
Un conglomerado de detalles cuidadosamente concebido y brillantemente ejecutado: esto es lo que nos ofrece en primera instancia lo último de Astell&Kern en materia de reproductores portátiles de audio de alta resolución. Pero si investigamos debajo del capó, nos damos cuenta de inmediato de que ese calculado homenaje de la firma surcoreana al modelo que supuso el punto de partida hacia una posición de liderazgo indiscutible es, por encima de todo, una sensacional máquina de hacer música.
Porque el SA700 ofrece lo que sólo los productos verdaderamente bien diseñados son capaces de ofrecer: que el todo supere la suma de las partes, algo que esta cuidadísima puesta al día del primero modelo “Hi-Res” de la marca, el recordado AK120, logra con nota.
Audio portátil “Hi-Res” y musicalidad: parece fácil pero no lo es
La tecnología es fundamental, pero no lo es todo. En el ámbito del audio portátil, dando por supuesto que las particularidades inherentes a tal aplicación –ligereza, compacidad, robustez- son adecuadamente satisfechas, la obtención de una calidad sonora digna de tal nombre no depende únicamente del uso de componentes específicamente diseñados para ello. En concreto, hay que tener en cuenta el modo en que dichos componentes son seleccionados y configurados en el contexto de una circuitería que aspira a exhibir unos determinados registros en parámetros tan relevantes como la respuesta en frecuencia, la relación señal/ruido, la gama dinámica y la separación entre canales.
A ello hay que sumar la gestión de la citada circuitería y la compatibilidad con los formatos de archivo más significativos en materia de musicalidad, en especial si nuestra meta es ofrecer lo máximo en audio de alta resolución, léase una calidad si no similar, sí perfectamente comparable a la que se maneja en los estudios de grabación mejor equipados. Astell&Kern supo fusionar desde el primer momento este conglomerado de exigencias. Y lo hizo en una máquina, el AK120, cuyo lanzamiento al mercado supuso un antes y un después en lo que se podría llamar sin tapujos “High End portátil”, casi “de bolsillo”. Esto fue en el año 2012, una eternidad si consideramos la particular “línea temporal” de la alta tecnología, hasta el punto de que el último reto que se propusieron los ingenieros de Astell&Kern fue poner al día un producto harto carismático que continúa manteniendo intacto su atractivo: bienvenidos al SA700.
Tecnología digna de un estudio de grabación en la palma de la mano
Astell&Kern define el SA700 como una fusión perfecta de pasado y presente creada para rendir homenaje a su primer producto, cuyo punto de partida fue la siguiente pregunta: “¿Y si combináramos el punto de partida de nuestra marca y el presente?”
Y así nació un reproductor portátil de audio fruto de la combinación de, citamos palabras textuales de los ingenieros de la firma surcoreana, “las sensibilidades analógicas que perviven en nuestros corazones con una tecnología en audio que ha evolucionado de manera sustancial en los años transcurridos desde la comercialización de nuestro primer producto”. En este sentido es fundamental recordar que el AK120 fue en su momento un dispositivo absolutamente rompedor, al ser la primera realización de su clase equipada con dos convertidores D/A, una innovación que junto con soluciones circuitales igualmente innovadoras le permitió exhibir una claridad y una espaciosidad sonoras sin precedentes que todavía sigue cautivando a propios y extraños.
Con unas dimensiones que realzan su portabilidad, el SA700 es un reproductor portátil de audio “Hi-Res” cuya estética intencionadamente retro esconde soluciones tecnológicas altamente significativas. No cabe la menor duda de que la primera de ellas es el uso, pionero en un producto de su clase, de un par de convertidores D/A estereofónicos AK4492ECB de la firma japonesa AKM, un sofisticado componente con tecnología de 32 bits compatible 768 kHz que puede considerarse como una versión de bajo consumo del reputado AK4497EQ de la misma marca y por tanto más adecuado para un uso portátil.
