Pro-Ject Audio Systems no sólo es el número mundial en giradiscos, sino que, consciente de su privilegiada posición, mantiene un compromiso con el disco de vinilo que va más allá de la mejora y ampliación constantes de una gama que lo abarca prácticamente todo, desde el “entry level” más popular hasta las realizaciones más elitistas. Un compromiso que comporta tanto la edición/reedición periódica de discos, como también el diseño de electrónicas encaminadas a lograr el pleno aprovechamiento de las posibilidades del mayor número de conjuntos giradiscos-brazo-cápsula posible respetando el “ethos” de la marca austriaca: concepción y ejecución audiófilas al mejor precio posible.
Las electrónicas en cuestión son los preamplificadores de fono, y el modelo que protagoniza el presente blog, el flamante Phono Box DS3 B, ejemplifica a la perfección el concepto de relación calidad/precio al máximo nivel, al ofrecer un conglomerado de funciones y prestaciones sin competencia entre las realizaciones de su clase y precio: topología circuital doble monofónica y balanceada, ejecución con componentes discretos de grado audiófilo y unas posibilidades de ajuste que cortan la respiración.
Preamplificación de fono y bajo ruido de fondo: un tándem imprescindible
Es bien sabido que desde el punto de vista estrictamente técnico el disco de vinilo es un formato muy limitado en términos de prestaciones, más aún si lo comparamos con el CD y no digamos ya con el SACD y la “Hi-Res” sin soporte físico más exigente. Cierto que la curva de respuesta en frecuencia es la correcta pese a estar manipulada (las diferentes curvas de ecualización que se aplican precisamente para compensar los defectos del soporte vinílico), pero el ruido de fondo y la dinámica son muy limitadas, amén que la influencia de un amplio espectro de interferencias internas y externas puede complicarlo todo aún más (¡y mucho en los casos más desfavorables!).
Aún así, si combinamos la condición analógica del disco de vinilo y una buena toma de sonido el resultado puede llegar a ser absolutamente espectacular en términos de humanidad sonora, es decir, de musicalidad. De ahí el resurgimiento y consolidación a escala planetaria de un soporte que en su momento se dio por muerto y la enorme cantidad de giradiscos, brazos de lectura y cápsulas fonocaptoras disponibles en el mercado. Pero llegada la hora de la verdad, hay un elemento crítico que hay que saber resolver: la adaptación a nuestro equipo de audio de la tan débil como sensible señal captada por la cápsula fonocaptora en el surco del vinilo con el fin de aprovechar todas las microinformaciones contenidas en aquélla. Tal adaptación comporta respetar de manera escrupulosa una serie de prioridades, siendo la primera de ellas el mantenimiento de la pureza de la señal captada por la cápsula, una señal cuya amplitud es 400 veces menor que la presente en la salida de un lector de discos ópticos o un streamer si nuestra cápsula es de imán móvil y 4.000 veces menos si es de bobina móvil.
Esto implica utilizar componentes de alta calidad (precisos y silenciosos a partes iguales) en topologías circuitales que minimicen el ruido por un lado y preserven la resolución de la música por otro. Asimismo, es fundamental disponer de elementos de ajuste que contribuyan a afinar la mencionada adaptación para cada cápsula concreta. Pues bien: de la gracia con que se armonice todo lo que acabamos de decir dependerá que nuestro lector de vinilos exhiba unos resultados óptimos. De ahí la importancia crítica del preamplificador o etapa de fono, responsable último de que la misión que acabamos de describir llegue a buen puerto.
Phono Box DS3 B: concepción inequívocamente High End y accesibilidad extrema
Es el preamplificador de fono más reciente de Pro-Ject Audio Systems, lo que ya de por sí es toda una garantía de que quienes lo han creado saben lo que se traen entre manos, puesto que no en vano son los primeros interesados en sacar todo el jugo posible a su amplísima gama de giradiscos. Discreto pero elegante en lo formal, el Phono Box DS3 B es un un preamplificador de fono que destaca por estar equipado con una etapa de ganancia completamente balanceada (de ahí la “B” de su nombre). No es el objetivo del presente blog entrar en los detalles técnicos de la topología circuital balanceada y la transmisión de señal asociada a la misma, pero su esencia es que por un lado contribuye a incrementar la amplitud de la señal musical y por otro cancelar el ruido, característica esta última de lo más interesante en el ámbito de la lectura de vinilos, como consecuencia de esa fragilidad de la señal generada por las cápsulas fonocaptoras a la que antes hacíamos referencia. Para ello, se utilizan dos cadenas de señal separadas y por lo tanto se necesita disponer de dos secciones de amplificación individuales, lo que hace que el número de componentes requeridos se multiplique por dos y, lógicamente, que el precio final se incremente.
