Final F3100 a prueba
Fecha 23 Diciembre 2016 Autor Juan Tags Final Audio

La puerta de entrada de la nueva serie de auriculares intraaurales F de Final es una magnífica demostración del inteligente goteo de tecnologías que aplica la perfeccionista firma nipona desde sus modelos más elitistas hasta los más democráticos.

En el caso de los F3100, tenemos un diseño anatómico que, en combinación con soluciones de ingeniería exclusivas –entre ellas la adaptación de un diminuto transductor “Balanced Armature”-, ha hecho posible obtener un sistema capaz de proporcionar alta presión sonora y elevada musicalidad minimizando a la vez la fatiga auditiva. Ultraligeros –sólo pesan 10 gramos- y perfectamente adaptables a todo tipo de reproductores portátiles, los F3100 son toda una revelación.

 

Microingeniería de precisión al servicio de la música

Solución muy popular entre los usuarios que se llevan la música, literalmente, a cualquier parte, los auriculares intraaurales tienen por su propia naturaleza el inconveniente, por lo menos de cara a quienes buscan un mínimo de calidad sonora, de que la música es “inyectada” directamente en el aparato auditivo, con lo que ello comporta en posibles daños cuando el nivel de presión es muy alto.

No hay muchas soluciones efectivas para minimizar los riesgos que comporta esta realidad, a la vez que son muchos los usuarios que, por desgracia, no los tienen en consideración. Entre las opciones válidas al respecto habría que destacar, no obstante, dos: una de tipo conceptual y otra en términos de ingeniería. En el primer caso, la solución más apropiada sería adaptar el “casco” del auricular propiamente dicho a las particulares condiciones del canal auditivo, mientras que en el ámbito de la ingeniería la solución obvia sería elegir un tipo de transductor que destacara por ofrecer un sonido espacioso y equilibrado en esas condiciones tan especiales.

Todo ello, por supuesto, sin dejar de lado consideraciones ya más “mundanas”, como las referidas al peso (por regla general, se busca que los auriculares intraaurales sean lo más ligeros posible) o, a nivel más “técnico”, la impedancia (para garantizar la perfecta compatibilidad con todo tipo de dispositivos portátiles) y la sensibilidad. Es en estas coordenadas donde la cada vez más prestigiada marca japonesa sitúa su serie de auriculares intraaurales F, presentada en sociedad en Múnich a principios del pasado mes de mayo y a la que pertenece el protagonista de estas líneas: el modelo Final F3100, puerta de entrada a la nueva gama.

Extraordinariamente ligeros gracias al uso de una ingeniería optimizada, los Final F3100 deben su nombre a la particular geometría que utilizan en los “cascos”, que realza el concepto de forma al servicio de la función. El primer elemento de diseño crítico de estos sofisticados auriculares intraaurales es precisamente un “casco” creado para minimizar la distancia entre el tímpano y el transductor. De este modo, el usuario puede colocar el auricular tanto en la zona posterior como en la entrada del canal auditivo, así como modificar la calidad del sonido eligiendo distintos “tapones”, que a su vez pueden ser de silicona o de espuma. Por otro lado, el usuario también puede cambiar la posición del “tapón” para que el sonido esté enfocado directamente hacia el mismo, lo que también constituye una manera efectiva de ajustar la calidad sonora.

En lo que respecta a la parte acústica propiamente dicha, los F3100 destacan por combinar un sofisticado y diminuto transductor de tipo “Armazón Balanceado” o “Armadura Balanceada” de gama completa con un “casco” de aluminio perfectamente mecanizado, que bloquea potenciales vibraciones y contribuye a maximizar la limpieza del sonido. Es interesante comentar que los ingenieros de Final insisten especialmente en su empeño por minimizar al máximo los elementos clave de los F3100, lo que nos lleva al más complejo de los mismos, es decir, el mencionado transductor (léase el altavoz). Un transductor de tipo “Balanced Armature” se caracteriza por su capacidad para reproducir sonido de Alta Fidelidad a partir de unas dimensiones excepcionalmente reducidas, aunque en el caso de los F3100 se utiliza un diseño modificado especialmente siguiendo especificaciones de Final.

Los “Balanced Armature” –los hay de varios tipos- emplean una estructura notablemente compleja con elementos que difieren sustancialmente con respecto a los altavoces electrodinámicos empleados en la inmensa mayoría de auriculares intraaurales. Así, en un altavoz de Armazón Balanceado la bobina es estacionaria, lo que permite utilizar mucho más cobre en la misma y reducir de este modo posibles pérdidas, a la vez que el acoplamiento al circuito magnético también es más robusto que en un sistema convencional. También la superficie magnética es más grande y por lo tanto permite crear un campo de excitación mayor, lo que tiene como resultado un nivel de presión sonora más elevado para unas dimensiones dadas. Por otro lado, la mayor masa de las partes móviles (diafragma y bobina) de un altavoz convencional (electrodinámico) hace que le resulte más difícil reproducir de una manera más eficiente las frecuencias altas del espectro, en comparación con uno de tipo “Balanced Armature”, que utiliza un diafragma más delgado y ligero y, como decíamos anteriormente, una bobina estacionaria.
La conclusión de todo lo dicho es que los F3100 pueden exhibir, gracias al “afinado” efectuado por Final, unas cualidades sonoras inusuales en los diseños de su clase, a la vez que sus 42 ohmios de impedancia y sus 106 dB de sensibilidad facilitan la plena compatibilidad con reproductores portátiles y “smartphones”, en principio sus “complementos naturales”. Otro elemento de ingeniería fundamental de los F3100 es el exclusivo conector MMCX en forma de “F” de alta precisión que incorporan, hecho a medida para Final por un fabricante suizo de gran reputación. A ello hay que añadir un cable de conexión de cobre OFC que ha sido afinado para maximizar parámetros como la amplitud de la escena sonora -¡sí, hablamos de espacialidad en unos auriculares intraaurales- o la extensión de la respuesta en graves.

 

Sonido poderoso y amplio a la vez que relajado

La percepción de que Final ha hecho algo muy especial con los F3100 se hace inmediata con sólo conectarlo a un reproductor portátil Astell & Kern Jr. Probamos tanto con los tapones de silicona como con los de espuma, y la verdad es que el nivel de comodidad de ambos nos parecen geniales, aunque los de espuma son algo más cómodos y permiten una escucha menos incisiva, más relajada. Cuestión de gustos. Pero, por ecima de todo, una sensación especial: la de no llevar puestos unos auriculares.

Llama la atención el elevado nivel de presión sonora que son capaces de proporcionar estos ligerísimos y sofisticados auriculares intraaurales, destacando especialmente una gama alta que, en sintonía con lo que Final ya ha comercializado utilizando su particular declinación del transductor “Balanced Armature”, es tan rica y transparente como poco agresiva. Por su parte, la gama dinámica es soberbia, no en vano estamos con unos auriculares cuya sensibilidad es de 106 dB. Y en cuanto a las voces, nos gusta su sentido del equilibrio y su perfecta articulación, mientras que los graves brillan a un gran nivel con todo tipo de grabaciones. Desde luego, los F3100 son la exclusa infalible para llevar el universo del audio “hi-res” a la intimidad, con la garantía de unas prestaciones que beben de las de sus más exclusivos hermanos mayores.