D´Agostino Momentum Mono
Fecha 1 Agosto 2013 Autor Juan Tags Varios

En compañía de las D’Agostino Momentum Mono

No es fácil explicar con palabras las sensaciones que produce la escucha de un componente de audio nacido para la leyenda. Al fin y al cabo, ¿qué es su creador, D’Agostino, sino una leyenda viva del audio High End de todos los tiempos? Nueva aventura empresarial de un eterno enamorado de la música y la tecnología que a menudo antepone la pasión al negocio, D’Agostino Master Audio Systems hace realmente honor a su nombre. Hablando con sinceridad: Dan no va de farol, hasta el punto de que el mítico fundador de Krell –compañía en la que sigue teniendo importantes intereses- se ha superado a sí mismo en la forma de una selecta gama de productos que recuperan, con la ventaja añadida de tres décadas de experiencia en el diseño de topologías circuitales sin compromiso apoyadas por mejoras drásticas en la tecnología de los componentes electrónicos –siempre discretos y siempre “solid state”-, el espíritu de los primeros amplificadores KSA y los venerados KAS y KAS 2. Dicha gama responde al nombre de “Momentum” (“Impulso” en inglés), siendo el primer modelo de la misma que vio la luz la etapa de potencia Momentum Mono, que en su condición de producto verdaderamente excepcional protoniza el presente blog. 

 

 

Desde el punto de vista “filosófico”, puede decirse que con la serie Momentum (a la que también pertenecen una etapa de potencia estereofónica y un preamplificador, ambos igual de deslumbrantes que la Momentum Mono), conceptos revolucionarios en el ámbito de la amplificación de señales de audio se convierten en realidad gracias al uso de materiales innovadores y un diseño fresco y radical. A pesar de su impresionante potencia de salida y de un enfoque de diseño que en los aspectos más relevantes en términos de calidad sonora es eminentemente clásico, los amplificadores Momentum consumen menos de 1 vatio en vacío y son totalmente estables a las frecuencias altas incluso con cajas acústicas de impedancia extremadamente baja (esto ya no es tan nuevo en un producto diseñado por Dan D’Agostino). Están eficientemente refrigerados por disipadores términos de cobre equipados con conductos Venturi cuya belleza estética está a la altura de su función y, en sintonía con la obsesión de su creador por la perfección, cada detalle físico –desde los controles hasta los indicadores de potencia- establece una nueva referencia en calidad constructiva dentro del ámbito del High End.
 

 

 

 

 

 

Perfección atemporal

 

Una preciosidad, casi una joya. Es lo mínimo que se puede decir cuando uno toca –acaricia- la Momentum Mono. Perfección mecánica, originalidad estética –su original y sofisticado indicador analógico, imitación de la esfera de uno de los admirados, por Dan D’Agostino, relojes de pulsera Breguet, resulta inconfundible- rematada por una excepcional pureza de líneas y, en el interior, la última declinación del saber hacer de un genio de la electrónica aplicada a la reproducción de la música grabada. Un genio que considera que las cajas acústicas del mundo real son esencialmente imperfectas y por lo tanto que los amplificadores encargados de excitarlas deben ser capaces de lidiar con todas esas imperfecciones sin inmutarse.

 

Conclusión: se requiere una muy alta capacidad de entrega de corriente, dispositivos capaces de manejarla sin distorsión y una fuente de alimentación en consecuencia.Todo esto y mucho más forma parte del bagaje de esta exquisita y –por el poderío que exhibe a la hora de la verdad- sorprendentemente compacta etapa de potencia cuya ingeniería descansa sobre cuatro elementos clave: su innovador sistema de refrigeración, la excepcionalidad de los transistores que constituyen el corazón de su etapa de salida y la robustez y precisión de su construcción física y la audacia de su diseño externo. Todo ello en el contexto de una arquitectura cien por cien balanceada (sólo se dispone de una entrada XLR) ejecutada con el perfeccionismo y la pulcritud que caracterizan a Dan D’Agostino.

