Considerado como uno de los reproductores universales de disco óptico más atractivos y potentes del mercado mundial, el Primare BD32 necesitaba una oportuna puesta al día para que mantuviese intacto su atractivo. La respuesta es el BD32 MKII, que, partiendo de la robusta plataforma tecnológica de su predecesor, incorpora funcionalidades de audio, vídeo y conectividad sensiblemente mejoradas. El resultado es un producto capaz de satisfacer por igual a los perfeccionistas del sonido, la imagen y, por supuesto, el diseño. Y, además, aunando las ventajas de los soportes tradicionales e Internet.
Poniendo al día una
de las mejores fuentes digitales del momento
El BD32 MKII no es un producto muy asequible, pero, si dedicamos un poco de tiempo a investigar sus particularidades, resulta fácil darse cuenta de que es una fuente audiovisual de High End como la copa de un pino. Sí, hace lo que hacen sus competidores… pero lo hace mejor. De entrada, no hay que perder de vista que el BD32 era ya un producto muy depurado en todos los ámbitos. Éste ya se aprovechaba de las reconocidas cualidades de una plataforma externa, pero las incorporaciones realizadas en la misma por la firma escandinava eran lo suficientemente relevantes para que el producto final fuese claramente superior.
Por lo demás, hay otra realidad importante que considerar: el atractivo de la UHD/4K es innegable, pero los contenidos disponibles son, a efectos prácticos, muy escasos, por no decir nulos. Aún así, la existencia de televisores y videoproyectores que trabajan en dicha resolución y las evidentes mejoras aportadas por los mismos en el visionado de contenidos “Full HD” adecuadamente escalados justifican su adquisición. Y hay otra realidad a tener en cuenta: por el momento, nada como un buen disco Blu-ray para disfrutar de imagen y sonido de alta calidad al unísono. Las opciones propuestas por Internet, sobre todo en el ámbito del vídeo, acaban siendo penalizadas por la brutal tasa de compresión requerida (en “Full HD”, por supuesto, y no digamos ya en 4K) para que resulten manejables. Así que, para los amantes de la música y el cine en su máxima expresión tiene todo el sentido del mundo la compra de una fuente de A/V “tradicional” de High End que, a la vez, sea compatible con los cada vez más populares archivos de audio digital de alta resolución procedentes de Internet y esté debidamente dotada en términos de conectividad. Y ahí es donde entra en juego el potencial de una máquina como el Primare BD32 MKII.
Son muchas las particularidades técnicas interesantes del nuevo Primare, un producto del que, por encima de todo, habría que destacar que exhibe un nivel de ruido sustancialmente reducido como consecuencia de las mejoras introducidas en su topología circuital y el uso de un bloque de alimentación de superior calidad y completamente aislado, formado por varios subsistemas independientes. En concreto, se dispone de líneas de alimentación separadas para los circuitos de transporte, vídeo y visualizador de imágenes por un lado (fuente conmutada) y de audio por otro (fuente lineal con transformador con núcleo de sección circular). Por otro lado, una capacidad de reserva total de 82.000 uF, más propia de un amplificador que de una fuente, asegura la preservación de los microcontrastes dinámicos más exigentes. En otras palabras, tenemos ya claras mejoras en dos parámetros clave relacionados con la calidad sonora: ruido y dinámica. A lo dicho, hay que sumar esa compatibilidad con contenidos 4K a la que antes hacíamos referencia (soporte para Netflix incluido) y que constituye una de las principales razones de ser del nuevo lector de discos ópticos de referencia de Primare. En términos de máquina física, el Primare BD32 MKII es un reproductor digital multiformato y multicanal compatible con fuentes USB y DLNA tanto por cable como por vía inalámbrica, a la vez que posee la capacidad de convertir cualquier formato digital a PCM o reproducirlo en su forma nativa (DSD64 vía USB incluido; extensiones .dff o .dsf).
