Musical Fidelity M8x DAC
Musical Fidelity M8x DAC
Fecha 12 Marzo 2025 Autor ada Tags Musical Fidelity

Rescatados del olvido gracias a la acogida dispensada a la “Hi-Res” por parte de los puristas del sonido, los procesadores digitales de audio, conocidos popularmente como DAC’s pese a la parcial incorrección del término (por cuanto el DAC, siglas en inglés de convertidor de digital a analógico, propiamente dicho sólo es una parte del aparato en cuestión), constituyen una herramienta formidable para optimizar el potencial de lectores/mecánicas de transporte de CD/SACD/Blu-ray Disc reproductores, reproductores/”transportes” de música en red, dispositivos portátiles (“smartphones” incluidos) y ordenadores (ya sean laptop’s o estacionarios).

Musical Fidelity M8x DAC

Sensible a esta realidad, la británica Musical Fidelity lleva ya unos pocos, pero intensos, años embarcada en un ambicioso proceso de actualización cuya expresión última es el protagonista del presente Blog: el procesador M8x DAC, englobado en su selecta gama M8, siguiente en la jerarquía del fabricante después de la elitista Nu-Vista. Hablamos de una electrónica con un enfoque 100% High End, en la que el control del factor precio hace que esté al alcance de un mayor número de usuarios. En paralelo, la “importación” de conceptos y tecnologías (de vanguardia y clásicas), del que sin ninguna duda se puede considerar su “padre” (el fabuloso Nu-Vista DAC), asegura unos resultados sobresalientes en musicalidad, suavizando aristas tonales y espaciales de cualquier grabación sea cual sea la codificación empleada. 

 

Procesador Digital de Audio: un cóctel perfecto de tecnología digital y analógica

El “pack” formado por un “chip” de conversión D/A “premium”, la pertinente electrónica de filtrado “numérico” y unos circuitos analógicos de salida mínimamente decentes, puede proporcionar unos registros muy dignos en lo que a musicalidad se refiere. Lo corroboran las secciones de audio de los teléfonos móviles de última generación y los procesadores específicamente desarrollados a tal efecto. Pero cuando cambiamos al universo del sonido absoluto, la complejidad y el coste se disparan, porque lo que se busca es una fidelidad absoluta a la grabación origina. De ahí que poner a punto un “DAC” High End implique trabajar a fondo un amplio espectro de disciplinas, al tiempo que a medida que nuestras ambiciones aumenten también lo deberá hacer la sofisticación del producto en cuestión… y, por supuesto, simultáneamente en los “universos” digital y analógico.

Musical Fidelity M8x DAC

¿Qué estrategias seguir? En lo que concierne al corazón del sistema, lo primero es recurrir a “chips” de conversión D/A de altas prestaciones y organizarlos en configuraciones que permitan maximizar los registros en parámetros esenciales, léase distorsión armónica, relación señal/ruido, diafonía, gama dinámica y linealidad de la curva de respuesta en frecuencia. A partir de ahí, la cosa se puede ir enrevesando en función de los objetivos buscados: alimentaciones separadas para las secciones analógicas y digitales, arquitectura balanceada en ambas secciones, topología doble monofónica, componentes analógicos discretos (bien en emplazamientos críticos bien de manera generalizada) seleccionados por sus virtudes sonoras (transformadores, condensadores, resistencias, transistores), “chips” adicionales (DSP y Dispositivos Lógicos Programables Complejos o CPLD, por ejemplo) avanzados y relojes de sincronismo virtualmente exentos de “jitter”. Por supuesto, en el bien entendido de que el diseño en su conjunto busca reducir el ruido global al mínimo posible.

