MartinLogan Electromotion ESL
Fecha 2 Septiembre 2013 Autor Juan Tags Martin Logan

La eterna capacidad de seducción de la tecnología electrostática

 

Hubo un tiempo en el que las cajas acústicas equipadas con altavoces electrostáticos eran –o al menos parecían serlo- la panacea para disfrutar de un sonido verdaderamente natural. Pero las implacables leyes de la física acabaron imponiendo su dictado, de manera que la baja sensibilidad de los paneles electrostáticos (se necesitaban muchos vatios de amplificación para tener niveles de presión sonora decentes), la complejidad de su comportamiento en términos eléctricos (muchos amplificadores sencillamente “no podían” con unas variaciones de impedancia que a menudo exigían disponer de corrientes en una época en que ni la filosofía ni la tecnología del audio se preocupaban por el tema… los Krell y compañía no existían), las limitaciones de su respuesta en graves (que, para que mereciese ser considerada como tal, requería dimensiones muy poco asumibles por las salas estándar) y el engorro de su ubicación acabaron borrando las cajas acústicas electrostáticas del mapa del audio de calidad… con el tiempo, incluso del High End más “esotérico”. ¿La excepción? MartinLogan.

 

Sentido de la estética y el apoyo de una tecnología única,
las claves

 

La condición de apasionado de la estética (no en vano su formación académica era como arquitecto) de Gayle Martin Sanders, el “alma mater” de MartinLogan, y una pasión por la tecnología que en su momento le permitió desarrollar el exclusivo panel electrostático ESL fueron esenciales para que la compañía estadounidense creara una serie de modelos, primero cien por cien electrostáticos y luego también híbridos, que le permitieron ganarse el corazón de aficionados al audio –y más adelante también del Cine en Casa- de todo el mundo gracias a su espléndido compromiso entre diseño y tecnología y unas características técnicas que les permitían ser atacadas sin mayores problemas por cualquier amplificador mínimamente bien diseñado. Pues bien, han pasado los años pero la compañía de Kansas sigue demostrando su talento y su saber hacer expandiendo los horizontes del audio y, por otro lado, refinando los sistemas de altavoces que se encuentran en el origen de su prestigio.

Y así llegamos a la ElectroMotion ESL, una preciosa y asequible pantalla acústica híbrida que incluye lo último de MartinLogan en materia de paneles electrostáticos y tecnología de materiales reforzando a la vez una estética en la que forma y función “casan” fantásticamente bien.

Hay que pensar que estamos ante una caja acústica relativamente compacta (1’3 mm de altura… poca cosa si la comparamos con los diseños más elitistas de MartinLogan) que, sin embargo, refleja los últimos avances de su fabricante en los elementos que realmente importan: transductor electrostático CLS (el célebre concepto de fuente curvilínea de MartinLogan que echó por tierra a los paneles planos de toda la vida) XStat (86x22 cm y 1.886 centímetros cuadrados de superficie radiante) montado en un fino marco ultra-robusto en la parte superior y un recinto independiente con un woofer electrodinámico con cono de papel tratado de 203 mm en su zona inferior. Los ingenieros de MartinLogan se las arreglaron para que esta combinación sea, a efectos de amplificación, un sistema de altavoces con una impedancia nominal de 6 ohmios y una sensibilidad de 91 dB/W/m. En otras palabras: la cosa más normal del mundo… o casi.

Mucho tiene que ver con esto el uso de uno de los interesantes filtros divisores de frecuencias Vojtko, que combinan una topología circuital exclusiva con componentes de grado audiófilo rigurosamente seleccionados para armonizar a la perfección de la delicada combinación de transductores empleada (la frecuencia de transición es en este caso de 500 Hz). Gracias a ello, la ElectroMotion ESL (las sigas “ESL” indican precisamente la condición “electrostática” de este caja) exhibe una respuesta en frecuencia de 42-22.000 Hz (+/-3 dB), lo que no está pero que nada mal para un diseño que tiene el enorme mérito de conseguir presentarse de un modo absolutamente creíble como una versión compacta de los grandes clásicos híbridos de MartinLogan. Además, el perfil de la ElectroMotion ESL facilita su integración en un montón de espacios, a la vez que sus virtudes electroacústicas le periten tanto emplearse a fondo en estéreo como en multicanal. Y es más: cuando uno la ve y la toca, se da cuenta enseguida de que está ante un producto muy bien parecido, fabricado con materiales nobles (y técnicamente avanzados donde procede) y con un innegable buen gusto en sus detalles más “físicos”. Deliciosa, para qué engañarse (incluso para los cónyuges más reacios al High End).

 

Distinción estética y elegancia sonora

 

Una manera demostrar el perfecto dominio de la tecnología electrostática por parte de MartinLogan y el carácter de producto exclusivo pero a la vez “amable” y accesible de la ElectroMotion ESL era investigando su comportamiento con una electrónica de alta calidad y última generación pero también razonablemente asequible. El elegido fue un amplificador integrado bien conocido por los aficionados al sonido de alta calidad: el premiado modelo I32 de Primare, equipado además con la potente tarjeta MM30, que expande las posibilidades del aparato al permitir la incorporación de todo tipo de fuentes digitales… en este caso un ordenador Mac y un iPhone. Más modernidad, imposible, aunque en su momento veremos qué tal se las apañan las ElectroMotion ESL en un equipo de Cine en Casa a la última centrado en el novísimo amplificador integrado de A/V SP23 de la propia Primare. ¿Sensaciones que transmite la MartinLogan? Muy fácil: precisión y sentido del equilibrio, todo ello apoyado por una magnífica –sí, de verdad que lo es- curva de respuesta en frecuencia subjetiva. La presentación del sonido es muy bonita tanto en lo espacial (incluso en altura… ¡los beneficios del panel CLS!) como en lo tonal, con unos medios fantásticos, unos agudos que “suben” sin exagerar y unos graves que con una sala de dimensiones intermedias van muy relajados y en ningún momento se les nota faltos de control. La potencia de amplificación del Primare da para mucho con la ElectroMotion ESL, hasta el punto de que incluso la brutal dinámica de algunas de las grabaciones con calidad de estudio de nuestro Mac es muy bien resuelta (no distorsión, no compresión dinámica… en línea con un buen sistema cien por cien “electrodinámico”, para entendernos).

En síntesis: tenemos un bello diseño híbrido desarrollado según los más clásicos cánones de respeto por la música que sin embargo tiene un punto salvaje –aunque siempre controlado, claro- que sorprende muy agradablemente. Y todo ello por una fracción del precio de los reconocidos y siempre actuales modelos de referencia de una compañía que se siente muy a gusto reinventádose a sí misma. más información>>