Musical Fidelity
Musical Fidelity: un clásico del audio británico que hace honor a su nombre
Fecha 16 Febrero 2022 Autor ada Tags Musical Fidelity

Fundada en 1982 por Antony Michaelson, Musical Fidelity se ha convertido por méritos propios en uno de los nombres imprescindibles del audio británico. El motivo hay que buscarlo en una filosofía de diseño que ha tenido como resultado una de las familias de electrónicas –en su momento también cajas acústicas- que más éxitos ha cosechado en las últimas décadas.

Antony Michaelson

Una trayectoria repleta de productos emblemáticos

De Musical Fidelity hay que saber un factor esencial a la hora de entender el “ethos” de sus productos: el hecho de que, por encima de todo, su fundador fuese un músico. No en vano, Antony Michaelson descubrió el clarinete con sólo 15 años de edad y estudió en el prestigioso Trinity College of Music de Londres. Incluso grabó varios discos bajo el sello de la propia Musical Fidelity, destacando entre sus obras predilectas los conciertos para clarinete de Mozart. Y así llegamos al primer producto creado por Musical Fidelity: el preamplificador estereofónico “The Preamp” que, como ha sucedido con tantas y tantas marcas que han conformado el sector del audio doméstico de alta calidad, fue concebido por Antony Michaelson para su propio uso, con el fin de satisfacer sus exigencias de calidad sonora.

Antony Michaelson

Pero el auténtico punto de partida de Musical Fidelity se produjo cuando un amigo del fundador de la marca, que además era propietario de una tienda dedicada a la Alta Fidelidad, escuchó el “The Preamp” y le gustó tanto que encargó unas cuantas unidades… ¡que se vendieron en un fin de semana!  Fue sin duda 1984 el año que marcó la entrada por la puerta grande de Musical Fidelity en el mercado de la Alta Fidelidad. Y lo hizo en la forma de un amplificador integrado estereofónico muy singular: el A1. De singular estética y configurado en Clase A pura, el A1 no sólo era extremadamente musical, sino también muy asequible, permitiendo de este modo a numerosos amantes de la música aprovecharse de una restitución sonora rebosante de finura y elegancia sin arruinarse en el empeño. A partir de este momento, con Musical Fidelity plenamente instalada en la élite del mercado del audio de alta calidad y con una reconocida posición de liderazgo en el del entonces incipiente High End asequible, los productos de éxito se sucedieron uno tras otro.

Musical Fidelity a1

Así, en 1986 vio la luz la imponente etapa de potencia estereofónica en Clase a A370 (consideraba en su momento como “La mejor etapa de potencia que hemos escuchado” por la publicación especializada británica Hi-Fi Answers), mientras que un año más tarde aparecía el Digilig, primer DAC de Musical Fidelity, a la vez que el debut de la marca en el entonces incipiente universo del audio digital. En 1992 se comercializó un producto que se ganó el respeto de los más puristas: el “superamplificador” integrado estereofónico A1000, un auténtico monstruo de elegante diseño cuyos 50 vatios continuos por canal en Clase a pura desbordaban musicalidad por los cuatro costados. En 1995 Musical Fidelity demostró una vez más su creatividad desbordante con su gama de electrónicas “X”, cuyos recintos en forma de cilindro se hicieron inmediatamente reconocibles para los entusiastas del sonido de alto nivel concienciados con el factor precio.

Musical Fidelity

En el año 2003, Musical Fidelity vuelve a marcar la diferencia con su serie KW y muy especialmente con la Titan, una etapa de potencia fiel a su nombre que entregaba nada menos que ¡1.000 vatios! por canal y pesaba –con su fuente de alimentación separada- 125 kilos. La exclusividad de esta electrónica no le impidió tener un gran éxito comercial, hasta el punto de que en el año 2009 se lanzó al mercado una edición limitada de la misma. Tres años después, en 2012, Musical Fidelity vuelve a golpear de nuevo con su gama AMS y, sobre todo, con la AMS 100, una etapa de potencia estereofónica que entregaba 100 vatios continuos por canal en Clase A pura. Y así llegamos a 2018, año en el que se produjo un punto de inflexión en la historia de Musical Fidelity con la salida de la serie de referencia de la marca, la Nu-Vista, y la compra de la empresa por la reputada firma austriaca Pro-Ject, bien conocida por los entusiastas del audio de alta calidad como consecuencia de su condición de número uno mundial en giradiscos y que se ha comprometido no sólo a preservar y continuar la obra de Antony Michaelson, sino incluso a mejorarla mediante el intercambio de conocimientos y experiencia en los ámbitos tecnológicos (mecánica, electrónica analógica, electrónica digital) liderados por cada marca.