 

M8x DAC: armonizando purismo audiófilo clásico y tecnología punta

Depositario de algunas de las innovaciones técnicas cruciales del Nu-Vista DAC, actual buque insignia de Musical Fidelity en el ámbito digital y heredero de una tradición que comenzó a principios de la década de los 90’, el M8x DAC ha sido concebido para llevar hasta el límite las posibilidades de la “Hi-Res” “top” del momento, recurriendo en paralelo a conceptos de ingeniería importados de los amplificadores de referencia de la veterana compañía británica. De ahí la presencia de una etapa de amplificación analógica en Clase A a la manera audiófila o la ausencia de pantallas de visualización (para evitar interferencias electromagnéticas no deseadas) y conectividad Wi-Fi o Bluetooth (en este caso con el objetivo de reducir al mínima posible las radiaciones de radiofrecuencia y las anomalías de sincronismo o “jitter”).

Musical Fidelity M8x DAC

Por su parte, el empleo de un transformador toroidal encapsulado de bajo ruido asegura un suministro de energía limpio y estable, mientras que una construcción mecánica excepcionalmente sólida garantiza la durabilidad a largo plazo. El M8x DAC también incorpora un amplificador de auriculares balanceado con alma High End y elevada potencia de salida (3’2 W a 32 ohmios y 400 mW a 300 ohmios), capaz de atacar con holgura todo tipo de cascos. Profundizando en los detalles de este refinado producto, hay que apuntar en primer lugar dos “chips” de conversión D/A Sabre 9039Q2M de ESS Technology configurados en modo diferencial doble, con el fin de maximizar las bondades inherentes a la arquitectura doble monofónica. Así, se dispone de soporte PCM hasta 768 kHz, DSD512 (modo nativo; DSD256 vía DoP) y MQA (hasta 384 kHz), al tiempo que un regulador de ruido ultrabajo destinado específicamente a las señales “Hi-Res” y el efectivo “Time Domain Jitter Eliminator” desemboca en una distorsión armónica prácticamente nula y una respuesta a los transitorios increíblemente detallada.

Musical Fidelity M8x DAC

Por otro lado, tenemos un reloj de sincronismo dedicado con tasa de “jitter” inferior a 100 femtosegundos y una característica fundamental: una sección de remuestreo y resincronismo de última generación especializado en flujos de datos PCM, DSD y MQA basada en dos procesadores avanzados, concretamente uno de 16 núcleos firmado por XMOS y un CLPD MAX II de Altera. La guinda del Musical Fidelity la pone una sección analógica de salida completamente balanceada, y con alimentación propia, ejecutada íntegramente con elementos discretos, detalle este último que incrementa la musicalidad y facilita posibles operaciones de mantenimiento en el futuro, y con una generosa conectividad con entradas coaxiales (1), ópticas (3), AES/EBU (1), USB (1) e I2S (1).

 

Una presentación sonora casi visceral pletórica de refinamiento y humanidad

Escuchamos el M8x DAC en compañía de un amplificador integrado estereofónico Musical Fidelity M6 500i, un “transporte” de streaming HiFi ROSE RS130 y una pareja de cajas acústicas Wharfedale Elysian 3, con cableado a cargo de In-Akustik e IsoTek. Antes de entrar en materia, vale la pena entretenerse probando las diferentes posiciones de filtrado y la idoneidad o no, que dependerá básicamente de las características de cada grabación, de la función de remuestreo o “upsampling”.

wharfedale elysian 3

Efectuada esta puntualización, hay que decir que Musical Fidelity ha realizado un trabajo sensacional revisando al alza el M6x DAC, con, insistimos, refinamientos “importados” del Nu-Vista DAC. Y, obviamente, lo que obtenemos está en línea de lo que cabría esperar de este notabilísimo “tour de force”: virtual ausencia de metalizaciones en la zona superior del espectro, gama media perfecta y grave+extremo grave potenciados en control, profundidad y, por encima de todo, naturalidad, al tiempo que se mantiene una dinámica genuinamente “numérica”. Con tal carta de presentación, una construcción irreprochable y un precio muy razonable, no es nada descabellado afirmar que el M8x DAC está destinado a ocupar el trono de los DAC’s High End con vocación democrática.