar la dinámica, que, evidentemente, se podría incrementar aún más jugando, por ejemplo, con la cápsula fonocaptora, puesto que, como bien saben los entusiastas del disco de vinilo, hay diseños más “rápidos” que otros. La cuadratura del círculo se cierra con una zona alta en línea con lo habitual en Pro-Ject, léase rica y neutra, aunque realzada en resolución y calidez por la precisión extrema del brazo de lectura y el uso, en la cápsula, de devanados de plata. Con todo lo que acabamos de decir, más el atractivo inherente a una estética de corte atemporal, casi aristocrática, resulta francamente difícil no rendirse ante un producto que, como su nombre sabiamente sugiere, está destinado a convertirse en un gran clásico de la lectura analógica de altos vuelos a precio verdaderamente democrático.