Son pocas las empresas especializadas en audio de alta alcurnia que tratan la vertiente sonora de sus realizaciones destinadas al A/V con el mismo cariño que sus productos dedicados a la Alta Fidelidad tradicional, y por lo tanto estereofónica. No cabe ninguna duda de que la sueca Primare es una de ellas, gracias al uso combinado de soluciones de ingeniería exclusivas en el campo de la amplificación de potencia (tecnología UFPD 2, una variante de la Clase D) o la conectividad a redes (el celebrado ecosistema Prisma), todo ello en el contexto de un elegantísimo minimalismo conceptual y estético, que junto a la obsesión por el empleo de elementos premium garantiza la excepcionalidad en las prestaciones.
Esto se refleja espléndidamente en el amplificador integrado de A/V SPA25 Prisma, dotado de 9 canales de amplificación y 11 de procesado, “streamer” de última generación y corrección de salas Dirac Live, a la vez que homologado Roon Ready. Una preciosa electrónica cuyos atributos la han llevado a ganar uno de los codiciados premios otorgados anualmente por la veterana asociación de revistas especializadas EISA (“Expert Imaging and Sound Association”), concretamente el correspondiente al “Mejor Receptor de A/V 2023-2024” y que el jurado de la mencionada organización celebró con estas palabras: “Marcando un celebrado regreso al universo de los receptores de A/V, Primare ha creado un potente receptor de sonido envolvente multicanal, altamente inmersivo, que cautiva tanto en la reproducción de películas como de música.
Con un diseño de nueve canales basado en amplificación en Clase D Hypex de bajo consumo y compatible con la biamplificación de las cajas acústicas frontales, el SPA25 exhibe un sonido que mezcla una delicada suavidad con una rápida respuesta a los transitorios, unos graves contundentes y una escena sonora sin fisuras, estando el conjunto listo para ser reajustado por el software Dirac Live. Otras características, entre ellas la reconocida plataforma de streaming Hi-Res Prisma de Primare y una entrada USB DAC avanzada, satisfarán a los entusiastas de la estereofonía. Por último, la elegante estética y la extraordinaria calidad de fabricación del SPA25 garantizan que su aspecto sea tan bueno como su musicalidad.”
Electrónicas integradas de nivel audiófilo para A/V: un producto complejo
Tradicionalmente, los amplificadores integrados siempre han sido la solución de compromiso para quienes buscan prestaciones y andan faltos de espacio y/o presupuesto o sencillamente no aprecian para nada la complejidad formal de los sistemas formados por múltiples elementos. En el ámbito estereofónico, hace ya muchos años que la variante “audiófila asequible” de los productos en cuestión fue resuelta con éxito, por cortesia de los progresos de la técnica y los espectaculares avances en las economías de escala, que permiten maridar a la perfección calidad y cantidad. Y, por supuesto, quienes busquen excelsitud pura y dura en formato compacto siempre han tenido dónde elegir prácticamente desde los albores de la Alta Fidelidad, como bien se encargan de recordarnos marcas como la legendaria McIntosh. Sin embargo, con la música multicanal y el Cine en Casa la cosa se complica por varios motivos.
En primer lugar, hay que multiplicar el número de canales, que en los actuales tiempos del audio multidimensional o 3D deben ser 7 como mínimo, con lo que ello implica en espacio para los pertinentes circuitos y el subsistema que les suministra energía. En segundo lugar, hay que descodificar las diferentes bandas sonoras y, por supuesto, hacerlo con la precisión debida. Y en tercer lugar, necesitaremos una sección de vídeo a la altura de las exigencias del momento, que ahora mismo es la resolución 4K en imágenes animadas, aunque sin hacerle ascos a la 8K, al ser no pocos los dispositivos de visualización de imágenes avanzados que la contemplan.
Sobra decir que a lo dicho habrá que añadir una conectividad en consonancia, con las exigencias debidas al respecto, siendo la primera de ellas un ancho de banda acorde con las resoluciones mencionadas y una tecnología que certifique que el desfile de las imágenes sea totalmente fluido, es decir, sin interrupciones ni sacudidas. Aunar lo comentado en un único chasis exige un dominio de la ingeniería del que no todas las firmas especializadas pueden hacer gala, hasta el punto de que las que comercializan electrónicas integradas de A/V merecedoras del calificativo “audiófilo” son ahora mismo muy pocas. La sueca Primare es una de ellas y el modelo que protagoniza el presente Blog, el SPA25 Prisma, una excusa ideal para construir un equipo de Cine en Casa con prestaciones a la última que concentra un centro de control y amplificación concentrado en un mismo chasis.
