Posiblemente el reproductor “HD” multiformato más musical del momento.
Primare, como buena marca escandinava que es, tiene una virtud que la honra: siempre dice la verdad sobre sus productos. En el caso del lector universal BD32, tal cualidad se plasma en el detalle que tienen sus creadores de advertir (concretamente, en la “Guía Técnica” que figura en el sitio web de la marca cuando se accede al BD32) al personal que el aparato en cuestión toma como punto de partida la plataforma desarrollada por la popular firma estadounidense Oppo para sus lectores universales.
Pero también deja bien claro que el Primare no es un Oppo modificado, una puntualización que, sin duda, constituye la base para argumentar a favor de las virtudes sonoras del BD32, unas virtudes que a tenor de nuestra experiencia en la escucha de un amplio espectro de programas seleccionados en formatos tan diferentes como el Blu-ray Disc, el SACD, el DVD Vídeo y el CD colocan a esta distinguida máquina en la cúspide de su categoría.
¿Y en dónde están las diferencias? Estética minimalista y robustez estructural aparte, pues en los ámbitos que Primare domina más: la circuitería de audio propiamente dicha y los subsistemas de alimentación. En el primer caso, habría que señalar que la sección estereofónica –lógicamente más “purista” que la multicanal- combina un convertidor D/A de reconocida musicalidad –el CS4398 de la estadounidense Crystal- con una circuitería analógica de salida ejecutada con componentes minuciosamente seleccionados por sus virtudes sonoras tanto en su opción balanceada (amplificadores operacionales Burr-Brown, condensadores de polipropileno WIMA y EPCOS para filtrado y resistencias MELF de gran tamaño) como no balanceada (en este caso, se utiliza un único transistor MOSFET y una fuente de corriente activa que reemplaza a resistencias pasivas).
Por su parte, la salida multicanal –no balanceada y con un total de 7.1 canales- es una versión ligeramente simplificada de la estereofónica que combina un convertidor D/A CS4392A, también de Crystal, con componentes discretos de alta calidad, destacando la presencia de condensadores montados en superficie (técnica SMD) de la reputada firma NPO.
El otro elemento diferenciador del BD32, es decir, la fuente de alimentación, deja bien claro el trabajo realizado por Primare en su fuente digital más emblemática, que incluye un subsistema conmutado para la circuitería correspondiente al modo de espera (“standby”) y otro –en este caso de tipo lineal, con transformador con núcleo de sección circular- altamente regulado que incluye devanados separados para las líneas de alimentación correspondientes a los circuitos analógicos y digitales y que podría competir perfectamente (banco de filtrado de 74.000 uF en el primer caso y de 48.800 uF en el segundo) con el de muchos amplificadores… de ahí un diseño que convierte a toda la carcasa del BD32 en un disipador térmico. Primare también ha aportado su impronta a la fuente de alimentación de la sección de vídeo, reemplazando el diseño conmutado utilizado por Oppo por uno de tipo lineal optimizado para minimizar la distorsión de vídeo.
De rápido y preciso cabe calificar el bloque de transporte, mientras que la conectividad está a la altura de las máximas exigencias de versatilidad, con conector SATA para disco duro externo incluido (las tomas HDMI, USB o Ethernet se dan por supuestas en un producto de este nivel).
Acompañado por electrónica de procesado Marantz –aunque para la señal de audio hay que utilizar siempre el BD32- y un conjunto de cajas acústicas de la serie Venere de Sonus faber, el Primare demuestra poseer –como visualizador se eligió un videoproyector Mitsubishi HC7800D- una grandísima clase tanto en términos de sonido como de imagen.
En el caso del sonido, los resultados son perceptibles desde el primer momento: limpieza excepcional -brutal en el caso de las grabaciones de alta resolución con una buena toma de sonido-, cortesía del sistema de alimentación acompañada de una definición inapelable (de nuevo, la escucha de música en Blu-ray Disc y SACD marca la diferencia), y una escena sonora que se acerca a la de las mejores fuentes de “sólo audio” del momento. Excelente la descodificación multicanal, con escenas sonoras amplias y bien estructuradas tanto en música como en cine. Y, por supuesto, una curva de respuesta en frecuencia subjetiva perfecta (o casi), con espectacularidad y control a partes iguales. Cierto que en estéreo y en balanceado casi se toca el cielo, pero en cualquier caso, no se puede negar que el Primare ofrece mucho a todos los niveles con una presentación sonora muy equilibrada.
¿La imagen? Espléndida, aunque con diferencias sustanciales –no vale la pena negarlo- entre contenidos “HD” y el resto. No en vano es el BD32 una fuente de última generación con todas las de la ley. mas info>>