 

Una concepción en la que reinan la capacidad dinámica y la calidez

La reconocida excelencia sonora de las realizaciones que Musical Fidelity ha comercializado en sus casi 40 años de historia permite afirmar que, por encima de todo, ha sido la búsqueda del mejor combinado posible de calidez y capacidad dinámica en sus amplificadores la clave de su éxito.

MUSICAL FIDELITY

Y es que la firma británica fue en buena medida visionaria a la hora de equipar a sus electrónicas con fuentes de alimentación sobredimensionadas y transistores de potencia capaces de manejar corrientes elevadas, lo que a su vez les permite lidiar con un amplio espectro de cajas acústicas sea cual sea la gama a la que pertenezcan dichas electrónicas. Como consecuencia de ello, todos y cada uno de los amplificadores de Musical Fidelity –que se complementan con fuentes digitales y preamplificadores de fono basados en la misma filosofía- son una alternativa extremadamente fiable para descubrir la idea de musicalidad entendida como capacidad para reproducir la fuerza de una interpretación en directo.

 

Cinco productos para definir la esencia una marca

No es fácil hacer una selección de productos escueta en la trayectoria de una marca tan prolífica como Musical Fidelity, pero creemos que los que figuran a continuación definen perfectamente una filosofía que ha contribuido a conformarla tal y como es hoy tanto en sus modelos básicos como en los de referencia.

*Amplificador integrado estereofónico A1: “De lejos, el desarrollo más importante en el renacimiento de la Alta Fidelidad británica”. Así saludó la publicación especializada Hi-Fi Answers la salida al mercado de este amplificador integrado estereofónico, convertido por méritos propios en todo un clásico gracias a sus muy musicales y asequibles 20 vatios continuos por canal sobre 8 ohmios en Clase A pura.

Musical Fidelity a1

*Etapa de potencia estereofónica A370: Una “bestia” que se anticipó a su época en lo que a High End europeo se refiere y una electrónica comparable a la de los monstruos sagrados del momento procedentes de Estados Unidos. 185 vatios continuos por canal en Clase A pura apoyados por componentes de muy alta calidad que podían con todo lo que se les pusiera por delante con un control excepcional.

a370 musical fidelity

*Amplificador integrado estereofónico A1000: Verdadero salto cuántico en términos cualitativos, esta distinguida y magníficamente ejecutada electrónica integrada fue también visionaria en las realizaciones de su clase, al separar el cuerpo principal, es decir el que alberga los circuitos de audio (con 8 transistores de potencia por canal) de la fuente de alimentación, ubicada en un recinto separado y equipada con dos transformadores toroidales. Un producto extraordinariamente musical que sigue gozando del aprecio de coleccionistas de todo el mundo.

Musical Fidelity a1000

*Reproductor de discos compactos AMS: Considerado por Musical Fidelity como el mejor componente digital que jamás haya creado, el AMS CD es un soberbio producto fabulosamente construido que combinaba un bloque de transporte de la máxima calidad con una circuitería de conversión D/A de nivel audiófilo y bajo nivel de “jitter”, una etapa de salida configurada en Clase A y, en línea con la filosofía de la marca, un opulento subsistema de alimentación.

Musical Fidelity ams

*Amplificador integrado estereofónico NuVista 800: Actual buque insignia de Musical Fidelity en materia de amplificadores y con una potencia de salida de 330 vatios continuos por canal sobre 8 ohmios, el NuVista 800 constituye la máxima expresión del uso de la arquitectura híbrida nuvistor/transistor en el ámbito de los amplificadores integrados estereofónicos. Los nuvistores son unas válvulas de vacío de pequeñas dimensiones que se concibieron para resolver los numerosos puntos débiles de las válvulas de vacío convencionales y que la firma británica ha logrado implementar de tal modo que se consigue una síntesis perfecta de dulzura y brutalida.

Musical Fidelity nuvista 800