Minimalismo escandinavo bien entendido a todos los niveles
Con sólo verlo, es fácil deducir que el SPA25 Prisma es un producto que combina la personalísima estética y la inmaculada fabricación de los diseños de Primare con una serie de refinamientos técnicos que lo convierten en una herramienta magnífica para poner a punto cines domésticos de muy altas prestaciones a partir de la comodidad del formato integrado. Incluye nueve canales de amplificación con una potencia de 100 vatios continuos para cada uno sobre 8 ohmios con dichos canales excitados simultáneamente, lo que le permite alimentar y gestionar sistemas de Cine en Casa con capacidad para restituir contenidos de sonido envolvente multidimensional.
Así, su sección de procesado (que puede manejar un máximo de 11 canales) es capaz de descodificar bandas sonoras codificadas en Dolby Atmos y DTS:X, sumándose a la misma el efectivo algoritmo de calibración de salas Dirac Live EQ. Por otro lado, las opciones de configuración de cajas acústicas disponibles hacen que el usuario pueda biamplificar los canales principales izquierdo y derecho, así como crear, mediante la adición de una etapa de potencia estereofónica, un conjunto de 11 canales extraordinariamente inmersivo. A ello hay que añadir la plena compatibilidad con señales de vídeo 4K HDR y con la exitosa conectividad a redes Prisma de Primare, que facilita un acceso y una escucha "top" de contenidos procedentes de Internet (PCM hasta 768 kHz y DSD hasta DSD256) y distribuirlos en las diferentes estancias de cualquier espacio doméstico.
Entre los detalles de ingeniería relevantes del Primare hay que señalar asimismo el uso, en la sección de amplificación de potencia, de la ampliamente contrastada UFPD2, una variante del modo de funcionamiento en Clase D puesta a punto por la firma sueca que ha recibido los máximos elogios por su sobresaliente musicalidad. Como corresponde a un producto de su clase, el SPA25 Prisma incorpora una conectividad muy generosa tanto en sonido (con 2 salidas para subwoofer) como en imagen (toma eARC incluida).
Una transparencia sonora extrema complementada por el punto justo de calidez
Probamos el Primare en una configuración 5.2.4, con los cinco canales “tradicionales” confiados a un conjunto de cajas acústicas de la gama Lumina de Sonus Faber (dos Lumina V para los canales principales, una Lumina C para el canal central y dos Lumina II para los efectos posteriores) y los cuatro canales “3D” a cargo de dos altavoces empotrables en techo Palladio PC-682, también de Sonus Faber, siendo las octavas inferiores reforzadas con dos subwoofers activos Gravis II de la misma marca. Como fuente audiovisual elegimos un lector de Blu-ray Disc 4K Reavon UBR-X200 y para la visualización el imponente videoproyector Sony VPL-XW5000ES, encargándose la alemana In-Akustik de la totalidad de las conexiones.
Impresiona desde el primer momento la elegancia natural del SPA25 Prisma, una elegancia que se traslada a su funcionamiento y, por encima de todo, a un sonido en el que la unión de transparencia y precisión tonal forman un “pack” que satisface de inmediato por su total ausencia de agresividad, incluso con grabaciones en las que la dinámica brutal “amenaza” con crear fatiga auditiva en momentos concretos. Se nota al respecto la limpieza extrema inherente a la topología de amplificación del Primare, que puede calificarse como genuinamente analógico pese a su carácter conmutado y que hace que las voces exhiban un realismo fantástico tanto en música como en cine. La guinda la pone la presentación espacial aportada por la calibración Diract Live EQ, que exige compromiso por parte del usuario pero “naturaliza” sensiblemente la escena sonora frontal. Si a ello le añadimos la finura del streaming Prisma, es fácil llegar a la conclusión de que estamos ante una máquina de relación calidad/precio sensacional pese a su condición (y vocación) inequívocamente elitista.
