JBL L75ms a prueba
JBL L75ms a prueba
Fecha 31 Octubre 2021 Autor ada Tags JBL

Una propuesta decididamente redonda de una marca emblemática como pocas. Así se puede definir el sistema de audio inalámbrico “todo en uno” L75ms de la estadounidense JBL, un conjunto que bajo la estética de una estilizada y curva caja acústica para el canal central, alberga una dotación de altavoces y tecnologías acorde con la tradición de una marca que, no en vano, acaba de celebrar su 75 cumpleaños situada en lo más alto.

JBL L75ms a prueba

Pero hay más elementos que convierten al L75ms en decididamente cautivador, empezando por los guiños visuales a las renovadas cajas acústicas Classic de JBL y terminando por una conectividad que permite al usuario utilizar como fuente de música cualquiera de sus dispositivos favoritos. Todo ello, por supuesto, sin olvidar el factor clave en toda realización firmada por JBL: una configuración electroacústica que bebe de la legendaria ingeniería de la compañía de Northridge y permite al L75ms proporcionar una calidad sonora que combina no sólo transparencia, precisión tonal y garra, sino también, gracias a inteligentes ayudas electrónicas, una presentación espacial rebosante de credibilidad para un sistema integrado en un único recinto.

 

Sistemas de audio todo en uno: una propuesta siempre actual e interesante

Como su nombre indica, un sistema de audio "todo en uno" es un equipo que puede reproducir contenidos procedentes de varias fuentes e incorpora sus propios altavoces. En algunos casos, dichos altavoces están integrados en el propio recinto del equipo, mientras que en otros son unidades separadas y desmontables que se pueden conectar al conjunto principal, que, lógicamente, incluye un amplificador. En lo que respecta a las opciones de reproducción disponibles, todo dependerá del modelo, pudiendo algunos sistemas reproducir discos de vinilo, casetes compactas, CD’s, archivos de audio almacenados en memorias USB o tarjetas SD, todo ello sin olvidar el ahora mismo imprescindible streaming de música desde servicios online especializados (“Hi-Res” incluida, por supuesto) con y/o sin cables, en este último caso vía Wi-Fi o Bluetooth.

JBL L75ms a prueba

Durante mucho tiempo, la adquisición de un sistema de audio “todo en uno” estuvo vinculada prácticamente al 100% a motivos de presupuesto y/o estéticos, pero desde hace ya un buen montón de años los progresos tecnológicos habidos tanto a nivel electrónico como acústico y electroacústico han permitido a los fabricantes más comprometidos con la calidad poner a punto diseños cuyas prestaciones sonoras son capaces de competir con la de no pocos conjuntos formados por componentes separados. Todo ello sin dejar de lado las ventajas históricas de los sistemas “todo en uno”: estética muy atractiva, tamaño muy compacto y, en la mayoría de casos, un precio muy competitivo.

 

L75ms: una verdadera preciosidad para honrar la tradición de JBL

Sus creadores lo definen como un “sistema de música integrado de altas prestaciones”, pero en realidad es mucho más que eso, como corresponde a un producto cuya salida al mercado ha coincidido con la celebración del 75º aniversario de JBL. Relativamente compacto –mide poco menos de 1 metro de anchura- y muy estilizado, el L75ms se dirige a los aficionados que buscan una forma más fácil de escuchar su colección de música sin sacrificar calidad sonora en el sentido “Hi-Fi” del término. Planteado como una reimaginación moderna del concepto de sistema de Alta Fidelidad tradicional, el L75ms encuentra su inspiración formal en la celebrada estética de la Serie Classic de JBL, con la que comparte su acabado en chapa de madera de nogal y su icónica rejilla protectora de espuma Quadrex.

JBL L75ms a prueba

Detrás de esa poderosamente llamativa apariencia retro se esconde una tecnología electrónica y acústica de gran nivel, que combina compatibilidad con audio en alta resolución y una generosa conectividad por cable e inalámbrica. De todo ello hablaremos más adelante. En lo que respecta a la configuración acústica, el L75ms utiliza un depurado sistema bass-reflex (con dos puertos frontales que multiplican sus opciones de instalación) de tres vías formada por dos woofers con cono de pulpa pura de 130 mm, dos tweeters de cúpula de aluminio de 25 mm y un altavoz de medios con cono de pulpa pura de 100 mm, estando el conjunto excitado por una electrónica de amplificación cuya potencia total de 350 vatios continuos asegura un nivel de presión sonora máximo de 106 dB con una distorsión extremadamente baja. Como consecuencia de ello, no exageramos si decimos que el JBL pude colocarse sin problemas incluso en salas de tamaño mediano a grande.

JBL L75ms a prueba

Por otro lado, la combinación del panel frontal curvado con una sofisticada circuitería que permite compensar la ubicación del L75ms y expandir el campo sonoro, hace que este sistema de audio “todo en uno” de JBL ofrezca un nivel de realismo en la presentación espacial del sonido que supera por goleada al de la inmensa mayoría de realizaciones homologables en clase y precio. Por su parte, el streamer integrado aporta potentes funcionalidades para reproducción de música en red tanto con cables como sin ellos, en este caso vía Ethernet, Google Chromecast Built-in, Apple AirPlay 2 y Bluetooth 4.2. Una circuitería de conversión D/A con tecnología de 32 bits/192 kHz garantiza una definición máxima en la reproducción de todo tipo de música. Además de reproducir audio inalámbrico de muy alta calidad, el L75ms también incorpora varias conexiones para fuentes basadas en soportes físicos, como es el caso de una entrada de fono compatible con cápsulas de imán móvil (MM), una entrada HDMI con ARC y una entrada analógica auxiliar para clavija de 3’5 mm. En este sentido, resulta particularmente útil la entrada HDMI con ARC, por cuanto permite utilizar el L75ms para complementar un televisor de última generación.

 

Sonido genuinamente JBL para resolver con elegancia múltiples situaciones

Probamos el L75ms en una sala de dimensiones medianas conectado a un monitor Sony FWD-65AG8/T (pantalla OLED de 65”) y un giradiscos Pro-Ject Debut PRO, utilizando como fuente digital de audio –vía AirPlay 2- un iPhone de última generación. No se pude negar que el JBL está verdaderamente bien resuelto porque la efectividad de su funcionamiento en cuanto a acceso a contenidos remotos y control (muy recomendable la gestión vía MusicLife app) es complementada con honores por la que por lógica es la verdadera “madre del cordero” de cualquier producto con pretensiones de calidad: un sonido rápido, limpio e incisivo (y además tanto en digital como en vinilo) que resuelve con aplomo tanto la reproducción de una pieza de rock, jazz o música clásica como la de una banda sonora cinematográfica.

PROJECT DEBUT PRO

Por otro lado, la combinación de los puertos bass-reflex de emisión frontal con la electrónica de “conformación” del campo sonoro dota al JBL de una capacidad para llenar salas que en principio no cabría asociar a un producto con sus dimensiones. Más aún, el control ejercido en la zona baja posee la contundencia suficiente para obviar el uso de un subwoofer, al poderse reproducir sin distorsión apreciable ni perdidas frecuencias del orden de 50 Hz. Todo lo dicho nos lleva a la conclusión de que el L75ms es un producto tan bonito como eficaz cuya polivalencia permite resolver con elegancia (y además por un precio muy razonable) un amplio espectro de situaciones con el fantástico “plus” de un diseño industrial único.