Se podría definir a la Lumina II como la consecuencia lógica del enorme éxito –comercial y de crítica- de su hermana pequeña, la espléndida Lumina, que vio la luz en 2020. En el ámbito de lo tangible, el segundo modelo de estantería de la gama Lumina puede definirse cómodamente como una versión ligeramente ampliada de su hermana pequeña (aunque también contundentemente, a tenor de los resultados que ofrece). Incluye para ello un transductor de medios/graves de idéntica configuración y diámetro algo mayor y, por supuesto, un recinto también más grande para que el mayor volumen de aire disponible haga justicia a las posibilidades del transductor en cuestión.
El resultado es una caja acústica de estantería cuya respuesta en frecuencia “objetiva”, es decir, medida en laboratorio, no está nada mal, pero su homóloga subjetiva, léase percibida, impresiona si tenemos en cuenta las compactas dimensiones del recinto. Por lo demás, la condición de la Lumina II como Sonus Faber con todas las de la ley, fabricación a mano en Italia incluida, y el hecho de que también haya sido diseñada para aplicaciones de Cine en Casa, la convierten en más que deseable.
Cajas acústicas de estantería: un concepto que no deja de seducir
El elemento clave de las cajas acústicas de estantería (a las que también se denomina monitores compactos) es que al poder colocarse tanto en una estantería como en un armario, un escritorio, un soporte de pie en una pared, permiten una integración óptima en todo tipo de espacios para satisfacer un extenso abanico de aplicaciones.
De dimensiones reducidas, aunque no siempre, estas cajas acústicas son capaces de reproducir toda la gama de frecuencias de la música más compleja, aunque en principio deben instalarse en una habitación de no más de 25 m²; de hecho, una pareja de cajas acústicas de estantería sonarán igual de bien en una estancia pequeña (en especial si las colocamos sobre soportes de suelo dedicados) que unas de suelo en una habitación de mayores dimensiones.
Sobra decir que tendremos que combinarlas con la amplificación adecuada, para lo que deberemos tener en cuenta parámetros como la sensibilidad, la impedancia y el rango de potencias de amplificación recomendado. Para conseguir un sonido en Alta Fidelidad digno de ese nombre a partir de cajas acústicas de estantería es imprescindible recurrir a fabricantes verdaderamente expertos en la materia y, por tanto, que busquen la excelencia sonora a la hora de reproducir música, lo que se conoce como musicalidad.
Esto lleva directamente a cajas acústicas que se distinguen por la originalidad de las soluciones técnicas que aportan y por la calidad de los componentes y materiales utilizados tanto en los altavoces como el filtro divisor de frecuencias y el recinto, lo que en función de la filosofía del fabricante puede tener una consecuencia muy interesante: la polivalencia música/cine.
Asimismo, está comúnmente aceptado que el uso de soportes de pared o, sobre todo, de suelo dedicados es más que recomendable para estabilizar las vibraciones del recinto y mejorar parámetros como la transparencia y la capacidad de focalización, lo que a su vez redunda en una mayor credibilidad de la escena sonora creada.
Una combinación de altavoces, recinto y filtro verdaderamente bien pensada
Sonus Faber cumple con holgura, de hecho con Matrícula de Honor, todos los requisitos que se acaban de apuntar para llevar a buen puerto la idea de lo que debe ser una caja acústica de estantería.
Y además lo hace independientemente del nivel de calidad que se busque, como demuestran, por ejemplo, los sensacionales modelos Guarneri Tradition y Electa Amator III en el ámbito del High End más exigente o las protagonistas del presente Blog: la novísima (fue lanzada el mercado el pasado mes de junio) Lumina II, hermana mayor de la espléndida Lumina I, sin duda uno de los mejores productos de su clase disponibles en el mercado mundial si nos atenemos a la relación calidad/precio.
Con una configuración bass-reflex de 2 vías/2 altavoces y fabricada íntegramente a mano en Italia, la Lumina II es conceptualmente idéntica a su hermana pequeña, de la que se diferencia por el mayor volumen de su recinto y el uso de un “midwoofer” con cono multifibra de 150 mm de diámetro, manteniendo un diseño compacto y versátil que resulta idóneo para facilitar la instalación en el interior de una librería, sobre una estantería o en un soporte de pie dedicado para reproducir tanto los dos canales de un sistema estereofónico tradicional como los canales de efectos de uno de Cine en Casa. El mencionado altavoz de medios/graves es completado por los icónicos tweeters de cúpula de seda de 29 mm revestida a mano D.A.D. (“Damped Apex Dome”), utilizados en la gama Sonetto de Sonus Faber, siendo el conjunto gestionado por un filtro divisor de frecuencias con curva de respuesta en amplitud y fase optimizada ejecutado con componentes de grado audiófilo y, como es norma en la firma italiana, afinado a oído.
Homogeneidad sonora deslumbrante para unos monitores compactos
Probamos las Lumina II con un conjunto formado por el amplificador integrado estereofónico M3si de Musical Fidelity, el reproductor de discos compactos M3scd de la misma marca y un giradiscos Pro-Ject Debut PRO con su cápsula de imán móvil (MM) dedicada, todo ello interconectado por Van den Hul. Hay que reconocer que Sonus Faber se ha empleado a fondo para que la curva de respuesta en frecuencia de las Lumina II, que sobre el papel abarca desde 55 hasta 24.000 Hz, impresione durante la escucha tanto con contenidos sobre soporte digital como analógico.
Como consecuencia de ello, nuestras pequeñas italianas aportan una elegante amplitud a la escena sonora que también se beneficia de una altura y una profundidad apreciables siempre y cuando se separen de las paredes y, como solemos recomendar, estén colocadas sobre soportes de suelo dedicados.
Así, la colocación de los instrumentos es muy precisa y los contornos de los mismos resultan fácilmente identificables, con ataques francos y un buen dominio de las extinciones de las notas. Las voces están bien centradas y la escena sonora es amplia y confortable, en especial si inclinamos las Lumina II ligeramente hacia la zona de escucha. Por otro lado, la evidente sinergia de las Sonus Faber con la electrónica de amplificación empleada logra que la restitución sonora en su conjunto esté rebosante de vida y mantenga en todo momento un punto de dulzura que convierte la escucha en tremendamente confortable.
