Astell&Kern PD10
Astell&Kern PD10 a prueba
Fecha 27 Mayo 2025 Autor ada Tags Astell&Kern

Es innegable que cada vez que Astell&Kern lanza al mercado un nuevo lector digital de audio portátil, los entusiastas de la Alta Fidelidad móvil al máximo nivel están de celebración. Y no es para menos, porque la prestigiosa marca surcoreana, sin duda una de las empresas de su especialidad que menos tiempo ha tardado en situarse en la cúspide del audio High End, ha demostrado dominar magistralmente el arte de armonizar conceptos, tecnologías, materiales y diseño industrial para plasmarlos en dispositivos portátiles destinados a honrar a la “Hi-Res” digital “top”. Una “disciplina” que, recordémoslo, consigue nada menos que poner en nuestros bolsillos unas prestaciones que hasta hace pocos años eran exclusivas de los aficionados más pudientes, cuando no directamente los ingenieros de grabación profesionales.

Astell&Kern PD10

Con el protagonista del presente Blog, el flamante PD10, Astell&Kern aporta en primer lugar innovación en lo visual, al sustituir una de sus soluciones icónicas por otra “clásica”, pero, a la vez, igual de efectiva. No obstante, la característica que realmente le permite deslumbrar, es una ingeniería cuya sofisticación traslada a un universo de dimensiones extremadamente compactas algunas filosofías de diseño habituales en los componentes de sobremesa (fuentes, preamplificadores incluso amplificadores) de élite. ¿El resultado? Una personalidad sonora abrumadora en fuerza, riqueza y naturalidad.

 

Separar los trayectos de señal: un refinamiento inteligente que “suma” al sonido

Si algo tiene la búsqueda de la perfección en audio, es decir, la fiel “replicación” de la interpretación original, es que no hay límites para quienes apuestan por ella (salvo los impuestos por la tecnología del momento y/o el presupuesto disponible). En estas coordenadas, son numerosas las soluciones comúnmente aceptadas a la hora de llevar a buen puerto tan ambicioso objetivo. En el ámbito de las electrónicas, una de ellas es la separación física de las diferentes formas de onda que circulan por el interior de un determinado producto, a fin de concentrar el tratamiento de las mismas por circuitos especializados y en consecuencia que eviten tener que compartir contenidos que a menudo no tiene nada que ver entre ellos.

Astell&Kern PD10

Por ejemplo, las señales analógicas y las digitales son muy distintas en su naturaleza, a la vez que ambas son capaces de englobar necesidades claramente diferenciadas. Así, en el caso de las analógicas tenemos la alimentación (que además es posible desdoblar en función de los requerimientos de cada subsistema), el procesado de las de pequeña amplitud y la amplificación de potencia, mientras que en las digitales encontramos trenes de onda que van desde las que se introducen en los DAC’s hasta los que rigen la ejecución en el dominio del tiempo de esa compleja “orquesta” de números (unos y ceros lógicos) que las constituyen.

Astell&Kern PD10

Separar una por una las categorías mencionadas supone “complicar” sobremanera la concepción y ejecución del componente afectado, algo que no está al alcance de todos. Sin embargo, los beneficios de esta innegable apuesta por la excelencia se perciben de inmediato en el resultado final: menos ruido de fondo, separación entre canales y espaciosidad superiores, y, por supuesto, mayor capacidad de análisis y dinámica superior. 

 

 

PD10: ortodoxia audiófila radical para llevar la mejor “Hi-Res” en el bolsillo

Fue presentado en sociedad en Singapur a principios de abril en el marco del certamen especializado CanJam, y, sobra decirlo, es otra exhibición del talento de una compañía que ha sabido erigirse en líder mundial indiscutible dentro del competitivo sector de los reproductores de audio digital (DAP) portátiles. Ya a primera vista, el PD10 reafirma su espíritu rompedor gracias a una estética en la que sobresale un audaz enfoque de la icónica rueda de control de volumen de Astell&Kern, que ha sido sustituida por botones que contribuyen a crear un aspecto pulcro y minimalista.

