La californiana (y no sólo porque tenga su sede en la ciudad de San Diego sino también porque todos sus productos se diseñan y fabrican íntegramente allí) Dan Clark Audio es sin ninguna duda la incorporación más excitante de los últimos años al ultracompetitivo universo de los auriculares de alta calidad. Lo demuestran con nota los flamantes Aeon 2, nuevo punto de partida de la marca y que mediante la combinación de su exclusiva tecnología de transductores magnéticos planos mejorada y un poderoso elenco de astucias de ingeniería, logran pulverizar los actuales registros en materia de relación calidad/precio dentro de las realizaciones de su categoría, ofreciendo un sonido ágil, transparente y muy relajado.
Y además con el añadido de una particularidad que por el momento sólo ofrece Dan Clarke: la posibilidad de elegir entre una versión con cascos completamente cerrados y otra con casos abiertos por su zona posterior. Sin duda, todo un lujo… ¡y además asequible!
Transductores magnéticos planos: una tecnología con casi medio siglo de vida
Al igual que sucede con las cajas acústicas, las que los auriculares son en cierto modo una versión “a escala”, la inmensa mayoría de auriculares existentes en el mercado utilizan transductores electrodinámicos. Pero, también como sucede en el mundo de las cajas acústicas, en el de los auriculares hay tecnologías alternativas, siendo las más conocidas la electrostática y la de altavoces magnéticos planos o “planar”. Si miramos con un poco de detalle el funcionamiento de cada uno de los sistemas de transducción mencionados, observaremos de inmediato que la diferencia formal la marca el hecho de que en los modelos electrostáticos y “planar” los diafragmas de los altavoces son no sólo sustancialmente más grandes que los de sus homólogos electrodinámicos, sino también completamente planos. Lo que acabamos de decir tiene implicaciones directas en parámetros implicados con nuestra percepción del sonido, en principio una transparencia y una aireación superiores.
Pero también comporta problemas de ingeniería relacionados con las intimidades técnicas de los altavoces electrostáticos y “planar”, que penalizan de manera sustancial un parámetro fundamental para la inmensa mayoría de aficionados: el precio. En el caso concreto de los modelos electrostáticos, tal penalización es incluso superior, al necesitarse una electrónica dedicada para excitar debidamente los transductores empleados. Cierto que el resultado en términos de musicalidad pura y dura puede ser sublime –ahí están los Dan Clark Audio Voce para demostrarlo- pero es que, por otro lado, también se circunscribe su empleo en aplicaciones de Alta Fidelidad “estacionarias”, al ser la portabilidad poco menos que inviable. De ahí el interés de la tecnología “planar” a brindar la posibilidad de disfrutar de la presentación espacial ofrecida por los modelos electrostáticos y las conocidas virtudes prácticas de los diseños basados en transductores electrodinámicos, léase pegada en graves, portabilidad, “atacabilidad” (gracias a su elevada sensibilidad y, aunque no siempre, una impedancia manejable, léase inferior a 100 ohmios) por parte de un amplio repertorio de dispositivos y, por supuesto, precio.
Llegados a este punto, hay que tener en mente un hecho clave relacionado con los auriculares “planar”: contrariamente a lo que sucede en unos auriculares electrodinámicos, en los que un imán hace vibrar un diafragma para producir sonido, en un transductor magnético plano es un panel flexible el que se sitúa en una estructura sándwich entre dos rejillas de imanes. A diferencia de los auriculares electrostáticos, también concebidos en base a una membrana rodeada de imanes, la membrana del altavoz “planar” está recorrida por minúsculos hilos eléctricos. Este sistema permite crear efectos de atracción/repulsión al oponerse/atraerse los imanes utilizados en función de la corriente que los atraviesa. Dichos imanes, o estatores, están cortados de un modo muy preciso para que hagan vibrar la membrana –el panel flexible al que nos acabamos de referir- de manera uniforme. Para conseguir esto, se colocan los imanes polo a polo, creándose unos campos de fuerzas de tal modo que cuando una corriente recorre los conductores eléctricos de la membrana, los mencionados campos de fuerzas se modifican y hacen que la misma se mueva.
