DEVIALET : SAM (Speaker Active Matching)
Fecha 27 Junio 2014 Autor Juan Tags Devialet

Llega la segunda revolución de Devialet : SAM

El protagonista de este blog es la innovadora firma francesa Devialet, que con sus excepcionales electrónicas integradas con procesado digital incorporado, capacidad de conexión a redes, construcción y diseño “lifestyle” radicales y unas posibilidades de configuración online “a la carta”  sin precedentes han supuesto una verdadera revolución en el conservador mundo del sonido de excepción.

Ya cuando vio la luz, y dejando aparte su exclusiva y deslumbrante estética, Devialet llamó la atención por un desarrollo que marcó su impronta: el esquema de amplificación híbrido analógico/digital ADH, que demostró a muchos aficionados que el uso combinado de etapas de salida configuradas en Clase D y fuentes de alimentación conmutadas de alta potencia podía proporcionar unos resultados comparables a las de los mejores diseños basados en fuentes de alimentación lineales. Más aún, la plataforma sobre la que descansa el concepto Devialet hizo posible incorporar mejoras tan impensables –al ejecutarse por vía software- en los amplificadores convencionales como son el aumento desde 2.100 vatios hasta 3.000 vatios en la potencia de pico de las fuentes de alimentación de sus electrónicas. Pues bien, el hecho de que los Devialet estén equipados con un “cerebro” digital de muy altas prestaciones ha hecho posible, junto con el talento de los ingenieros de la marca, realizar otro “salto cuántico” materializado en lo que la propia marca denomina su “segunda revolución”: el procesado de señal SAM, que protagoniza el presente Blog.

 

Innovación de verdad

Para los amantes de la tecnología digital puntera aplicada a la mejora de los equipos de audio, lo primero que hay que aclarar es que SAM son las siglas de “Speaker Active Matching”, que podría traducirse por “Adaptación a Cajas Acústicas Activa”.
Hace ya un buen par de décadas, coincidiendo con la supresión de las restricciones para que la industria de consumo pudiese acceder la tecnología de procesado digital de señal (DSP) más avanzada, algunos fabricantes afirmaron haber creado el “Santo Grial” para conseguir la adaptación perfecta entre, por ejemplo, cajas acústicas y sala de escucha. Sin embargo, el SAM es diferente y, sin ninguna duda, superior, lo que se traduce en unos resultados sonoros en consonancia. Diferente en el objetivo porque, en este caso, lo que se busca es la adaptación entre amplificador y cajas acústicas, lo que implica un acercamiento muy audaz a un “problema” que da  problemas a la hora de configurar equipos de audio de altas prestaciones: la búsqueda de una sinergia perfecta entre los dos componentes mencionados. Y diferente en la ejecución porque, contrariamente a lo que sucedió con propuestas comparables, el SAM se aprovecha, como acabamos de señalar, de la enorme potencia de cálculo de los nuevos amplificadores de Devialet –modelos 120, 200, 250, 400 y 800- con el fin de realizar las complejas operaciones necesarias para el objetivo buscado en el dominio del tiempo y no en el de la frecuencia. ¿Y qué significa esto? Intentando ser lo menos “técnicos” posible, trabajar en el dominio del tiempo significa llevar a cabo un determinado proceso en tiempo real, es decir, mientras está teniendo lugar. Esto significa que no puede haber errores y que la velocidad del tratamiento de la señal, de procesado, debe ser extremadamente alta, idealmente infinita, aunque por suerte las limitaciones de la “máquina” humana permiten conformarse con algo menos.


El segundo parámetro queda perfectamente cubierto por la plataforma DSP que constituye el “cerebro” de los Devialet, que, al funcionar con palabras de 40 bits/192 kHz en coma flotante a 400 MHz y disponer de un total de 4 canales, permite ejecutar varias operaciones clave prácticamente en paralelo y con una precisión extraordinaria gracias a su reloj de sincronismo de precisión ultra-alta y muy bajo nivel de “jitter”. Pero para que el concepto que hay detrás del SAM se materialice sin errores hace falta algo más, y ahí es donde entra en juego el reconocido talento de los genios que hay detrás de Devialet, que han conseguido crear un algoritmo, un modelo matemático extremadamente avanzado que permite modelar con una fidelidad única el comportamiento de cada caja acústica.

Si, de cada caja acústica, lo que significa que el SAM trabaja con los diferentes parámetros eléctricos, mecánicos y acústicos que confirman el comportamiento de cualquier sistema de altavoces. Al respecto es crucial saber que los avances en teoría electroacústica permiten modelar - obtener un circuito eléctrico equivalente y por lo tanto que se rige por las leyes de la teoría de circuitos- todos y cada uno de los elementos de un altavoz y, por extensión, de un conjunto de altavoces y la electrónica que lo gobierna, es decir, de una caja acústica.


