La salida al mercado de un producto rubricado por la legendaria marca estadounidense McIntosh siempre es un acontecimiento, al ser fruto de una trayectoria empresarial y una experiencia (estamos hablando de una compañía fundada en 1949) que pueden exhibir muy pocos fabricantes. En este caso, el protagonista se llama MHT300, un elitista receptor de A/V de nueva generación pensado para llevar el sonido envolvente y la imagen “Hi-Res” a cotas de excelencia que sólo los auténticos números uno se pueden permitir. Con una dotación de 7.2 canales amplificados, esta distinguida electrónica incluye una magnífica representación de los elementos estéticos y tecnológicos que configuran la identidad de las realizaciones de McIntosh.
Esto significa una sección de amplificación a la altura del prestigio de la marca, y por lo tanto ejecutada con componentes de la máxima calidad con el fin de lograr unos niveles de realismo sonoro extraordinarios en la reproducción de todo tipo de contenidos musicales y cinematográficos. Obviamente, el MHT300 está a la última en visualización, combinando compatibilidad 8K con el no va más en tecnología HDR y conectividad a fin de garantizar un visionado perfecto de películas y conciertos. Finalmente, hay que destacar la presencia de un potente esquema de calibración automática de salas que contribuye a optimizar la siempre crítica relación del equipo asociado al McIntosh con las características de la sala que lo alberga. El resultado es un nuevo referente en electrónicas audiovisuales High End con la comodidad inherente al formato compacto.
Dirac Live: un nivel de refinamiento excepcional en corrección acústica
Puesto a punto por la firma sueca Dirac Research y avalado por un gran prestigio en el ámbito del audio “pro”, el Dirac Live es el recién llegado más ilustre al universo de los sistemas de corrección de cajas acústicas y salas automáticos, a los que ofrece una interfaz de usuario muy elaborada y unas prestaciones globales superiores. En su esencia, se trata de un esquema similar a lo podemos encontrar en la inmensa mayoría de preamplificadores/procesadores, amplificadores integrados y receptores de A/V disponibles en el mercado, aunque con el interesante añadido de estar destinado tanto a las instalaciones multicanal como a las estereofónicas. Basado en un conjunto de algoritmos altamente sofisticados facilita, por ejemplo, el crítico ajuste de la fase de una pareja de cajas acústicas, al no realizarse midiendo una caja acústica después de la otra, sino midiendo las dos cajas simultáneamente.
Este refinamiento posibilita tener un control extremadamente preciso de la sincronización de los frentes de onda y en consecuencia obtener una escena estereofónica particularmente natural y definida. En términos de concepto, la esencia de esta herramienta de corrección es que actúa sobre la totalidad de la sala y no en un punto concreto de la misma. A grandes rasgos, lo que nos ofrece es lo siguiente: de entrada, una localización mejorada de los eventos sonoros, es decir, la creación de un espacio sonoro lo más creíble posible. En segundo lugar, una claridad y una inteligibilidad superiores en la restitución de música y diálogos. Y, finalmente, unos graves profundos y firmes en grado sumo, a la vez que libres de resonancias, en el área de escucha. Esto se complementa con una aplicación móvil equipada con una interfaz gráfica que suministra instrucciones detalladas durante el proceso de calibración y de este modo incluso los neófitos puedan llevarlo a cabo con una seguridad absoluta.
MHT300: A/V ultramoderno con la solvencia y el “plus” emocional de McIntosh
Llegamos ya al protagonista del presente Blog: el McIntosh MHT300, un aristocrático receptor de A/V de 7.2 canales (5.2.2) con audio 3D y vídeo 8K que concentra ingeniería de vanguardia y consigue lograr así la experiencia en ocio doméstico definitiva. Como cabe esperar de un producto propuesto por la legendaria empresa de Binghamton, hay que destacar la potencia continua de salida disponible, concretamente 120 vatios por canal sobre 8 ohmios o 150 vatios por canal sobre 4 ohmios, cifras ambas con los siete canales excitados, siendo de este modo posible atacar un amplísimo espectro de cajas acústicas.
Además, el MHT300 puede crecer con el equipo de su propietario, al poder sus módulos de amplificación individuales organizarse de varias maneras a fin de satisfacer las necesidades de su combinación de cajas acústicas (incrementando, por ejemplo, la potencia de los principales izquierdo y derecho) o llevar a cabo una expansión (vía salidas Height 1 y Height 2) a 7.2.4. En la parte de audio, esta electrónica brilla asimismo con luz propia al incluir de serie el “calibrador” automático antes comentado, que permite optimizar el comportamiento equipo y reducir efectos indeseados introducidos por las características de la sala. Utilizando algoritmos específicamente destinados a aplicaciones de audio, el citado esquema proporciona una adaptación de cajas acústicas y salas en el dominio del tiempo a través de una elaborada técnica de filtrado que emplea fases mezcladas. En lo que concierne al sonido envolvente, el MHT300 incluye las codificaciones DTS-HD Master Audio, DTS:X, Dolby TrueHD y Dolby Atmos, estando equipado al respecto con un total de siete convertidores D/A de grado audiófilo con aritmética de 32 bits.
Por su parte, la sección de vídeo está a la altura de un receptor de A/V de nueva generación, destacando al respecto la presencia de 4 entradas y 1 salida HDMI (eARC) con soporte 8K/60 Hz y 4K/120 Hz y protección anticopia HDCP 2.3. Por otro lado, el ancho de banda de 40 Gb/s de las citadas tomas asegura la transcripción sin limitaciones de contenidos HDR grabados en formatos como el Dolby Vision, el HDR10+ y el HLG. El McIntosh, controlarse desde un ordenador y desde dispositivos de domótica vía toma RS232, se completa con las solventes protecciones Power Guard y Sentry Monitor.
La hora de la verdad: naturalidad McIntosh en cine y música
Probamos el MHT300 en una combinación 5.2.2, con los cinco canales “tradicionales” a cargo de la gama Olympica Nova de Sonus Faber (dos Olympica Nova III en los principales, una Olympica Nova CII en el central y dos Olympica Nova V en los de efectos posteriores) y los dos “3D” restituidos por una pareja de Sonus Faber Palladio PC-562, con los “.2” asegurados por dos subwoofers activos Gravis III de la propia Sonus Faber. Como fuente utilizamos el muy solvente lector de Blu-ray Disc 4K UBR-X110 de la francesa Reavon, mientras que de la visualización se encarga el sensacional videoproyector Sony VPL-XW7000ES y de las diferentes conexiones la alemana In-Akustik. Lo que cautiva de inmediato del McIntosh es precisamente esto: que es un McIntosh.
De entrada, por una distinguida presencia física digna de un objeto de lujo, y a continuación por la fuerza de su sonido, que expresa con autoridad y sin constricciones las grabaciones más exigentes, ya sean de música como de cine, tamizándolas con un aura de calidez que añade confortabilidad a las secuencias de acción más salvajes (y por lo tanto comprometidas en términos de precisión tonal… ¡sí, un avión de combate tiene su “personalidad” sonora aunque se manifieste a 125 decibelios!). Mención aparte merece el Dirac Live por la elegancia de su operativa y la simplicidad de su ejecución… una verdadera herramienta profesional “domesticada” cuya “inteligencia” hace que pueda ser manejada confortablemente por aficionados inexpertos en la materia.