
Una estética que no deja indiferente por su calculada combinación de lujo y sofisticación constructiva constituye la carta de presentación de una de las propuestas más llamativas -y poderosas- de McIntosh en materia de amplificadores integrados estereofónicos: el MA352. Un producto que, al igual que otras realizaciones de la mítica firma neoyorquina, demuestra un amplio dominio de las diferentes soluciones de ingeniería existentes para el tratamiento de señales de audio.
En este caso, la combinación elegida ha sido preamplificación a válvulas y amplificación de potencia a transistores, esta última con una topología distinta de la habitualmente utilizada por McIntosh, con el fin de ampliar el abanico de opciones disponibles para el amante del sonido absoluto que busca excelencia garantizada en todos los aspectos. El resultado es en este caso un soberbio control de los graves que se fusiona con unas zonas media y alta cálidas y precisas a la vez. En definitiva, una electrónica integrada que merece estar en la élite por derecho propio.
Válvulas y transistores en amplificadores integrados: seducción asegurada
Ya hemos hablado en numerosas ocasiones sobre las ventajas que en términos de sonido aportan las válvulas de vacío y los dispositivos de estado sólido (transistores bipolares, FET’s y MOSFET’s). Ventajas… y también inconvenientes que dependen tanto de los citados dispositivos como de los componentes pasivos que los acompañan y el diseño de la circuitería de la que forman parte. De ahí que en función de las preferencias del ingeniero responsable de la concepción de un determinado producto, el tipo de sonido que se busque y el presupuesto disponible sean múltiples las posibilidades a considerar.
Con toda seguridad, son los amplificadores integrados el tipo de producto que más se presta a combinar válvulas y transistores, pudiéndose encontrar tanto modelos con dispositivos de vacío en la sección de entrada/preamplificación y de estado sólido en la de salida/amplificación de potencia como otros que optan por la configuración inversa. Aún así, sea cual sea la topología empleada, hay un concepto común que influye de manera directa en la señal que es enviada a las cajas acústicas y, por lo tanto, en el sonido: el acoplo.
Para entender dicho concepto, lo primero que hay que saber es que muchas electrónicas de audio contienen varias etapas de amplificación y por consiguiente varios amplificadores. Esto es así porque a menudo se añaden etapas de amplificación cuando una sola no puede proporcionar la cantidad de amplificación requerida.
Por ejemplo, si una única etapa de amplificación proporciona una ganancia de 100 y la ganancia deseada para nuestro producto es de 1.000, serán necesarias dos etapas de amplificación: por ejemplo, una de 10 y una de 100, una de 20 y una de 50 o una de 24 y una de 40. En cualquier caso, tiene que haber alguna manera para que la señal de audio entre en el amplificador y salga del mismo. Pues bien: el proceso de transferir energía entre circuitos se conoce como acoplo (“coupling”) y, como cabe esperar, hay varias soluciones para llevarlo a cabo: acoplo directo, acoplo RC y acoplo por transformador.
MA352: válvulas en preamplificación y acoplo directo en la etapa de salida
Lo que acabamos de decir nos conduce directamente al protagonista del presente Blog, un tan imponente como elegante amplificador integrado estereofónico cien por cien analógico, con arquitectura circuital híbrida, y que responde al nombre de MA352. Una electrónica que combina una sección de preamplificación basada en válvulas de vacío con una de amplificación de potencia con acoplo directo que le permite entregar 200 vatios continuos por canal sobre 8 ohmios o 320 vatios continuos por canal sobre 4 ohmios. Esto nos lleva a preguntarnos qué es el acoplo directo y qué ventajas puede aportar a un amplificador de audio, ya que McIntosh se caracteriza por emplear el acoplo por transformador no sólo en sus amplificadores a válvulas, sino también en los de estado sólido.
De todos los métodos de acoplo, el acoplo directo es el que utiliza el menor número de elementos de circuito y consiste, como su nombre sugiere, en conectar directamente la salida de una etapa a la entrada de la siguiente. El acoplo directo aporta una buena respuesta en frecuencia, puesto que en el mismo no se utilizan componentes sensibles a la frecuencia (bobinas y condensadores), lo que significa que dicha respuesta en frecuencia dependerá únicamente del dispositivo de amplificación propiamente dicho. ¿Puntos débiles? En principio, el hecho de que cada etapa sucesiva requiera un voltaje superior implica exigencias extra en materia de alimentación y de adaptación de impedancias, pero en el ámbito del High End, que es al que pertenece el el MA352, tales impedimentos se solucionan utilizando componentes de la máxima calidad al ser el coste un factor secundario. En este sentido, es importante señalar que el MA352 incluye dos de los exclusivos disipadores térmicos Monogrammed Heatsinks de McIntosh para maximizar la estabilidad térmica de los avanzados transistores de alta corriente y alta velocidad de respuesta de su sección de salida.
En el ámbito de la conectividad, tenemos un total de 6 entradas repartidas en 2 de línea balanceadas, 3 de línea no balanceadas y 1 de fono para cápsulas de imán móvil (MM), a las que hay añadir un juego de salidas no balanceadas. A ello hay que añadir un control de tono de 5 bandas completamente analógico, uno de los versátiles amplificadores de auriculares de alta corriente Headphone Crossfeed Director (HXD) de McIntosh, una potente protección electrónica –los contrastados sistemas Power Guard y Sentry Monitor de la firma estadounidense- y dos elementos icónicos de la marca: el panel frontal de vidrio tratado y dos elegantes vúmetros analógicos con fondo azul.
Una escucha desbordante de vitalidad
La potencia del MA352 da para mucho a la hora de atacar cajas acústicas, por lo que lo escuchamos en compañía de una pareja de Sonus Faber Olympica Nova V, un giradiscos Pro-Ject The Classic EVO con cápsula de imán móvil Ortofon 2M Black LVB 250- y un reproductor de CD con conectividad a redes Primare CD35 Prisma, estando el conjunto cableado con Transparent Super de 5ª Generación. No se puede negar que la condición del MA352 como electrónica 100% analógica se traslada a un sonido en el que el carácter líquido y la precisión tonal (aunque sin excesos de analiticidad quirúrgica) marcan la pauta en todo momento, sea cual sea el género musical reproducido y la fuente empleada.
Pero lo que acabamos de decir no sorprende particularmente en una electrónica de origen McIntosh porque, en cierto modo, constituye una de las señas de identidad de la marca. Por el contrario, el uso de una sección de salida transistorizada muy robusta y bien afinada se traduce en un control y extensión de los graves verdaderamente arrolladores que en combinación con una dinámica genuinamente “live” tiene como resultado una pegada que roza lo visceral. En este sentido, no se puede negar que el MA352 hace “volar” a las magníficas Olympica Nova V, hasta el punto de dotar de un realismo prodigioso a la escena sonora obtenida por cuanto la estructura perfectamente en las tres dimensiones del espacio. Sin ninguna duda, el MA352 es un amplificador integrado que deslumbrará a los amantes de la música en directo amplificada, sin que tal cualidad obligue a sacrificar delicadeza gracias al impecable balance entre válvulas y transistores de que hace gala.