Sólo una firma tan obsesionada con el perfeccionismo en ingeniería como Astell&Kern podía haber creado el ACRO CA1000T, un minisistema altamente polivalente (el usuario puede llevárselo consigo donde quiera o integrarlo en un conjunto de Alta Fidelidad tradicional) que pone en manos del aficionado exigente la tecnología más avanzada para sacar el máximo jugo a lo último en audio digital de alta resolución.
Todo ello en el contexto de una idea que figura en el ADN de la prestigiosa marca surcoreana: la búsqueda de un sonido extremadamente natural, léase en clave audiófila, acompañado por una fabricación con materiales de alta calidad. Pero el refinamiento exhibido por el ACRO CA1000T supera lo imaginable en un producto de su clase por cuanto quienes lo han puesto a punto lo han equipado con una arquitectura completamente balanceada que, además, incluye dos de los revolucionarios dobles “minitriodos” Nutube de KORG, a fin de incrementar la calidez tímbrica y llevar la mejor “Hi-Res” digital a nuevas cotas de excelencia.
Sonido “solid state” versus sonido válvulas: ¿por qué no disfrutar de los dos?
Es un debate siempre candente en audio doméstico y profesional: la dicotomía transistores/válvulas de vacío. Se ha hablado hasta la saciedad de las virtudes y defectos de cada uno de dichos dispositivos, no habiendo nunca un ganador claro, porque a la postre es la configuración de los mismos en una determinada circuitería lo que acaba marcando la diferencia. No obstante, sí se podría decir que si priorizamos la búsqueda del máximo realismo los de estado sólido son mejores en unos aspectos y sus homólogos de vacío lo son en otros. A grandes rasgos, recordemos el elemento diferenciador fundamental sin que por ello sea absolutamente determinante: la composición de la denominada distorsión armónica total.
Expliquémoslo brevemente: en principio, cuando se amplifica una forma de onda de, pongamos por ejemplo, 1.000 Hz, se debería obtener es una versión magnificada de la misma, léase “más grande”, con el fin de poder excitar con autoridad una caja acústica (o unos auriculares… depende del contexto). Sucede simplemente que los circuitos no son perfectos y, por lo tanto, amplifican esos 1.000 Hz y sus armónicos, de manera que al final tenemos los 1.000 Hz de marras acompañados, aunque con una magnitud mucho menor, por tonos de 2.000, 3.000, 4.000, 5.000 Hz… Z x 1.000 Hz. La presencia combinada de estas frecuencias no deseadas en la señal de 1.000 Hz amplificada se denomina distorsión armónica, cuyo valor en las actuales realizaciones en materia de Alta Fidelidad es muy bajo pero, aún así, puede afectar la calidad final.
Sin embargo, se ha demostrado que la composición de dicha distorsión armónica, o sea la amplitud de los diferentes armónicos, sí influye en el resultado final, al ser habitualmente los de orden par eminentemente “musicales” y los de orden impar ásperos/metálicos. Pues bien: en términos genéricos, los transistores tienden a priorizar la distorsión correspondiente a los armónicos impares, mientras que las válvulas hacen lo propio con sus homólogos pares… de ahí el entusiasmo que siguen despertando las válvulas de vacío pese a haber sido inventadas a principios del siglo XX. Pero hay que matizar que han igualado mucho la partida los avances técnicos, exhibiendo ahora mismo sus homólogos “solid state” una serie de virtudes que multiplican su interés.
ACRO CA1000T: un “híbrido” extraordinariamente refinado
Puesto que no hay límites, en el buen sentido de la expresión, a la hora de maximizar la naturalidad durante la reproducción de la música, parece lógico intentar aprovechar las ventajas de transistores y válvulas minimizando sus respectivos puntos débiles. Es el caso, por ejemplo, de la legendaria firma estadounidense McIntosh en el ámbito de la amplificación “tradicional” y que, en un alarde de virtuosismo técnico, nos propone la surcoreana Astell&Kern con su exquisito (el cuerpo está fabricado íntegramente en aluminio y su pantalla de visualización es abatible) ACRO CA1000T, sustituto del celebrado ACRO CA1000. Específicamente destinado a los audiófilos radicales, este audaz producto es el primero de su clase que incluye un esquema de amplificación de auriculares triple equipado con válvulas de vacío y el convertidor D/A más reciente de ESS Technology, junto a una extensa dotación de conexiones capaces de satisfacer las expectativas de usuarios que quieran vertebrar un conjunto de Alta Fidelidad al completo en torno al ACRO CA1000T.
Así, se dispone de salidas con conectores XLR y RCA, Wi-Fi y Bluetooth (5.0) para facilitar la conexión de fuentes externas y de cajas acústicas activas. Por su parte, la presencia del convertidor D/A antes mencionado contribuye a lograr una tridimensionalidad extraordinariamente transparente con modulación mejorada, a fin de reducir el consumo de energía y, a su vez, el ruido de fondo. En el ámbito de la compatibilidad con codificaciones digitales, el Astell&Kern puede trabajar con señales PCM hasta 32 bits/768 Hz, SD hasta DSD512 y MQA 16X, y, por vía inalámbrica, aptX-HD y LDAC, convirtiendo al ACRO CA1000T en una máquina extremadamente potente. Además, las compactas dimensiones del bloque de audio permiten el uso de una topología circuital rediseñada que influye directamente en la capacidad de análisis de microinformaciones y la profundidad de los graves.
Si hay una característica realmente llamativa de este soberbio minisitema es sin lugar a dudas la presencia de dos válvulas de vacío (dobles triodos) Nutube 6P1 de KORG y una configuración totalmente balanceada que separa los canales izquierdo y derecho con las mismas. Estos pequeños tubos se benefician de una Amplificación Triple con opción de seleccionar entre los modos Tube Amp, OP Amp o ambos y experimentar de esta manera tres “firmas” sonoras diferentes. Al igual que su predecesor, el ACRO CA1000T alberga en su interior la exclusiva y sofisticada TERATON ALPHA de Astell&Kern, que minimiza la distorsión incluso a niveles de salida extremadamente elevados, caso de los 15 Vrms correspondientes al Nivel de Ganancia superior.
Una transparencia y una riqueza armónica increíbles
Probamos el ACRO CA1000T con unos auriculares Dan Clark Audio Ether 2 y varios temas en “Hi-Res” almacenados en una tarjeta mini SD (hasta 1 TB adicional a los 256 GB de la memoria interna del Astell&Kern) y la verdad es que la naturalidad de su propuesta en términos de musicalidad nos parece sencillamente estratosférica. ¿Por qué? En nuestra opinión, por una confluencia de soluciones de ingeniería extraordinarias que verdaderamente “suman” en materia de capacidad de análisis de microdetalles, precisión tonal y gama dinámica, esta última fruto directo de un ruido de fondo reducidísimo.
Por otro lado, la monumental separación entre canales y el uso de una arquitectura balanceada al cien por cien (la diafonía es de ¡145 dB! a 1 kHz) consiguen que la escena sonora se expanda perceptiblemente fuera de los límites de nuestra cabeza, mientras que la potencia de amplificación disponible garantiza unos resultados impolutos incluso con auriculares “difíciles”. Y, por supuesto, no hay que olvidarse de la fluidez de funcionamiento, amén de la elegancia con la que se gestionan los distintos menús, aportada por la CPU de 4 núcleos que gobierna el ACRO CA1000T.