El protagonista del presente Blog es fruto directo del enorme éxito cosechado por el sistema de audio estereofónico “todo en uno” 4305P de la mítica firma californiana JBL, que vio la luz en la edición de 2022 del prestigioso certamen High End de Múnich. Justo un año después, en 2023, el flamante 4329P nos ofrece una versión corregida y aumentada de su celebrado predecesor para que los amantes de la reproducción sonora a tamaño natural puedan disfrutar de su música favorita mediante un equipo sin apenas complicaciones formales.
Expresado con estas palabras, el nuevo JBL puede definirse tranquilamente como una especie de “plug&play” de lujo, al combinar un amplio elenco de opciones de conectividad analógica, digital e inalámbrica con el elemento que le permite verdaderamente marcar la diferencia: una configuración electroacústica protagonizada por altavoces de la respetada familia Studio Monitor de la mítica compañía estadounidense con amplificadores dedicados. El resultado es un sonido genuinamente “pro” en su versión estudio de grabación, que cautivará a los entusiastas de la presencia, la pegada y la dinámica… en definitiva, de esa inconfundible sensación que provoca la música en directo.
Cajas acústicas activas: las indiscutibles ventajas de una “entente” perfecta
Sobre el papel, una caja acústica activa (con su propia amplificación) es perfecta. Sucede simplemente que en el universo del audio High End a la inmensa mayoría de aficionados les gusta experimentar con el mayor número de asociaciones amplificador/cajas acústicas posible hasta dar con la que mejor se adapte a la sonoridad de sus sueños. Sin embargo, en otros ámbitos en los que las apreciaciones subjetivas, pese a estar ahí, son menos concluyentes, como por ejemplo el de los estudios de grabación o, ya a un nivel más “práctico”, el de la sonorización profesional o semiprofesional, el concepto de conjunto de altavoces activo tiene un atractivo incuestionable.
En primer lugar, porque ahorra el espacio ocupado por la electrónica de preamplificación y amplificación de potencia y en segundo lugar porque en los diseños realmente depurados (que algunas marcas englobadas en el High End “clásico” siguen utilizando en sus realizaciones más emblemáticas), el amplificador encargado de excitar a cada transductor está hecho a medida para el mismo, con lo que ello comporta en términos de optimización de la relación entre ambos elementos y, por supuesto, de simplificación del filtro divisor de frecuencias.
Al respecto no hay que perder de vista que una circuitería de filtrado tradicional, es decir, ejecutada únicamente con componentes pasivos (resistencias, condensadores y bobinas) es una fuente de pérdidas que puede complicar mucho las cosas, aunque ahí manda el célebre “sarna con gusto no pica” porque si el afinado de la misma hace que el resultado final sea del agrado del propietario del equipo, nada hay que discutir. En cualquier caso, las pérdidas mencionadas se reducen de manera drástica en un esquema activo, al tener los distintos transductores del mismo un amplificador “dedicado”, por lo que en principio la calidad sonora global debe estar a la altura de las expectativas de los más exigentes.
Versatilidad y comodidad extremas con tecnología y musicalidad “pro” en clave JBL
No cabe la menor duda de que el equipo de audio estereofónico “todo en uno” basado en cajas acústicas activas 4329P de JBL ejemplifica a la perfección las bondades del concepto de sistema de altavoces amplificado, que completa con unas opciones de acceso a contenidos externos, ya sean tradicionales o remotos, sencillamente brutales. Dotada de una estética inconfundible que conecta con la de la celebrada, en realidad ya mítica, gama Studio Monitor de la veteranísima compañía estadounidense, esta versátil y refinada propuesta destaca por la espléndida mezcla de flexibilidad formal y tecnología electroacústica “pro” que aporta, ofreciendo al aficionado exigente máximo realismo sonoro huyendo a la vez de los engorros inherentes a los equipos “multicomponente” convencionales.
Con un recinto construido en paneles de MDF de 19 mm de grosor bellamente terminados en madera natural en sintonía con las series más exclusivas de JBL, cada una de las dos cajas acústicas que forman el 4329P utiliza una configuración acústica bass-reflex (con doble puerto frontal) de 2 vías y 2 altavoces íntegramente desarrollados por la marca californiana. En concreto, tenemos un tweeter 2409H con diafragma de Teonex de 25 mm, cargado en una sofisticada bocina de alta dispersión con geometría HDI, y un “midwoofer” con cono de pulpa de papel negra de 203 mm, chasis de fundición, motor magnético ventilado y anillo estabilizador de aluminio. En lo que respecta a la parte electrónica, el elenco de virtudes del 4329P es espectacular, empezando por el uso de amplificadores separados para los transductores de cada caja (50 W para el tweeter y 250 W para el woofer, ergo 600 W en total) y continuando con la integración de un streamer “Hi-Res” que facilita el acceso a un amplísimo abanico de contenidos de música gracias a su compatibilidad con Google Chromecast, Apple AirPlay 2 y Bluetooth 5.3.
Un “chip” de conversión D/A con tecnología de 24 bits/192 kHz asegura, junto con una precisa gestión por DSP, la perfecta transmisión de un amplio espectro de señales de audio (DSD incluidas), siendo posible unir las dos unidades que forman el 4329P mediante un enlace digital físico (hasta 24 bits/192 kHz) o por vía inalámbrica (hasta 24 bits/96 kHz). El 4329P, que está homologado Roon Ready, se completa con una toma USB asíncrona para conexión a PC’s portátiles o de sobremesa, una entrada analógica con conectores XLR/TRS (de ¼”) y un conmutador de selección de la sensibilidad de entrada para alternar entre conexiones balanceadas y no balanceadas.