Leyenda entre las leyendas del audio High End moderno gracias a la excelencia incontestable de sus pantallas acústicas basadas en paneles electrostáticos (los icónicos ESL), la estadounidense MartinLogan lleva ya varios años explorando con éxito dos universos en cierto modo “paralelos”; por un lado, el de las cajas acústicas que combinan varias tecnologías en lo que a altavoces se refiere, y, por otro, el de las basadas exclusivamente en transductores electrodinámicos. A la segunda categoría pertenecen las tres familias de subwoofers (Dynamo, Dynamo Foundation y Abyss), que la veterana empresa de Kansas ha lanzado recientemente al mercado, perteneciendo el modelo al que dedicamos el presente Blog a la más “lifestyle” de las mismas: la Abyss.
Decimos “lifestyle” por su innegable atractivo visual, fruto de las compactas dimensiones y la irreprochable terminación de su recinto, pero no hay que dejarse llevar por lo meramente estético. Y es que, sin ninguna duda, el Abyss 10, referencia superior de la citada gama y protagonista de las líneas que siguen, es un prodigio de ingeniería que armoniza brillantísimamente los elementos acústicos, electroacústicos, eléctricos, electrónicos y de software que permiten reproducir con una musicalidad extraordinaria las frecuencias inferiores del espectro de audio, tanto en aplicaciones de Alta Fidelidad como de Cine en Casa. Todo ello, insistimos, con un formato que encaja limpiamente en cualquier estancia y con el “plus” de un precio harto interesante.
Activo/pasivo: perfecto para maximizar los graves a partir de recintos compactos
Es bien sabido que para tener unos graves verdaderamente opulentos en lo cuantitativo y lo cualitativo, la “vía real” y segura al 100% en lo que a resultados se refiere consiste en aunar un buen “cajón” (alta rigidez, cero vibraciones) con un altavoz de grandes dimensiones y un amplificador lo suficientemente dotado para que el cono de aquél esté perfectamente “amarrado” en sus desplazamientos y, por lo tanto, exhiba profundidad, naturalidad sonora y control a partes iguales en el contexto de unos niveles de presión sonora realistas. El “problema” tiene lugar cuando se desea obtener lo anterior partiendo de un recinto de dimensiones reducidas y un precio de compra sustancialmente inferior.
¿La solución? “Jugar” con el conjunto formado por el sistema de carga del altavoz/altavoces empleado/s, la potencia del amplificador de ataque y la electronica encargada de gobernar este último. De los esquemas de carga disponibles, hay uno que, aún siendo oneroso desde el punto de vista económico, es particularmente apropiado a la hora de obtener graves y extremo grave a tamaño natural sin penalizar la precisión tonal: el denominado “activo/pasivo”. Expresado de manera resumida, lo que se hace es sustituir el conducto reflex de la tradicional configuración bass-reflex por un transductor pasivo (no excitado por ninguna señal eléctrica y en consecuencia desprovisto de motor magnético), que es impulsado por la onda posterior de su homólogo activo, expandiendo de este modo la respuesta en graves sin aumentar la distorsión.
Lógicamente, al tenerse que vencer la inercia presentada por el o los conos pasivos, se deberá disponer de potencia de amplificación en grado suficiente, aunque menos que en el caso de un subwoofer en suspensión acústica, donde es el aire presente en el interior del recinto el que se opone al movimiento en cuestión. En definitiva, estamos ante una solución decididamente elegante, aunque, claro, un altavoz extra (que se supone de calidad pese a su mayor simplicidad formal), siempre tendrá un precio superior al de un conducto bass-reflex y no digamos ya al de una masa de aire.
