JBL Stage 280F
JBL Stage 280F a prueba
Fecha 25 Octubre 2024 Autor ada Tags JBL

Con casi 80 años (fue fundada en 1946) sobre sus espaldas, la estadounidense JBL ha sabido mantener con una autoridad envidiable su posición de liderazgo en los sectores del audio doméstico y el audio profesional, con el “plus” de dominar por igual mundos tan dispares como son los estudios de grabación y la sonorización de grandes espacios. En el ámbito doméstico la compañía con sede en Los Ángeles, ha construido con el paso de los años, un catálogo en el que tienen cabida desde modelos de referencia absoluta hasta otros muy asequibles que tienen como denominador común beneficiarse de un inteligente goteo de aquellos.

JBL Stage 280F

Un ejemplo perfecto lo tenemos en la gama a la que pertenece el protagonista del presente Blog: la Stage 2. Elaborada puesta al día de la versátil Serie Stage, la nueva “familia” incorpora cambios visibles y perceptibles en la práctica totalidad de sus elementos clave, en especial los altavoces y el filtro divisor de frecuencias. A ello se suma una estética que facilita la integración incluso en espacios de prestigio y una concepción en la que la búsqueda de la máxima polivalencia hace que la columna Stage 280F, a la que dedicamos las líneas que siguen, sea una solución idónea para quienes buscan realismo extremo en música y cine sin que ello penalice su bolsillo.

 

¿Cajas acústicas para Alta Fidelidad y cajas acústicas para Cine en Casa?

Hemos puesto interrogantes de manera intencionada para reflexionar sobre un tema recurrente en discusiones tanto teóricas como comerciales/prácticas, un poco a la manera de lo que sucede cuando en el ámbito de la estereofonía se habla de “cajas acústicas para clásica/jazz” y “cajas acústicas para rock/música electrónica”. Simplificando mucho, se podría decir que hay “cajas acústicas buenas” y “cajas acústicas malas”, siendo las primeras aquellas capacitadas para restituir fielmente todo tipo de contenidos.

JBL Stage 280F

Y cuando decimos fielmente nos referimos a lo cualitativo y en lo cuantitativo, léase precisión tonal y capacidad dinámica por un lado y, por otro, lograr que estos dos parámetros se mantengan intactos a medida que vamos aumentando el nivel de volumen. A ello hay que añadir un factor que suele ser determinante a la hora de la elección definitiva: las dimensiones de nuestra sala de estar y/o sala de escucha, que en la inmensa mayoría de casos son el mismo espacio. Llegados a este punto, es cierto que, sin pertenecer al ámbito de lo que hemos denominado “cajas acústicas malas”, hay sistemas de altavoces que, como consecuencia de su propia concepción y/o de los transductores que incluyen, se sienten particularmente a gusto con unos contenidos concretos.

JBL Stage 280F

Por ejemplo, aunque una buena dinámica siempre sea bienvenida, el exceso de la misma encajará mejor en el visionado de una película de acción moderna (lo último de James Bond, Top Gun: Maverik, las dos entregas de Dune y compañía) que en la escucha de un cuarteto de cuerda, mientras que una dosificación más “equilibrada” resultará del agrado de los usuarios “audiófilos”. El “exceso” en cuestión puede estar motivado por el diseño de los altavoces empleados y/o por la topología del filtro que los gobierna, y está claro que muchos aficionados les irá de perlas.

 

Stage 280F: una versátil columna al alcance de (casi) todos los bolsillos

La protagonista del presente Blog pasa por ser el buque insignia de la versión actualizada de la serie Stage de JBL, una de sus gamas de cajas acústicas para aplicaciones domésticas populares y asequibles a partes iguales. Partiendo del éxito de su predecesora, la Stage 2 se beneficia de aportaciones significativas en cada uno de sus aspectos clave, desde el diseño externo (con dos llamativos acabados de nombre Latte y Espresso) hasta los transductores, los puertos bass-reflex y los filtros divisores de frecuencias, con el objetivo de ofrecer unas prestaciones sonoras y una polivalencia sin parangón dentro de su segmento de precio.

JBL Stage 280F

En estas coordenadas, hay que reconocer que la Stage 280F es una caja acústica irreprochablemente construida que, en línea con lo que comentábamos anteriormente, tiene por objeto democratizar el sonido ágil, dinámico y transparente que caracteriza a la élitiste de la legendaria firma californiana. Una propuesta que ha sido posible por cortesía de la experiencia y el saber hacer únicos de una empresa carismática como pocas. De aspecto imponente y refinado, la Stage 280F basa sus atributos en el uso de un sistema de 2’5 vías/3 altavoces con dos puertos bass-reflex traseros acampanados, en el que destaca de inmediato la presencia de un tweeter con diafragma de aluminio anodizado de 25 mm, montado en la última generación (“Next Generation”) de la célebre guía de ondas con bocina HDI de JBL, y así maximizar la directividad, reducir la difracción y afinar la curva de respuesta en frecuencia dentro y fuera del eje de simetría.

JBL Stage

Lo complementan un par de woofers con cono estriado de Policelulosa de 203 mm, que permiten extender la respuesta en graves hasta nada menos que 33 Hz. La Stage 280F se complementa con otra gran novedad muy significativa en un producto de su precio: un filtro divisor de frecuencias de alta precisión en cuya sección de agudos encontramos bobinas con núcleo de aire y condensadores de mylar, mientras que en la de graves se utilizan bobinas laminadas y condensadores electrolíticos.

JBL Stage 280F

Gracias a este coctel de componentes “premium”, es posible manejar una potencia superior e incrementar la velocidad de transmisión de energía, y, en consecuencia, refinarse las prestaciones globales del sistema tanto en musicalidad pura y dura como en dinámica y, por lo tanto, en polivalencia música/cine. En paralelo, la compatibilidad con el módulo Atmos Stage 240H, que se instala en su panel superior, garantiza un realismo excepcional en la restitución de contenidos con sonido envolvente multidimensional basado en objetos, al tiempo que refuerza la inversión efectuada en la compra de la Stage 280F.

 

Un sonido rico e incisivo que resuelve con elegancia cualquier situación

Probamos las flamantes JBL acompañadas por un amplificador integrado estereofónico con DAC Stereo 230 de la británica LEAK, la mecánica de transporte CD a juego del mismo CDT, un giradiscos Pro-Ject Debut EVO 2 equipado con una cápsula fonocaptora Pick it MM EVO y un streamer WiiM Pro Plus, con conexiones a cargo de la alemana In-Akustik. Exhibiendo un sonido lúcido, incisivo y rico en matices desde el primer instante, la Stage 280F demuestra con muchísima clase que en JBL conocen bien su oficio, corroborando inapelablemente que el paso de la gama Stage a la Stage 2 ha sido fruto de una profunda reflexión, por cuanto da la sensación de que la columna en cuestión utiliza una configuración de 3 vías y no una de 2’5.

project debut evo 2

La respuesta hay que buscarla en la holgada curva de respuesta en frecuencia del conjunto formado por el tweeter HDMI y la bocina en la que está cargado, y la circuitería que se encarga de “integrarlo” con los dos woofers de 203 mm. ¿El resultado? Agudos transparentes y abiertos que van como anillo al dedo a cine y música por igual, medios ubicados en el lugar que les corresponde y graves genuinamente JBL, estando el conjunto armonizado hasta tal punto que lo que percibimos es una curva tonal subjetiva casi perfecta.