Hacía ya varios años que los entusiastas de Rotel estaban esperando un producto así: el RAS-5000, protagonista del presente Blog y primer amplificador integrado con streamer de la veterana marca japonesa. Una soberbia electrónica estereofónica que en un mismo chasis reúne un florido ramillete de “liturgia” audiófila tradicionalista y un “pack” de tecnología punta para que el aficionado exigente pueda disfrutar de contenidos procedentes de sus servicios de música online favoritos. En definitiva, una nueva aplicación del celebrado “Concepto de Diseño Equilibrado” de Rotel, en este caso al servicio de la “Hi-Res” de Internet, que ahora mismo es la fuente musical favorita no sólo de las generaciones jóvenes, sino también de muchos “veteranos” del audio High End.
Una filosofía que mantiene plenamente su vigencia, por cuanto elementos tan “clásicos” como la búsqueda del máximo nivel de silencio posible resultan especialmente atractivos en la actualidad debido a los requerimientos de la mencionada “Hi-Res”, si de verdad se desea disfrutar al 100% de las posibilidades brindadas por la misma en materia de capacidad de análisis de microinformaciones de bajo nivel y dinámica. A ello el RAS-5000 suma una estética personalísima que combina belleza y sentido práctico por cortesía de su generosa pantalla de visualización frontal.
El imprescindible nivel de silencio para que la “Hi-Res” haga honor a su nombre
Si echamos un vistazo a la ficha técnica de cualquier componente de audio que contenga circuitos electrónicos (la excepción serían las cajas acústicas tradicionales, es decir, no amplificadas) nos daremos cuenta de que hay un parámetro que no falta casi nunca: la relación señal/ruido, alias “signal-to-noise ratio” o, por sus siglas, SNR. Un parámetro que, por su propia esencia, es absolutamente fundamental, ya que si el nivel de silencio es bajo el sonido se “ensuciará”, a la vez que en el peor de los casos ello correrá paralelo con algo todavía peor: el enmascaramiento de informaciones de bajo nivel (tonales, espaciales) y la pertinente destrucción, por lo menos parcial, del mensaje sonoro reproducido.
Un ejemplo “de libro de texto” lo encontramos en el universo del vinilo, donde el manejo de señales de muy baja amplitud (particularmente en las cápsulas de bobina móvil de salida baja) hace que cualquier parásito generado bien por una mala conexión, bien por un mal diseño del producto o por ambas cosas, nos amargue literalmente la vida. Pero sucede lo mismo en audio digital (donde el ruido suele ser inferior y en consecuencia la relación señal/ruido superior) es determinante tener un marco muy silencioso, en especial si apostamos por la “Hi-Res”, donde la ingente cantidad de información manejada hace que se pueda perder una parte sustancial de la misma si los parásitos campan a sus anchas.
Además, hay que tener en cuenta que el acceso a Internet comporta el uso de numerosos “chips” altamente sofisticados que pueden aportar su granito de arena a esa limpieza/suciedad global a la que nos acabamos de referir, aunque por regla general la clave de una electrónica silenciosa reside en la calidad de su fuente de alimentación, léase en la concepción de la misma y en los elementos que la constituyen.
RAS-5000: poderoso y silencioso a partes iguales
No cabe ninguna duda de que, si hay una firma especializada en audio con mayúsculas que desde hace décadas está literalmente obsesionada con las bondades inherentes a un buen subsistema de alimentación, esa es la japonesa Rotel. Una filosofía que se refleja con autoridad inapelable en el primer amplificador integrado con streamer incorporado jamás comercializado por la marca, amén de protagonista del presente Blog: el distinguido e imponente RAS-5000. En sintonía con la “doctrina” de la veterana compañía nipona, nos encontramos en primer lugar con una circuitería de amplificación materializada en una arquitectura doble monofónica, organizada en torno a una opulenta fuente de alimentación lineal equipada con un transformador toroidal hecho a medida, que le permite entregar, en Clase AB, una potencia continua de 140 vatios por canal sobre 8 ohmios o de 220 vatios por canal sobre 4 ohmios, siempre con los dos canales excitados.
De dicha circuitería hay que subrayar que suministra una señal extremadamente silenciosa a los subsistemas y partes críticos y una elevada corriente a los transistores de salida, con la finalidad de proporcionar unos graves profundos y controlados con una fidelidad excepcional en línea con los preceptos del celebrado “Concepto de Diseño Equilibrado” de Rotel. El RAS-5000 incluye una toma HDMI eARC (Canal de Retorno de Audio mejorado) para reproducir el sonido de grabaciones audiovisuales y conectividad a redes ultramoderna, cuyo cometido es facilitar el acceso a fuentes online. Gracias a ello, el usuario podrá escuchar por streaming (vía AirPlay 2, Google Cast, Roon o Bluetooth aptX HD) su música favorita desde Spotify Connect, TIDAL Connect, Radio de Internet o cualquier otro servicio accesible desde su ordenador, tableta o dispositivo móvil.
Asimismo, el RAS-5000 ofrece un amplio repertorio de entradas para fuentes tradicionales, entre ellas digitales coaxial y óptica y analógicas RCA y PC-USB, esta última capaz de soportar archivos PCM, y descodificación MQA y MQA Studio nativa. Por otro lado, las grabaciones de música digital con resolución máxima 32 bits y 384 kHz son reproducidas con la máxima precisión, gracias al convertidor de digital a analógico premium (tecnología de 32 bits) ESS interno. Finalmente, recalquemos que el Rotel se completa con una sencilla pero elegante y potente interfaz de usuario que asegura un funcionamiento cómodo y fluido con amplias posibilidades de personalización.
La escucha: opulencia y calidez analógicas para disfrutar el audio de Internet
Conectamos, vía In-Akustik, el RAS-5000 a una pareja de cajas acústicas de suelo Aura 3 de la británica Wharfedale y la verdad es que el resultado nos impresiona por la fuerza que el Rotel imprime a nuestra selección de música. Salta a la vista que la parte analógica del aparato se podría asimilar perfectamente a un conjunto previo/etapa de altas prestaciones, por cuanto el “mix” de potencia y capacidad dinámica es sensacional.
Además, el cuidado extremo con que se ha desarrollado la fuente de alimentación hace que ese nivel de silencio obtenido permita la fiel restitución de los matices de los mejores registros en alta resolución de nuestros servicios de música online de referencia, es decir Qobuz y TIDAL. En consecuencia, tenemos graves firmes, medios equilibrados y agudos pletóricos de detalle, con el conjunto impolutamente definido en términos de precisión tonal y cuidadosamente dispuesto en una escena sonora que mantiene sin desfallecer las proporciones de un amplísimo elenco de formaciones musicales. En paralelo, el acceso a Internet es rápido y silencioso, poniendo la guinda en términos de usabilidad la espléndida pantalla de visualización frontal.