Pues bien, lo que se había hecho hasta ahora es realizar esta adaptación trabajando en lo que se llama “dominio de la frecuencia” –porque hacerlo en el del tiempo resultaba demasiado arriesgado- y utilizando por tanto enormes bancos de filtros digitales (de respuesta impulsional infinita o IIR o respuesta impulsional finita o FIR).
¿El problema? Muy fácil: que por mucha potencia de cálculo que tuviésemos a nuestra disposición y muy refinado que fuera el algoritmo empleado, el “cambio de dominios” implicaba, por rápido que fuese, la aparición de rotaciones de fase extras o retardos temporales y, en consecuencia, un comportamiento inferior a lo esperado en la respuesta a los transitorios.
Por el contrario, el procesado SAM se lleva a cabo justo antes de las secciones de conversión D/A y de amplificación, lo que significa que tiene en cuenta todos y cada uno de los elementos (carga acústica, parámetros del filtro) de la caja acústica con la que se trabaja, desplazamiento máximo de los altavoces incluido.

De este modo, se consigue lo que los ingenieros de Devialet denominan “alineamiento exacto entre una señal musical previamente grabada y la onda de presión que alcanza la oreja del usuario durante la sesión de escucha”, es decir, optimizar verdaderamente la relación entre amplificador y cajas acústicas. Además, el esquema desarrollado por Devialet permite incluso actuar sobre parámetros tales como la protección frente a posibles sobrecalentamientos, lo que influye directamente en el control de la tradicionalmente nefasta compresión dinámica (una auténtica “asesina de música”) y, por lo tanto, en una mejora palpable de la respuesta a los transitorios. En fin, que nos parece muy sensata la aseveración de Devialet en el sentido de que el SAM convierte al conjunto formado por cajas acústicas pasivas y amplificación en un todo activo. A los amantes de la tecnología les diremos que el SAM combina latencia cero (el intervalo que transcurre entre estímulo y respuesta), ausencia de pre-eco y ausencia de realimentación, lo que significa que es muy poco invasivo en el contenido de la señal a tratar. Y también que la instalación del SAM no comporta tocar el hardware, ya que se lleva a cabo con la herramienta de configuración online de Devialet. Evidentemente, una de las claves del sistema es que está perfectamente adaptado a la caja acústica con la que se vaya a trabajar y, por lo tanto, el fabricante de la misma debe suministrar antes los datos pertinentes a Devialet, detalle que no constituye ningún inconveniente especial porque la lista crece y crece cada semana (está publicada en el sitio web de la marca) como consecuencia de su éxito.

 

 

Mejoras inapelables, en algunos casos deslumbrantes

El SAM es uno de los mejores argumentos que se nos ocurren para hacer cierto el lema de Devialet cuando dice que "algún día todo el mundo" tendrá un amplificador de la marca. Porque, seamos sinceros: ¿cuántas veces hemos hablado de la famosa y nunca del todo resuelta sinergia entre amplificador y cajas? Así que probamos el SAM con un Devialet 250 y dos cajas acústicas “nuestras” que conocemos a la perfección y tenemos siempre en perfecto estado de revista: la Wilson Audio Sophia Series 3 y la Sonus faber Venere 2.5. Devialet afirma sobre el SAM que las mejoras observadas pueden ser a veces sutiles, a veces notables y a veces espectaculares, pero que en todo caso siempre las hay y que a grandes rasgos se concentran en las siguientes: mayor impacto, sobre todo en los transitorios; mejor sentido del ritmo y el tempo de la música; mejor imagen sonora; nivel de detalle superior. Desde luego, podría decir que con las Wilson Sophia, que no en vano han sido tradicionalmente utilizadas por nosotros para combinar con Devialet, se notan mejoras subjetivas en todos los parámetros mencionados, destacando especialmente un impacto mayor en los graves (consecuencia lógica del superior control del movimiento de los altavoces), unos agudos más cálidos y una escena sonora más amplia tanto en el plano vertical como en el horizontal. El resultado es que la sensación de naturalidad en la reproducción de pasajes complejos aumenta de manera muy notable. Más impactantes todavía –aunque proporcionalmente idénticos- son los cambios experimentados por las Venere 2.5, que al ser unas cajas acústicas menos depuradas que las Wilson acusan mucho más la optimización de su relación con una electrónica de altos vuelos como la Devialet 250. Aquí las mejoras son identificables de inmediato, y además con cualquier pieza musical, desde una voz solista hasta una orquesta de grandes dimensiones: agudos y medios más matizados y ricos (lógico, ya que hay menos distorsión y más control sobre los diafragmas de los correspondientes transductores); graves brutalmente “revitalizados” hasta el punto de dar la impresión de que los woofers eran otros; mantenimiento absoluto de la integridad de la presentación espacial del sonido y, de nuevo, una sensación de naturalidad que obliga a reflexionar sobre la cantidad de energías que se desperdician cuando combinamos electrónicas y cajas acústicas a la manera tradicional.
El SAM es una solución elegante y real a un problema que está ahí. Lo dice Devialet y lo corroboramos nosotros: el SAM es una auténtica revolución. ¡Y apenas lo acabamos de conocer!