Todo lo dicho nos lleva a la segunda característica fundamental de Phono Box DS3 B: una circuitería ejecutada exclusivamente con componentes discretos (individuales y no integrados en “chips”), con el fin de obtener un sonido lo más natural y dinámico posible. Doble mérito, pues, si tenemos en cuenta el precio al que es propuesto el producto que estamos analizando. Pero aquí no se termina todo, por cuanto el Phono Box DS3 B contiene una etapa RIAA, que es la encargada de procesar la señal procedente de la etapa de ganancia, de tipo pasivo y también ejecutada al 100% con componentes discretos. El uso de ecualización pasiva separada para cada una de las señales procedentes de la etapa de ganancia garantiza una superior adaptación de impedancias y una menor desviación con respecto a la curva RIAA ideal. Como consecuencia de su arquitectura interna, el nuevo Pro-Ject incluye salidas balanceadas (vía conectores XLR) que son generadas por una etapa dedicada, beneficiándose una vez más de la conexión simétrica, en este caso al preamplificador de línea o amplificador asociado. En lo que respeta a las salidas no balanceadas (vía conectores RCA), son tratadas por su propia etapa dedicada, que es alimentada directamente por la circuitería de ecualización RIAA.
Gracias a esta configuración, el usuario puede conectar simultáneamente dos giradiscos al Phono Box DS3 B con los pertinentes ajustes memorizados. En concreto, dichos ajustes son 6 para la ganancia (40, 45, 50, 55, 60 y 65 dB), 4 para la capacitancia de carga (50, 150, 300 y 400 pF) y de tipo continuamente variable (entre 10 y 1.000 ohmios, a lo que se añade un valor fijo de 47.000 ohmios para cápsulas MM) para la impedancia de carga, una dotación más que generosa que garantiza la perfecta adaptación de prácticamente cualquier cápsula fonocaptora disponible en el mercado. El nuevo Phono Box DS3 se completa con una construcción íntegramente metálica y una fuente de alimentación conmutada externa que puede ser mejorada opcionalmente mediante la adición de una de las refinadas fuentes de alimentación lineales DS2 de Pro-Ject. La verdad es que poco más se puede pedir, y menos aún para un producto “Made in Europe” al 100%.
Una versatilidad que se traduce en un altísimo grado de personalización del sonido
Para probar a fondo un previo de fono, nada como una cápsula de bobina móvil “clásica”, es decir, de baja salida. En nuestro caso, dicha cápsula es la MC Quintet Blue de Ortofon montada para la ocasión en el flamante giradiscos con salida balanceada X8 de Pro-Ject. Como amplificador utilizamos un modelo integrado estereofónico “100% analógico” (sin conectividad Prisma ni DAC) I25 de Primare y como cajas acústicas una pareja de Sonus Faber Lumina III. En cuanto al cableado, combinamos un Connect it E 5P XLR en fono con In-Akustik en cajas y línea. Los 0’5 mV de salida y la impedancia de carga recomendada superior a 20 ohmios de la MC Quintet dan para mucho en términos de ajuste fino con una electrónica tan completa como el Phono Box DS3 B, a la vez que el uso de una conexión balanceada sugiere un plus de definición y dinámica en el sonido final.
Y, en efecto, así es, sobre todo si probamos con diferentes valores de la ganancia hasta dar con el que ofrezca el compromiso idóneo de “caña” y silencio, que en este caso es 55 dB. La verdad es que el sonido nos parece enérgico y fluido a partes iguales, con una perfecta estructuración de las diferentes gamas de frecuencias y una capacidad de análisis de microinformaciones brutal sea cual sea el género musical tratado. La dinámica puede incluso “afinarse” actuando sobre el control de ganancia (la impedancia la dejamos finalmente en 100 ohmios), aunque en ese caso hay que procurar que el ruido de fondo en los pasajes básicos no aumente de manera perceptible. Por todo ello, no exageramos si decirnos que el Phono Box DS3 B es una verdadera joya audiófila a precio de saldo.