Este funcionamiento permite un control muy preciso puesto que se activan sólo ciertas zonas de la membrana y no la totalidad de la misma. Asimismo, el ajuste de los imanes influye en la distorsión armónica y la linealidad, proporcionando a cada diseño una “firma” sonora propia en el que destaca especialmente la rotundidad y el control de la respuesta en graves.
Aeon 2: marcando la diferencia gracias a una tecnología ingeniosa
Lo que acabamos de decir nos lleva directamente al producto que protagoniza el presente Blog: los auriculares circumaurales Dan Clark Audio Aeon 2. Fabricados en EE.UU. y disponibles en versión con cascos cerrados (“Closed”) o con cascos abiertos por su zona posterior (“Open”), los Aeon 2 tienen en el exclusivo transductor magnético plano “V-Planar” su elemento diferenciador clave, por cuanto permite reducir de manera sustancial la distorsión, mejorar la respuesta a los transitorios y extender la curva de respuesta en frecuencia con respecto a diseños basados en el mismo concepto. La explicación de tamaño logro la encontramos en el hecho de que la tecnología “V-Planar” pliega el diafragma haciendo que se convierta en una especie de acordeón cuando necesita realizar los elevados desplazamientos requeridos por las notas más bajas.
Cuantos más pliegues tenga, un acordeón podrá expandirse y contraerse sin estirar el material del que está hecho, permitiendo de este modo a los pliegues del diafragma del transductor “abrirse” ligeramente durante los desplazamientos más importantes. De este modo, el “V-Planar” no sólo desplaza más aire en las frecuencias bajas, sino que proporciona una dinámica y una respuesta a las frecuencias altas superior, así como una menor distorsión. Gracias a la incorporación de soluciones de ingeniería desarrolladas durante la creación del modelo “planar” de referencia de Dan Clark Audio, los sensacionales Ether 2, los Aeon 2 incluyen un transductor “V-Planar” de nueva generación diseñado partiendo de cero, que utiliza el motor magnético de aquéllos, cuya estructura ha sido invertida 180 grados para eliminar elementos de flujo desde el diafragma hasta el oído. Sus creadores también han simplificado los elementos de flujo concentrándolos en una única construcción, suprimiéndose espacios vacíos de aire para mejorar el flujo de aire interno.
Por otro lado, estructuras de flujo con mecanizado de alta precisión sustituyen a componentes moldeados por inyección, a la vez que el superior nivel de amortiguamiento del transductor ha permitido mejorar la resolución y la dinámica, así como suavizar la curva de respuesta en frecuencia. En concreto, hay que destacar una expresión tonal más cálida y completa para la versión con cascos cerrados, una zona media/baja más esbelta para la versión con cascos abiertos y una escena sonora mucho más amplia para los dos modelos. A todo ello se suma una portabilidad de muy alto nivel –a destacar la diadema de “metal con memoria”, alias NiTinol revestida de piel teñida- que, pese al comedido precio de los Aeon 2, se ha conseguido sin sacrificar prestaciones, fiabilidad ni confort de uso, siendo el resultado un exclusivo diseño plegable materializado en un mecanismo particularmente atractivo que logra mejorar de forma perceptible la integridad estructural del conjunto.
Una fluidez, una capacidad analítica y una espaciosidad desconcertantes
Los 13 ohmios de impedancia y la moderadamente alta sensibilidad de los Aeon 2 (92 dB/mW para la versión abierta y 94 dB/mW) para la versión cerrada, proporcionan mucha libertad a la hora de asociarlos a una determinada fuente, por cuanto la misma puede ser tanto portátil como estacionaria.
En combinación con un reproductor portátil “Hi-Res” Astell&Kern SA700, los Dan Clark Audio deslumbran por la honestidad de su sonido tanto en términos de presentación global como de capacidad de análisis de microinformaciones y, muy importante, dinámica. Pero es que además tal percepción la tenemos tanto con la versión Closed como con la Open, lo que significa que los creadores de los Aeon 2 han logrado afinar el diseño tanto del transductor “V-Planar” como el de los cascos para que las diferencias de sonido entre las dos opciones posibles sean únicamente las asimilables a cada sistema, léase más pegada en graves y aislamiento del exterior en el caso de los Closed y más aireación en los Open, todo ello manteniendo una sensación de presencia física de los intérpretes muy similar. Por lo demás, estamos ante unos auriculares tremendamente cómodos -apenas 350 gramos- que invitan a realizar largas sesiones de escucha.