
Una fuente digital portátil deslumbrante.
La inteligente política de “vasos comunicantes” de Astell & Kern está detrás de una máquina que fascina por la excepcionalidad de su relación calidad/precio: el reproductor portátil AK70.
Dotado del personalísimo diseño que ha convertido a las realizaciones de la reputada firma surcoreana en auténticos objetos de deseo, tanto para los amantes del sonido con mayúsculas, como para los entusiastas de los “juguetes” tecnológicos, el AK70 destaca por encima de todo por la seriedad de su planteamiento técnico. Un planteamiento que, gracias al uso de una ingeniería elaboradísima permite reproducir un amplio espectro de contenidos musicales con una calidad sonora que ya querrían para sí muchas fuentes de sobremesa varias veces más caras. Y todo ello por un precio francamente competitivo.
Tecnología propia y soluciones audiófilas clásicas.
Una simple visita al “stand” de Astell & Kern en el certamen High End de Munich permite comprender de inmediato el apabullante éxito de la marca entre audiófilos y melómanos exigentes por un lado y “geeks” del más diverso pelaje por otro. Porque, por un lado, el espectacular diseño de los distintos modelos no deja indiferente a nadie y, por otro, el perfeccionismo constructivo que lo acompaña hace que los reproductores digitales portátiles de Astell & Kern sean igual de deseables que, por ejemplo, los teléfonos móviles de más alta gama de Apple, Samsung, Huawei, LG o Sony.
Pero la cuadratura del círculo, la guinda del pastel y, para nosotros, el elemento que marca la diferencia, está en una ingeniería que da a la obtención de la máxima calidad sonora la más alta de las prioridades. Una ingeniería que además se filtra de los modelos de referencia –el AK380 se creó teniendo en mente las exigencias de los estudios de grabación- a los más accesibles, siendo el resultado una calidad sonora de base absolutamente deslumbrante en términos de dinámica, equilibrio tonal y transparencia. La verdad es que no sabemos cómo lo consiguen, pero los responsables de la puesta a punto de los Astell & Kern saben transmitir a sus realizaciones una personalidad sonora que se sitúa a años luz de la ofrecida por la inmensa mayoría de sus competidores directos.
Sí, cierto es que el antes mencionado AK380 no es apto para todos los bolsillos, pero igual de cierto es que todos y cada uno de los modelos que hay detrás albergan en su interior una parte nada desdeñable de su ADN. Si a todo ello le añadimos los muy inteligentemente pensados accesorios concebidos por la propia Astell & Kern para expandir las opciones de funcionalidad de sus reproductores digitales, resulta fácil entender por qué no pocos amantes del sonido absoluto contemplan la opción “AK” para constituir incluso la fuente principal de su equipo… y además con el añadido de que se la pueden llevar puesta a donde les plazca. Y así llegamos al elegante, sofisticado y extremadamente compacto AK70, situado entre el modelo básico de Astell & Kern, el celebrado AK Jr., y el AK300. Con un diseño menos radical, aunque igual de atractivo, que el de los modelos superiores de la firma surcoreana, el AK70 incorpora un robusto cuerpo de aluminio irreprochablemente mecanizado en el que destacan la característica rueda de control de volumen lateral y la ranura de carga para una tarjeta micro-SD, destinada a expandir en 128 GB extra la memoria interna de 64 GB.
Todo ello se complementa con una espaciosa y muy bien organizada pantalla LCD táctil con resolución WVGA (480x800 píxeles) de 3’3” de diámetro, que permite al usuario controlar y personalizar en tiempo real los contenidos que está escuchando. Como es la norma en Astell & Kern, y a pesar del innegable atractivo físico de todos y cada uno de sus productos, es en el interior del AK70 donde se encuentra su principal elemento diferenciador, materializado en una tecnología electrónica que ya querrían para sí muchas fuentes digitales de altos vuelos de hace apenas unos pocos años. ¡Y que conste, queremos insistir en ello, que estamos hablando de un aparato que cuesta poco más de 600 euros! Para empezar, tenemos una sección de conversión D/A basada en uno de los reputados “chips” CS4398 de la firma estadounidense Cirrus Logic, que lo capacita para reproducir con calidad bit a bit grabaciones a 24 bits/192 kHz.
