La propuesta del Primare R35 es realmente espectacular: un montón de ajustes –impedancia, capacitancia, ganancia- para optimizar la adaptación de la más enrevesada de las cápsulas fonocaptoras, una circuitería ultrasilenciosa que permite maximizar la gama dinámica y la capacidad de análisis y salidas analógicas balanceadas y no balanceadas.
Todo esto coronado por una musicalidad exquisita y una calidad constructiva inmaculada tanto en lo electrónico como en lo mecánico. Porque esta electrónica es un preamplificador de fono que pone el listón muy alto en cuanto a relación calidad/precio de un tipo de producto absolutamente fundamental a la hora de explotar plenamente las posibilidades de los mejores sistemas de lectura de vinilos. Una auténtica revelación.
¿Por qué los preamplificadores de fono son tan importantes con cápsulas MC?
Como ya hemos dicho en varias ocasiones, el cometido de un preamplificador o previo de fono es “adaptar” el nivel de la señal generada por la cápsula fonocaptora para que pueda alimentar cómodamente una entrada de línea y a partir de ahí ser amplificada para excitar las cajas acústicas de nuestro equipo. En principio, esto no parece complicado porque da la impresión de reducirse a una mera amplificación de la señal mencionada por cuanto su nivel es muy bajo. Pero dicho nivel puede ser particularmente bajo cuando nuestra cápsula es de bobina móvil de baja salida, a la vez que las particularidades técnicas del dispositivo en cuestión complican todavía más la ecuación.
La conclusión de todo lo dicho es que un preamplificador de fono debe estar cuidadosamente diseñado, lo que implica topologías circuitales, componentes y ajustes específicamente pensados para sacar todo el jugo al máximo número de cápsulas fonocaptoras posible, sean MC o las más sencillas MM (imán móvil).
Impedancia y capacitancia: dos términos clave
La impedancia es una medida de la oposición total que un circuito presenta a la corriente eléctrica alterna. En el caso de la salida de un dispositivo electrónico hablamos de la impedancia de su circuitería interna, mientras que si nos referimos a la entrada del mismo hablamos de la carga “vista” por cualquier fuente conectada a su entrada. En el caso de un preamplificador de fono, la impedancia de entrada del mismo y la de salida de la cápsula que tengamos montada en nuestro giradiscos deben ser apropiadamente “adaptadas” para lograr unas prestaciones óptimas.
Si ello no es así, se degradará el sonido, haciendo que sea apagado o áspero en función del ajuste que hayamos hecho. Esto nos lleva a una regla empírica generalmente aceptada que dice que la impedancia de carga de nuestra cápsula (léase la de entrada de nuestro preamplificador de fono) debería ser 10 veces la de salida de dicha cápsula. En lo que respecta a la capacitancia, tiene más que ver con las cápsulas de imán móvil (MM) por cuanto, en combinación con la impedancia de carga, que en este caso es siempre de 47 ohmios, afectará la respuesta en frecuencia. Básicamente, la capacitancia tiene que ver con el cable que conecta el giradiscos al preamplificador, hasta el punto de que un buen cable no debería añadir más de 150 pF, quizá menos y en cualquier caso nunca más de 200 pF
En lo que concierne a las cápsulas MC, hay que intentar disponer de un previo de fono con la mayor selección de cargas posibles y obviar el uso de un trasformador elevador, salvo en el caso de que se trata de uno dedicado a la cápsula que tengamos. En este sentido, es importante recalcar que pese a la existencia de cápsulas MM verdaderamente excelsas en todos los sentidos, las de tipo MC –en especial las de salida baja- exhiben un sonido más refinado aunque a menudo también son significativamente más caras y a veces difíciles de ajustar de manera óptima.
R35: una gama de de ajustes impresionante en variedad y precisión
Después de situar el texto en su contexto, llegamos ya al protagonista del presente Blog: el preamplificador de fono R35 de Primare, una electrónica de reciente desarrollo que pasa por ser el producto de su clase de más alto nivel de la veterana firma escandinava. Lo que tenemos es una electrónica cuya estética minimalista alberga una compleja circuitería concebida para proporcionar la interfaz ideal entre la señal de cualquier cápsula de bobina móvil (MC) o imán móvil (MM) y las entradas de línea del amplificador integrado o preamplificador de nuestro equipo de Alta Fidelidad.
Como es norma en Primare, el diseño circuital del R35 se ha cuidado en extremo con el fin de que los componentes utilizados trabajen entre sí armoniosamente, permitiendo asimismo un elevado nivel de aislamiento a los más sensibles en términos de señal –no hay que perder de vista que algunas cápsulas MC entregan señales del orden de 0’1 mV y por lo tanto fácilmente enmascarables por otras no deseadas- para obtener unas prestaciones superiores y en consecuencia un sonido más limpio y natural. De la flexibilidad del nuevo preamplificador de fono de referencia de Primare habla alto y claro el hecho de que incorpora un control de ganancia ajustable que le permite amplificar con una distorsión inapreciable la señal procedente de prácticamente cualquier cápsula fonocaptora disponible en el mercado.
En concreto, la ganancia para cápsulas MM se puede ajustar en 36/40/44 dB en RCA y 42/46/50 dB en XLR, mientras que para cápsulas MC las opciones disponibles son 62/66/70 dB en RCA y 68/72/76 dB en XLR. Estos ajustes se complementan con otros igualmente generosos de la impedancia de entrada, también mediante miniconmutadores de alta precisión, disponiéndose de 2 pasos de ajuste para cápsulas MM y 21 pasos para cápsulas MC. Ya para finalizar, señalemos que la capacitancia de carga para cápsulas MM se puede ajustar en 4 pasos, mientras que para cápsulas MC se puede ajustar en 2 pasos.
Flexibilidad y musicalidad espectaculares por un precio cautivador
Las opciones de ajuste del R35 dan para combinarlo prácticamente con la cápsula que nos venga en gana. Para la presente prueba elegimos una MC Cadenza Bronze –nivel de salida de 0’4 mV e impedancia de carga recomendada entre 50 y 200 ohmios- montada en un giradiscos Pro-Ject RPM 10 Carbon. Como previo de línea optamos por el PRE35 Prisma de Primare, como etapa de potencia la A35.2 de la misma marca y como cajas acústicas una pareja de Sonus Faber Olympica Nova II. En cuanto a los cables, Transparent Super de 5ª Generación en su totalidad.
Desde el primer momento, la virtualmente perfecta curva de respuesta en frecuencia del R35 -20-20.000 Hz, +/-0’2 dB- y los espectaculares registros en materia de relación señal/ruido del R35 se unen a su notabilísima dotación de ajustes para deleitarnos con un sonido rebosante de microinformaciones tanto armónicas como dinámicas, y de ambiente, brillando especialmente la cálida riqueza de la zona alta y el control del extremo grave, sin olvidar unas voces cuya perfecta articulación invita a reescuchar algunas de nuestras grabaciones favoritas. Estamos ante una grandísima electrónica que además se ofrece por un precio muy competitivo, rematada por una ejecución a la altura del prestigio de Primare.