
El pasado año 2020 se celebró una efemérides, que las muy especiales circunstancias de un año decididamente atípico deslucieron, pero no por ello mantuvo intacta su fuerza y significación: el 250º aniversario del nacimiento del genial Ludwig van Beethoven, autor de algunas de las composiciones musicales más celebradas de la historia.
La danesa Ortofon, número uno mundial en cápsulas fonocaptoras, decidió rendir su particular homenaje al compositor alemán con un producto en el que ha concentrado algunas de sus innovaciones técnicas más recientes, sin que por ello esté fuera del alcance de una inmensa mayoría de aficionados: la cápsula de imán móvil (MM) 2M Black LVB 250. Inspirado en la extraordinariamente musical 2M Black, esta refinada propuesta se beneficia de la capacidad única de Ortofon en ciencia de los materiales e ingeniería. El resultado es un sofisticado transductor cuya presentación sonora conecta con la de los legendarios diseños de bobina móvil (MC) de la marca escandinava, aprovechándose a la vez del menor nivel de exigencia de los modelos MM en materia de adaptación a la electrónica asociada, cualidades que le permiten exhibir una relación calidad/precio sensacional.
Cápsulas de imán móvil (MM): más “fáciles” y asequibles
No son pocos los entusiastas del sonido de alta calidad que consideran las cápsulas de imán móvil el “pariente pobre” de sus homólogas de bobina móvil. Y en cierto modo no les falta la razón, sobre todo a partir de un determinado nivel de precio como consecuencia de la complejidad inherente a los diseños “MC”, una complejidad que invita a buscar soluciones en las que el uso de materiales y técnicas de fabricación exclusivos –y por lo general caros- acaba siendo la norma. Pero mucho ha llovido desde que en 1948 Norman C. Pickering inventó tanto la cápsula fonocaptora de imán móvil (recuerden que MM son las siglas de “Mobile Magnet”) como la que sin duda es una de sus principales ventajas “prácticas”: la aguja intercambiable. En esencia, una cápsula MM para la lectura de discos estereofónicos consta de dos imanes fijados directamente al cantilever, que a su vez oscila entre dos bobinas en función de los movimientos a los que es sometido el diamante de la punta lectora durante la exploración del surco de los citados discos.
Estos movimientos crean una modulación, y, por lo tanto, una señal de audio. La ventaja de esta tecnología es que la parte en movimiento es muy ligera y fácilmente reemplazable, a lo que se suma una robustez que va como anillo al dedo para determinadas aplicaciones. Por otro lado, el nivel de salida es elevado (en general, comprendido entre 2’2 mV y 6 mV) y, en consecuencia, fácil de amplificar, lo que a su vez comporta el uso de circuitos más sencillos que los requeridos por las cápsulas de bobina móvil, en especial aquellas cuyo nivel de salida es particularmente bajo. Y por si ello fuera poco, las prestaciones de las cápsulas MM son a menudo –siempre si nos concentramos en las realizaciones más depuradas- muy elevadas, a lo que se suma un precio muy competitivo, ya que son relativamente fáciles de fabricar. ¿Puntos débiles? En los modelos más asequibles, la curva de respuesta en frecuencia y la separación entre canales son susceptibles de mejora, algo que simple y llanamente no sucede en los diseños de más alta gama, como se encarga de demostrar Ortofon, “padre” de las cápsulas de bobina móvil, con el producto que protagoniza el presente Blog: la exquisita 2M Black LVB 250.
Una tecnología a la altura de la élite de Ortofon
Creada específicamente para conmemorar el 250º aniversario del nacimiento del genial compositor alemán Ludwig van Beethoven y basada en la 2M Black, actual modelo de referencia en cápsulas de imán móvil (MM) de la ya centenaria Ortofon, la 2M Black LVB 250 consigue llevar hasta un nivel de excelencia superior las reconocidas prestaciones de aquélla, al beneficiarse de lo último de la legendaria firma escandinava en materiales e ingeniería.
Un elegante diseño –con el rostro del mítico músico de Bonn impreso en uno de sus laterales- que realza su exclusividad constituye la punta de lanza de una cápsula de imán móvil decididamente distinta de las demás. Para empezar, la 2M Black LVB 250 monta una punta lectora de diamante Nude Shibata en un cantilever de boro, una combinación utilizada en la sofisticada cápsula de bobina móvil MC Cadenza Black de la propia Ortofon. El perfil delgado y altamente pulido de la aguja Nude Shibata permite un área de contacto excepcionalmente amplia con las paredes del surco del disco de vinilo y asegura una reproducción notablemente detallada de todas las frecuencias del espectro, incluyendo las más altas. Por otro lado, el uso de un cantilever de boro extremadamente ligero y rígido añade una transparencia, una velocidad y una capacidad de reacción sustanciales, con lo que ello comporta en incisividad del sonido. Asimismo, Ortofon ha desarrollado un nuevo compuesto de goma para el sistema de suspensión de la 2M Black LVB 250 con el fin de lograr una interacción óptima entre compliancia y amortiguamiento. En concreto, la fórmula empleada está basada en un avanzado relleno nanométrico altamente eficiente denominado “Multi Wall Carbon Nano Tubes” (MWCNT), un material cuyas extraordinarias propiedades mecánicas aseguran un mayor nivel de amortiguamiento y mejoras en las prestaciones globales de la cápsula fonocaptora.
Más aún, el MWCNT es aplicado en una matriz de polímero de goma y no en forma de polvo, lo que hace que el correspondiente proceso de producción sea más limpio y menos contaminante, a la vez que consume menos energía. Con un peso de 7’2 gramos y una compliancia de 22 um/mN que le permite adaptarse cómodamente a la mayoría de brazos de lectura modernos, la 2M Black LVB 250 es además una cápsula particularmente “fácil” en lo que concierne a la electrónica asociada, gracias a un nivel de salida de 5 mV y una capacitancia de carga de 150-300 pF.
Un sonido que conecta con la inconfundible personalidad de las Ortofon MC
Para probar la 2M Black LVB 250 seleccionamos el fantástico y “todoterreno” The Classic Evo de la austriaca Pro-Ject, el estilizado amplificador integrado estereofónico MODEL 30 de Marantz -cuya sección de fono Marantz Musical Premium Phono EQ nos parece fabulosa por su precisión y versatilidad- y una pareja de cajas acústicas Wharfedale Elysian 2 montadas sobre sus magníficos soportes de suelo dedicados, estando todo el conjunto interconectado por cables de la alemana In-Akustik.
Quizá el mejor punto de partida para valorar lo que aporta la 2M Black LVB 250 a la reproducción de discos de vinilo es la conclusión de un análisis de su predecesora directa, la 2M Black, publicado por la prestigiosa revista especializada online “The Audio Beat” en agosto de 2016: “Abierta, rápida, detallada, vívida, llena de vitalidad y con una musicalidad espectacular”. Y, en efecto, la 2M Black LVB 250 no decepciona, porque no sólo preserva en su totalidad este impactante repertorio de virtudes, sino que lo mejora, al aportar extensión a la zona de frecuencias bajas, resolución en los agudos y un “plus” en inmediatez que dota de un nervio desbordante a la reproducción de todo tipo de géneros musicales. En este sentido, puede decirse que el uso de una punta lectora Nude Shibata contribuye a desgranar los armónicos de las frecuencias más altas con una minuciosidad que aporta al sonido de la 2M Black LVB 250 no pocos rasgos de la característica firma sonora de los diseños MC más elaborados.