
Se trata de lo último de la mítica firma estadounidense Audio Research, la marca que, cuando el transistor estaba expulsando las válvulas de vacío del sector de la electrónica de consumo, decidió seguir apostando por ellas. Hablamos de unos dispositivos de musicalidad ampliamente contrastada, hasta el punto de que dicha apuesta permitió a Audio Research convertirse en uno de los nombres más celebrados de toda la historia del audio High End.
Compacto y continuador de la línea de modernización estética de la que desde hace más de una década hacen gala las realizaciones de la empresa fundada por el recordado William Z. Johnson, el I/50 es un elegante amplificador integrado estereofónico 100% a válvulas que se aprovecha de inteligentes astucias de ingeniería y de una fabricación absolutamente artesanal e individualizada para ofrecer un sonido extraordinariamente honesto por un precio más que razonable. Una electrónica que, en suma, permite acceder a las más altas esencias de lo que se conoce audio High End con la garantía del número uno indiscutible de su especialidad.
Válvulas de vacío y musicalidad: la clave se llama distorsión
A pesar de que en el universo de la reproducción musical de muy alta calidad todos los detalles, por pequeños que sean, importan, creemos que vale la pena insistir en el elemento fundamental que justifica la elección de una electrónica a válvulas: el distinto comportamiento de los dispositivos de vacío con respecto a sus homólogos “solid state” a la hora de tratar con la siempre inevitable distorsión, concretamente la distorsión armónica.
Dicha distorsión está íntimamente relacionada con el carácter no lineal de los componentes y equipos de audio, lo que significa que si, por ejemplo, en la entrada de nuestro sistema tenemos una señal con una frecuencia de 50 Hz, en la salida del mismo tendremos no sólo esa frecuencia de 50 Hz debidamente amplificada, sino también armónicos de la misma (múltiplos enteros, léase 100 Hz, 150 Hz, 200 Hz, etc) en una proporción que varía dependiendo de nuestro sistema.
Pues bien: se ha constatado que los armónicos de orden par (múltiplos 2, 4, 6 etc.) “gustan” a nuestro cerebro, aportando un sonido más sutil y “redondo”, mientras que los de orden impar (3, 5, 7, etc.) suelen traducirse en un sonido más agresivo desde el punto de vista tonal. Dejando aparte que en el momento de la grabación de un determinado álbum los ingenieros pueden aplicar de manera intencionada una determinada cantidad de distorsión para obtener un porcentaje de armónicos concreto, la estructura interna de las válvulas de vacío hace que éstas generen de modo natural una mayor cantidad de armónicos pares, mientras que los transistores hacen lo propio con los armónicos impares. Cierto que esta afirmación es susceptible de matizaciones, por cuanto la aparición de transistores más “amables” con la música por un lado y la influencia en el sonido final de los componentes pasivos que los acompañan por otro, hace, como bien sabemos, que haya electrónicas extraordinariamente musicales en ambos “bandos”.
Aún así, ello no quita que haya quienes prefieren el sonido de los diseños a válvulas, una preferencia que se plasma en la enorme oferta de amplificadores a válvulas actualmente disponible en el mercado mundial. Pero, como en todo, hay quienes hacen las cosas bien y quienes buscan la excelencia, grupo a este último al que sin duda pertenecen marcas como Audio Research y productos como el que protagoniza el presente Blog.
I/50: “Visualmente atractivo, musicalmente sublime”
Así presenta Audio Research a su última creación, el amplificador integrado estereofónico I/50, una electrónica de bello y llamativo aspecto que incorpora elementos conceptuales y tecnológicos inspirados en la sensacional Serie Reference de la firma de Minnesota. Pero hay más, ya que el I/50 es el primer producto de una serie totalmente nueva que ha sido desarrollada con el objetivo de llevar la escucha de música a un nivel de excelencia superior en un formato compacto y flexible a la vez que, para tal nivel, razonablemente asequible.
Fabricado íntegramente a mano, el I/50 destaca además por una arquitectura modular que permite la instalación de dos módulos dedicados de muy alta calidad, concretamente una etapa de fono con 42 dB de ganancia y un DAC. Particularmente significativo, en especial para tratarse de una electrónica integrada a válvulas, es el hecho de que, gracias a su elevada capacidad de entrega de corriente, los 50 vatios continuos por canal sobre 4/8 ohmios suministrados por el I/50 le permiten atacar con holgura una extensa variedad de cajas acústicas.Por lo demás, hay que señalar que el Audio Research ha sido pensado para que sea extremadamente fácil de usar, incorporando para ello tres controles en su panel superior: puesta en marcha, selección de la fuente de entrada y ajuste del nivel de volumen, a lo que hay que sumar una toma de auriculares volumen. Asimismo, dos LexieTubes® suministran información visual sobre la fuente de entrada y el nivel de volumen, a la vez que las válvulas empleadas (dos pares de válvulas de potencia 6550WE emparejadas y tres dobles triodos 6922) se sitúan delante de la cubierta perforada que protege al trío formado por el transformador de alimentación y los dos transformadores de salida.
La conectividad del I/50 se materializa en tres entradas de línea no balanceadas con conectores RCA (una de las cuales puede ser asignada para función paso todo), una entrada de línea balanceada con conectores XLR y terminales separados para cajas acústicas de 4 y 8 ohmios de impedancia. El nuevo Audio Research, del que cada unidad es evaluada individualmente por Warren Gehl, el reputado “sonic designer” de la firma estadounidense, se completa con una calidad constructiva a la altura de la reputación de la marca y varios acabados entre los que destaca el singularísimo Cerakote.
Un sonido líquido y pletórico de definición genuinamente Audio Research
Probamos el I/50 (con el módulo de fono opcional instalado) en compañía de un giradiscos Pro-Ject The Classic EVO (equipado para la ocasión con la fantástica cápsula de imán móvil Ortofon 2M Black LVB 250) y un reproductor de CD con conectividad a redes Primare CD35 Prisma, utilizándose como cajas acústicas una pareja de JBL L100 Classic sobre sus soportes de suelo dedicados y estando el conjunto cableado con Transparent Super de 5ª Generación.
Después de las preceptivas 2 horas de precalentamiento, el I/50 exhibe de inmediato una personalidad sonora arrolladora por la agilidad dinámica, la transparencia y la riqueza de su sonido, sacando lo mejor de sí de unas cajas acústicas a priori tendentes a favorecer el rock y el jazz hasta el punto de poseer una expresividad sobresaliente en la reproducción de todo tipo de grabaciones de música clásica, piezas orquestales de gran envergadura incluidas. Las voces son, como cabe esperar de la reputación de Audio Research, minuciosamente transcritas por el I/50, a la vez que la posibilidad que la L100 Classic brinda al usuario para realizar ajustes finos en el nivel de salida de los altavoces de medios y agudos, demuestra ser más que acertada para optimizar la curva tonal de determinados registros. También impresiona el nivel de silencio del módulo de fono opcional, digno de la tradición de Audio Research y que con sus 42 dB de ganancia hace que la escucha de discos de vinilo sea simplemente prodigiosa en términos de garra, capacidad de análisis y espaciosidad.