McIntosh MHA200
McIntosh MHA200 a prueba
Fecha 29 Noviembre 2021 Autor ada Tags McIntosh

Como si de una versión en miniatura de la legendaria etapa de potencia estereofónica a válvulas MC275 (lanzada al mercado hace exactamente 60 años y todavía en activo gracias a periódicas actualizaciones) se tratara, el MHA200 es un delicioso amplificador a válvulas diseñado específicamente para llevar al límite el potencial de todo tipo de auriculares electrodinámicos y “planar”. Y es que las similitudes entre ambos productos no se ciñen a la estética, por cuanto el MHA200 basa una nada desdeñable parte de su excepcionalidad en el uso de una tecnología cuya introducción coincide con el nacimiento de McIntosh como marca: el icónico Unity Coupled Circuit, que permite garantizar la entrega de la totalidad de la potencia disponible independientemente de la impedancia de los auriculares que tengamos.

McIntosh MHA200

Dicho con otras palabras, el MHA200 se comporta con los auriculares exactamente igual –aunque a escala en lo cuantitativo- que la antes mencionada MC275 con las cajas acústicas. El resultado es, gracias a la combinación de esta veterana tecnología de McIntosh con la ultrasilenciosa circuitería que acompaña a las válvulas de vacío empleadas, un sonido líquido, cálido y transparente a partes iguales, que reduce a la mínima expresión cualquier atisbo de fatiga auditiva independientemente de cuál sea el nivel de volumen al que se lleve a cabo la escucha.

 

Amplificadores de auriculares: redescubriendo un producto (casi) imprescindible

La mejor manera de comprender la motivación que hay detrás de un amplificador de auriculares es asimilando estos últimos como cajas acústicas “jibarizadas” y aplicando exactamente el mismo razonamiento. En consecuencia, ¿qué es lo que buscamos? Básicamente, que los altavoces de nuestros auriculares no tengan limitaciones a la hora de reproducir nuestra música favorita… hablamos de limitaciones en equilibrio tonal y capacidad dinámica, lo que equivale a exigir la distorsión más baja posible, todo ello, por supuesto, con todo tipo de géneros musicales y a cualquier nivel de volumen.

McIntosh MHA200

Así, mientras que en el ámbito de la amplificación para cajas acústicas se tiene muy claro desde hace mucho tiempo que hay que disponer de “caña” (hablamos de términos como “capacidad dinámica” o “capacidad de entrega de corriente”, por ejemplo), para que los altavoces de las mismas no se “ahoguen” y, por tanto, distorsionen a niveles peligrosos incluso para su integridad física, tal idea no ha sido tomada muy en serio cuando se pasa al universo de los auriculares. Ha habido unas pocas excepciones concentradas sobre todo en los modelos electrostáticos, como consecuencia del ineludible hecho de necesitar una electrónica específica para polarizar adecuadamente los paneles en miniatura encargados de generar el sonido.

McIntosh MHA200

Y también en algún que otro fabricante que se preocupó de equipar a varios de sus preamplificadores y amplificadores más ilustres con circuitos de amplificación de auriculares dedicados. Por lo demás, la mayoría de tomas de auriculares integradas en electrónicas y fuentes “cumplen” son su cometido pero sin buscar esa optimización equiparable a la de las cajas acústicas que acabamos de comentar, una optimización que de un tiempo a esta parte ha llegado en la forma de los amplificadores de auriculares que a menudo se ofrecen combinados con otro de los productos estrella de la actual era de audio digital “Hi-Res” los DAC’s.

 

Una electrónica cien por cien analógica, cien por cien a válvulas y ¡McIntosh!

No resulta exagerado afirmar que el MHA200 es uno de los amplificadores de auriculares más visualmente llamativos actualmente disponibles en el mercado mundial… de hecho, posiblemente el que más para los amantes de la exclusividad que además valoran esa estética atemporal de los diseños retro verdaderamente acertados. Por otro lado, el MHA200 tiene un atributo extra para ser atemporal incluso en materia de tecnología: su condición de electrónica totalmente analógica, es decir, sin ningún DAC de por medio y totalmente a válvulas en lo que a sus dispositivos activos para el tratamiento de la señal musical se refiere. Así, el MHA200 incluye dos dobles triodos 12AT7 para amplificar la señal entrante, mientras que dos 12BH7A suministran la potencia necesaria para atacar todo tipo de auriculares con holgura y, por tanto, con una distorsión mínima. 