De los detalles más estrictamente técnicos del nuevo Primare habría que destacar, una vez más, la arquitectura de nivel rabiosamente audiófilo de la sección de audio, que combina descodificación de sonido envolvente de alto nivel con una salida estereofónica balanceada y salidas estereofónicas descodificadas no balanceadas para señal de 7.1 canales. Al igual que en su predecesor, en el Primare BD32MKII encontramos componentes seleccionados en la circuitería digital, como es el caso del reputado “chip” de conversión D/A Crystal CS4398 empleado en la salida analógica y su homólogo, aunque menos exclusivo, CS4282A de la sección digital. Y también en la analógica: amplificadores operacionales Burr-Brown OPA2134, condensadores de filtrado de polipropileno WIMA y EPCOS, resistencias MELF de grandes dimensiones o incluso un transistor FET alimentado por una fuente de corriente activa.
En lo que respecta a la sección de vídeo, su centro neurálgico es uno de los potentísimos procesadores Marvell Qdeo Kyoto-G2, cuya misión consiste en gestionar las funciones de escalado y ajuste, así como las de conversión de la relación de aspecto a 2.35:1 (con lente anamórfica), en la salida HDMI 1 del Primare. Por su parte, la salida HDMI 2 transporta la señal de audio de alta definición en el caso de que el procesador de A/V utilizado no sea compatible 3D. El BD32 MKII destaca asimismo por su visualizador de funciones con una impoluta pantalla OLED y su capacidad de actualización mediante mejoras de software disponibles online. En este sentido, resulta muy cómodo el hecho de que, en el momento de llevar a cabo la configuración inicial del aparato, éste busca en Internet y descarga de manera automática la versión más actualizada de su software de gestión.
Una transparencia sensacional en música y cine
El poderoso componente estético del BD32 MKII nos invita a evaluarlo en compañía de productos cuyo diseño están a su misma altura. Por lo tanto, elegimos una etapa de potencia multicanal A30.7 de Primare (para así aprovechar la fantástica sección de salida analógica del BD32 MKII) y un conjunto de cajas acústicas 7.1 de la gama Venere de Sonus faber, acompañado por un subwoofer activo REL S5. Todo ello lo cableamos con modelos de la renovada gama Super de Transparent Audio en analógico y Van den Hul (USB) en digital, para la conexión a nuestro habitual Apple Mac Pro. Como dispositivo de visualización de imágenes elegimos el nuevo videoproyector 4K Sony VPL-VW300ES, un prodigio de tecnología y relación calidad/precio.
La escucha de varias piezas escogidas –Blu-ray Disc, SACD , descargas de audio Internet principalmente y el espectacular Digital Concert Hall de la Philharmonie de Berlin- el sistema Primare/Sonus faber se comporta de un modo autoritario y enérgico con las bandas sonoras más agresivas y violentas y, a la vez, de manera intimista y sensible cuando restituye susurros, diálogos en voz baja, detalles ambientales aparentemente irrelevantes o música de fondo. Más sugerente todavía, al menos para nosotros, es la calidad percibida en la escucha de música pura y dura, de la que destaca una excepcional riqueza tímbrica, que es coronada por unos graves majestuosos en su presentación y pletóricos de fuerza en su ejecución. Todo ello con el plus de una dinámica que puede compararse sin paliativos con la de un buen directo, como hacía presagiar el cuidado puesto por Primare en el diseño del sistema de alimentación del BD32 MKII. La sensación global de total ausencia de fatiga, incluso a niveles de volumen elevados, completa el perfil de un sistema que propone calidad y cantidad a unos niveles muy generosos y, a la vez, rompe con los moldes establecidos en términos estéticos. De interesante hay que definir la posibilidad de convertir a PCM archivos descargados de Internet, aunque nosotros preferimos trabajar con la versión nativa de los mismos.
Idénticos niveles de realismo y majestuosidad estética encontramos en la parte de vídeo, con un escalado a 4K muy convincente –el BD de la película “Oblivion” lo corrobora con fuerza- y una restitución de los colores espectacular.
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