Abyss 10: una síntesis impoluta de concepción, diseño y tecnología
Precioso hasta el punto de ser francamente deseable, con dimensiones ultracompactas y dotado de tecnología de vanguardia, el Abyss 10 es un sofisticado subwoofer activo que ha sido concebido para exhibir prestaciones del máximo nivel en estereofonía clásica, sonido multicanal, Cine en Casa e instalaciones personalizadas. Incluye una plataforma DSP Vojtko a 500 Hz y aritmética de 64 bits e incorpora un espectacular amplificador MartinLogan Magnitude de 800 vatios continuos y 1.600 vatios de pico, características ambas que ya de por sí impresionan y vale la pena concretar un poco.
Así, en el caso del DSP, bautizado con el nombre del número uno en ingeniería (“Chief Audio Technologist” le llaman) de MartinLogan, hay que destacar la fenomenal potencia de cálculo que aporta, por cuanto permite gestionar en directo los parámetros críticos relacionados con las prestaciones del subwoofer, asegurando a la vez el pleno aprovechamiento de las formidables posibilidades del galardonado esquema de calibración Anthem Room Correction (ARC). En lo que concierne a la configuración acústica, consta de un altavoz activo con cono de aluminio de 254 mm (10”) y dos pasivos de idénticas características, dispuestos en los paneles laterales del recinto. Sobra decir que la energía suministrada por el antes citado Magnitude obra maravillas en un transductor, cuyo diseño mediante el avanzado concepto de análisis Klippel, facilita una adaptación excepcional en términos de sinergia. Con respecto al recinto, hay que puntualizar que es hermético (como suele ser la norma en las cajas acústicas que trabajan con la configuración activo/pasivo) y está construido en MDF de 2’54 mm de grosor con refuerzos adicionales del material empleado en el panel frontal, para proporcionar una definición y un impacto extremos en aplicaciones exigentes.
Del Abyss10 también hay que resaltar los pies anti-vibración integrados con el objetivo de mejorar la dinámica, reduciendo la transferencia de vibraciones a las salas contiguas. De generosa hay que calificar la conectividad disponible, con entradas LFE RCA y XLR, estereofónicas con conectores RCA y de nivel alto, a las que se suman una salida de subwoofer y un receptor/transmisor inalámbrico. El Abyss 10 se completa con la posibilidad de gestion vía app Subwoofer Control de MartinLogan y la compatibilidad, que antes avanzábamos, con el reputado y efectivo Anthem Room Correction (ARC), sin lugar a dudas uno de los mejores programas de calibración del mercado mundial.
Respuesta en frecuencia que “baja” hasta 22 Hz y calidez en perfecta simbiosis
Probamos el Abyss 10 en una configuración estereofónica formada por una pareja de monitores compactos 700 (montados sobre sus soportes de suelo dedicados) de la británica Mission, atacados por la versátil electrónica de audio Omnia de la británica Audiolab, estando el conjunto cableado con In-Akustik. Podíamos haber elegido unas cajas acústicas de dimensiones incluso inferiores, pero al efectuar las pruebas en una sala de dimensiones estándar (unos 25 metros cuadrados), creemos que el modelo elegido es idóneo para que el MartinLogan exprese su potencial sin cortapisas.
Recurriendo únicamente a los ajustes del subwoofer en sí, se llega rápidamente a la conclusión de que, pese a sus extremadamente reducidas (38 mm de ancho por 391 mm de alto y 380 mm de profundidad) dimensiones, el Abyss 10 no va “forzado” en absoluto, como consecuencia del férreo dominio ejercido sobre el altavoz activo por parte del amplificador que alberga y la gestión milimétrica del esquema de procesado digital de señal (DSP) que lo gobierna. De ahí la obtención de un sonido visceral totalmente libre de distorsión que convierte a las Mission 700 en poco menos que unas cajas acústicas de gama completa, al ser su integración con la MartinLogan poco menos que perfecta. Además, es posible activar simultáneamente varias conexiones y por tanto experimentar en función de la aplicación o el contenido reproducido, un detalle que incrementa adicionalmente el atractivo de un producto exclusivo pero asequible.