McIntosh MHA200

Todo ello se complementa con una tecnología icónica en McIntosh: el Unity Coupled Circuit, utilizado en el primer amplificador comercializado por la marca y todavía presente en realizaciones tan emblemáticas como la antes citada etapa de potencia estereofónica MC275. Para el MHA200, los transformadores del Unity Coupled han sido adaptados para entregar la totalidad de la potencia de amplificación disponible -500 mW- a cuatro rangos de impedancias de auriculares: 32-100 ohmios, 100-250 ohmios, 250-600 ohmios y 600-1.000 ohmios. Esto significa que el McIntosh está en condiciones de atacar incluso los auriculares más “difíciles”, es decir, aquellos cuya impedancia es igual o superior a 300 ohmios. Dicho lo anterior, ¿qué es lo que hace del Unity Coupled Circuit un desarrollo técnico tan singular? Pues que en combinación con los transformadores mencionados logra reducir de manera sustancial la distorsión y conseguir de este modo una musicalidad característica que gracias al MHA200 se puede disfrutar también en la escucha con auriculares.

McIntosh MHA200

Otro elemento de ingeniería fundamental de este nada convencional amplificador de auriculares es que los transformadores Unity Coupled a los que acabamos de hacer referencia –diseñados y construidos a medida para que se adapten perfectamente a la sección de amplificación a válvulas del MHA200- se complementan con uno de alimentación de tipo toroidal altamente eficiente y extremadamente silencioso. Por lo demás, el clasicismo estético y conceptual del McIntosh no le impiden estar a la última en lo que respecta a conectividad para auriculares, por cuanto incluye dos conectores XLR de 3 patillas para salida balanceada izquierda/derecha, un conector estereofónico balanceado de 4 patillas y un conector estereofónico de 6’3 mm, a lo que hay que añadir un juego de entradas con conectores XLR y otro con conectores RCA para la conexión al preamplificador, amplificador integrado o fuente de nuestro equipo.

 

Majestuosidad sonora rematada por una calidez excepcional

Probamos el MHA200 con uno de nuestros auriculares favoritos, que por otro lado consideramos el actual no va más en diseños “planar” a nivel mundial: los fabulosos, por imaginativos e hipermusicales D8000 Pro Edition de la japonesa Final. Como centro neurálgico el sistema, el magnífico preamplificador, también a válvulas aunque, a la vez con DAC, C2700 de la propia McIntosh, acompañado por un giradiscos Pro-Ject RPM10 Carbon equipado con una cápsula de bobina móvil Ortofon MC Cadenza Bronze. El cableado, Transparent Ultra de 5ª Generación –siempre infalible- en su totalidad.

d8000 pro final

Como amplificador a válvulas que es, el MHA200 agradece el preceptivo precalentamiento, que en nuestro caso hemos establecido en una hora, ya que las válvulas empleadas se estabilizan mucho antes que, por ejemplo, un triodo o un pentodo de potencia al uso. Con el selector de impedancia situado en la posición 32-100 ohmios, como corresponde a los 60 ohmios de impedancia de los Final D8000 Pro Edition, escuchamos tanto discos de vinilo como grabaciones digitales almacenadas en una memoria USB y el resultado es siempre el mismo: un sonido inmaculado en su estructuración armónica y espacial que es rematado por una dinámica tan ágil y desinhibida como controlada, que lo dota de esa organicidad que tanto valoran los amantes de la reproducción musical a tamaño natural. Es, pues, el MHA200 una electrónica que seduce a todos los niveles; cuerpo y alma, hasta el punto de ejemplificar en su máxima expresión la traslación del concepto de amplificación McIntosh más atemporal al universo de los auriculares.