 

 

 

El sistema de refrigeración:

La Momentum Mono es la primera etapa de potencia que utiliza cobre en sus disipadores térmicos. Al ser la conductividad térmica del cobre un 91% superior que la del aluminio, la D’Agostino puede utilizar un disipador térmico mucho más pequeño. Por otro lado, y con el fin de incrementar la capacidad de evacuación de calorías, el sistema de disipación utiliza elementos basados en el efecto Venturi (un fluido en movimiento dentro de un conducto cerrado disminuye su presión al aumentar la velocidad después de pasar por una zona de sección menor; si en este punto del conducto se introduce el extremo de otro conducto, se produce una aspiración del fluido contenido en este segundo conducto) en vez de aletas dispuestos de tal modo que fuerzan la circulación desde la zona inferior del chasis a la superior.

 

Transistores de salida ultra-robustos:

Los 28 transistores de potencia que incorpora la sección de salida de la Momentum figuran entre los más rápidos actualmente disponibles en el mercado mundial. Trabajan con una frecuencia de conmutación de 69 MHz, lo que hace posible que la banda pasante de la D’Agostino sea extraordinariamente amplia. Cada transistor incluye dos elementos de sujeción de acero inoxidable con el fin de maximizar la transferencia de calor a los disipadores térmicos de cobre. Asimismo, un circuito RC (resistencia+condensador) conectado en la base de cada transistor asegura una elevada estabilidad del sistema incluso con frecuencias elevadas y cajas acústicas de baja impedancia. 

 

 

Calidad constructiva sin compromiso:

 

 

Cada Momentum Mono ha sido fabricada a mano y verificada individualmente en EE.UU. El chasis se obtiene a partir del mecanizado de un bloque de aluminio macizo que procura una total inmunidad tanto a las resonancias estructurales como a las interferencias electromagnéticas (EMI) y de radiofrecuencia (RFI). La placa de circuito impreso principal ha sido montada utilizando un esquema que resiste mucho mejor el calor que el empleado habitualmente en componentes de audio; además, el uso de dicho esquema también permite utilizar condensadores de mayor alta calidad. Por otro lado, todas las resistencias que hay en el interior de la D’Agostino son de película metálica con una tolerancia del 1%, a la vez que no hay ningún condensador en el trayecto recorrido por la señal de audio por cuanto se utiliza acoplo en continua desde la entrada a la salida.

¿Las cifras de la Momentum Mono? Poco permiten adivinar sobre el talento de esta excepcional máquina, lo que no quita que sean más que interesantes: potencia continua de 300 vatios sobre 8 ohmios, 600 vatios sobre 4 ohmios o 1.200 vatios sobre 2 ohmios (registros que reflejan una capacidad de entrega de corriente sencillamente perfecta y por tanto una flexibilidad absoluta para excitar cualquier caja acústica –por “difícil” que sea- disponible en el mercado), a la vez que la respuesta en frecuencia abarca desde 1 hasta 200.000 Hz (puntos de corte a -1 dB) y la ganancia es de 26’5 dB

 

 

 

 

¿El sonido? Cálido, preciso, espacioso y robusto: música en estado puro

 

Después de lo que acabamos de decir, es fácil afirmar que la Momentum Mono es una máquina fuera de serie. Pero es que la nueva joya de la corona de Dan D’Agostino hace realmente honor al significado literal de la palabra extraordinario: “fuera de lo ordinario”. Para empezar, sobre su empuje no hay ninguna duda: ya se trate de unas MAXX Series III o unas X-2 Alexandria Series 2 de Wilson Audio como de unas Sonus faber Aida, la sensación de fuerza ilimitada y a la vez controlada y progresiva de las Momentum Mono –a la manera de un motor V12 con un par de turbocompresores. Es indiscutible. Pero estas reflexiones también se podrían aplicar a otras –muy pocas- electrónicas de amplificación de potencia de estado sólido existentes en el mercado. ¿Dónde está, pues, la auténtica diferencia? En la calidez, la humanidad y, en el ámbito técnico, en la capacidad de desgranar con una precisión extrema las diferentes capas, y además en las tres direcciones del espacio, que caracterizan a una escena sonora verdaderamente bien estructurada, tanto si se trata de un trío de jazz como de una formación orquestal de calibre grueso como la Filarmónica de Berlín. Dicho de otro modo: las Momentum Mono consiguen recrear una presentación sonora holográfica de cualquier interpretación musical preservando su equilibrio armónico sea cual sea el nivel de volumen al que se lleve a cabo la escucha. En suma, música en estado puro con un toque de sofisticación y exclusividad que las hace terriblemente deseables. 

 

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