Astell&Kern PD10

Pero esto sólo es la punta del iceberg de una dotación de avances tecnológicos sobresalientes, habiéndose “importado” el primero de ellos del actual dispositivo portátil de referencia de la firma asiática, el fabuloso A&ultima SP3000M: la completa separación de los trayectos de audio digitales y analógicas en la sofisticada configuración circuital HEXA, formada por cuatro convertidores D/A AK4498EX de la japonesa AKM y dos moduladores delta-sigma AK4191EQ de la misma marca y cuyo cometido es manejar los flujos digitales. Al respecto hay que saber que, por regla general, la inmensa mayoría de reproductores digitales procesan las formas de onda digitales y analógicas en el interior del DAC; por el contrario, en el PD10 el esquema HEXA reduce el ruido de la entrada digital entrante mediante el AK4191EQ, de modo que a continuación los AK4498EX manipulan las señales analógicas por separado. La segunda innovación clave la encontramos en el uso de circuitos independientes para las salidas analógicas no balanceadas y balanceadas, que logra suprimir las limitaciones en el contenido enviado por el DAC inherentes a los DAP’s convencionales.

Leak Sandwich 250

Asimismo, con el objetivo de satisfacer los diversos entornos de escucha de los usuarios, el PD10 está equipado con dos amplificadores distintos, en cuya concepción se ha tomado en consideración la impedancia media de los diferentes tipos de auriculares. En concreto, la opción Normal Gain AMP (impedancias hasta 32 ohmios) concede la máxima prioridad a las sutilezas tímbricas y la restitución fiel del registro original, mientras que la High Gain AMP (impedancias superiores a 32 ohmios) sobresale a la hora de manejar mensajes sonoros particularmente complejos y dinámicos, realzando la vitalidad, la claridad y la inmersividad. El óptimo aprovechamiento de estas capacidades es garantizado por la función Smart Gain, que faculta al Astell&Kern para comprobar instantáneamente la impedancia de los auriculares que le son conectados y establecer automáticamente el modo de amplificación apropiado.

Astell&Kern PD10

Otra característica distintiva del PD10 es la elegante y práctica base de aluminio que lo acompaña, que ejerce simultáneamente de puerto de carga y centro de distribución, gracias a una dotación de tomas entre las que figuran una entrada digital USB y salidas analógicas balanceadas con XLR. Finalmente, destaquemos la presencia de una memoria interna de 256 GB (expandible en otros 2 TB vía tarjeta microSD), una generosa pantalla de visualización de en alta definición, conectividad inalámbrica Bluetooth 5.3 compatible aptX HD, LHDC y LDAC, la útil función de equilibrado del nivel de volumen ReplayGain, el ajuste de espacialización Crossfeed y la homologacióin Roon Ready, sin dejar de lado una construcción de calidad excepcional protagonizada por el acero inoxidable y el vidrio. En cuanto a compatibilidad con archivos digitales, se dispone de soporte para contenidos PCM hasta 32 bits/768 kHz y DSD hasta DSD512.

 

Escena sonora 3D y musicalidad de estudio de grabación

Probamos el PD10 con los sensacionales auriculares intraaurales A8000 de Final, y, en paralelo, en un equipo estereofónico formado por un amplificador integrado estereofónico HiFi ROSE RA280 y una pareja de cajas acústicas Leak Sandwich 250 montadas en soportes de suelo dedicados. El cableado, Van den Hul en su totalidad. Distinguidísimo se mire por donde se mire, el Astell&Kern impacta desde el primer instante por la precisión extrema de su restitución, en nuestra opinión literalmente comparable a la de un registro master.

Leak Sandwich 250

Es evidente que el altísimo grado de elaboración de su circuitería, en la que se ha separado todo lo que se puede separar en materia de trayectos de señal, es concluyente al respecto, reforzando en términos de percepción subjetiva del sonido unas especificaciones técnicas alucinantes. De hecho, nos atreveríamos a decir que con las grabaciones bien ejecutadas la sensación de perfección física de la escucha (léase ausencia de ruido de fondo, de limitaciones en la dinámica y de capacidad para restituir microinformaciones) es brutal. Unas virtudes que se complementan con una fluidez de funcionamiento igualmente estratosférica por cortesía de una gestión ultrapotente en términos de hardware (garantizada por un microprocesador de 8 núcleos) y de software.