Para el caso de que dispongamos de grabaciones “hi-res” de nivel superior, el AK70 incluye un convertidor de frecuencias de muestreo vía DSP que convierte las señales PCM de 32 bits/384 kHz-352 kHz a 24 bits/192 kHz, mientras que las de tipo DSD (a 2’8 MHz o 5’6 MHz) son convertidas a PCM de 24 bits/176 kHz. Igual de importante de cara a la calidad sonora final es la circuitería asociada a los “chips” mencionados, que permiten al AK70 exhibir registros tan espectaculares como una curva de respuesta prácticamente perfecta (plana, sin pérdidas, puesto que se sitúa dentro de un margen de +/-0’55 dB) entre 10 y 70.000 Hz.
Cuenta a su vez con una diafonía de -130 dB (en modo balanceado; esta cifra indica una separación entre canales fastuosa) y una relación señal/ruido de 116 dB, sin olvidar una tasa de “jitter” de 50 picosegudos. Lo nunca visto en una fuente digital de este precio, ¡y además portátil! Otro apartado en el que el AK70 hará las delicias de los más exigentes es el de la conectividad, puesto que incorpora una salida analógica balanceada para conector de 2’5 mm y cuatro polos y una salida USB capaz de enviar tanto señales PCM con cuantificación hasta 384 kHz, como señales DSD nativas (hasta DSD128), en este caso utilizando el estándar DoP (“DSD over PCM”).
Asimismo, se dispone de una interesante funcionalidad USB-DAC, lo que permite al AK70 convertir, vía puerto USB, señales procedentes de un PC o Mac (hasta 24 bits/96 kHz) y reproducirlas por su salida de línea. Como componente digital de última generación que es, el AK70 está también generosamente dotado en materia de conectividad a redes, gracias a su funcionalidad AK Connect, que le permite interactuar con cualquier componente de Astell & Kern, a la vez que su compatibilidad con el protocolo de conexión inalámbrica DLNA v1.0 facilita el “streaming” desde un amplio espectro de dispositivos móviles, reproductores de música en red y ordenadores/unidades NAS. Asimismo, el AK70 es compatible con el formato MQS, así como con el CD-Ripper de Astell & Kern, lo que significa que el usuario tiene a su disposición una poderosa herramienta para digitalizar su colección de discos compactos.
Un sonido que impacta por su naturalidad y energía
Tanto si lo conectamos a un equipo de Alta Fidelidad tradicional como a unos auriculares, el AK70 exhibe una calidad sonora sencillamente impresionante. Hay que mirar en todo momento que estamos tratando con una fuente digital de última generación que no sólo nos podemos llevar con nosotros a donde nos plazca, sino que sus particularidades tecnológicas le permiten competir con un elevado número de modelos estacionarios.
Además, las opciones de expansión ofrecidas por Astell & Kern invitan a utilizarlo en ese doble papel de fuente portátil y estacionaria, sobre todo si en lo que concierne a contenidos digitales los soportes físicos han pasado a mejor vida.
Dicho lo anterior, del AK70, que escuchamos en compañía de los fantásticos auriculares intraaurales F4100 de Final, lo que deslumbra desde el principio es el excepcional nivel de silencio y la dinámica con que reproduce no ya grabaciones en “hi-res”, sino de “nivel CD” e incluso inferior. Todo ello, por descontado, sin olvidarse de una curva tonal que, como sugieren a priori las especificaciones suministradas por el fabricante, roza la perfección. Muy bien resuelto está asimismo un proceso que así de entrada puede asustar a más de un purista: la conversión de frecuencias de muestreo. Así, la escucha de grabaciones con muestreo a 384 kHz exhibe unos niveles de riqueza de matices perfectamente comparables a la versión “sin castrar” de las mismas, lo que realza todavía más el atractivo del AK70, que, insistimos, merece el rango de fuente digital de última generación con todas las de la ley. También nos gustan mucho las funcionalidades destinadas a personalizar el sonido, léase las opciones de ecualización, mucho más recomendables en aplicaciones portátiles que estacionarias.
A modo de conclusión, puede decirse algo tan simple como que el AK70 ofrece calidad Astell & Kern, con todo lo que ello comporta en funcionalidad y conectividad, a precio democrático. Una opción única para disfrutar nuestra música favorita cuando y donde nos apetezca y hacerlo con una calidad sonora inequívocamente High End.