Gestión avanzada y funcionalidad+usabilidad a la última
En combinación con un procesador de cuatro núcleos, un reloj maestro con muy bajo nivel de “jitter” y una electrónica de audio dedicada, el nuevo SA700 está en condiciones de reproducir con una precisión sin precedentes las que en el momento actual pueden considerarse como las codificaciones digitales de audio más exigentes, concretamente PCM hasta 32 bits/384 kHz y DSD nativa hasta DSD256 (frecuencia de muestreo de 11’2 MHz), a lo que se suma el soporte para la interesante MQA.
En lo que concierne a su aspecto externo, el SA700 parte de la celebrada estética del AK120, incorporando una elegante y versátil rueda de control de volumen que permite al usuario experimentar la evolución del inconfundible diseño analógico de Astell&Kern. Inspirados por los puentes colgantes, los rebordes de protección y la iluminación LED que hay alrededor de la mencionada rueda se combinan para crear una experiencia práctica y exclusiva.
Esto se debe a que el cometido de dicho LED va más allá de aportar un simple efecto visual por cuanto sirve de intuitivo indicador de información sobre el tema musical que está siendo reproducido y el correspondiente nivel de volumen. Así, dependiendo del número de bits de cuantificación del tema musical en cuestión, el mencionado LED se activará en diferentes colores –rojo, verde, azul y púrpura respectivamente- mientras que el pertinente nivel de volumen hará que la intensidad de los mismos varíe en un total de 150 valores posibles
El visualizador de funciones del SA700 se completa con una potente Interfaz Gráfica de Usuario (GUI) inspirada en la de los reproductores portátiles de primera generación de Astell&Kern que muestra los característicos colores rojo y naranja de la marca. Otro aspecto muy destacable del SA700 es su memoria interna de 128 GB ampliable en 1 TB adicional vía tarjeta microSD por cuanto permite almacenar una colección de música en alta resolución –y no digamos ya en calidad CD- de dimensiones considerables.
Una experiencia de escucha extraordinariamente placentera
Pese a su construcción íntegramente metálica, el SA700 pesa poco más de 300 gramos, a la vez que la configuración balanceada de su sección de salida analógica le permite exhibir una capacidad dinámica notabilísima, amén de registros demoledores en parámetros como la relación señal/ruido (123 dB a 1 kHz en modo balanceado) o la diafonía (-138 dB a 1 kHz en modo balanceado). Esto invita a probar con un amplio repertorio de modelos de auriculares, habiéndose elegido para la presente prueba los excepcionales B1 –de tipo intraaural y con cascos de acero inoxidable- de la japonesa Final, cuyos 13 ohmios de impedancia y 94 dB de sensibilidad dan realmente para mucho. La generosa compatibilidad del SA700 en lo que a formatos digitales de archivo se refiere -WAV, FLAC, WMA, MP3, OGG, APE, AAC, ALAC, AIFF, DFF, DSF y MQA- no quita que la mejor opción para explotar a fondo sus posibilidades sea la escucha de grabaciones en alta resolución descargadas de Internet.
Y la verdad es que el Astell&Kern no decepciona: para empezar, por la efectividad de su interfaz de usuario, que gracias a la potencia del procesador que lo gestiona todo apabulla incluso al más exigente, a la vez que la codificación de color de la tan elegante como práctica rueda de color resulta de lo más útil. Pero, por encima de todo, el SA700 cautiva por la naturalidad de su sonido, en el que un ruido de fondo y una dinámica capaces de competir con el mejor audio profesional constituye la antesala de una resolución soberbia. Una resolución que se complementa con una curva de respuesta en frecuencia subjetiva de libro de texto y una separación entre canales que dotan a la escucha en la intimidad de una espacialidad y una calidez que ya querrían para sí muchas fuentes digitales de sobremesa con pretensiones. Cierto que no se puede decir que el SA700 sea barato pero sí que su relación calidad precio es brutal.