Encarnación suprema del concepto de amplificador integrado como combinación de preamplificador y etapa de potencia en un único chasis, el Momentum MxV Integrated Amplifier de la estadounidense Dan D’Agostino Master Audio Systems es la consumación de un reto que en su momento parecía insuperable: mejorar las formidables prestaciones de su admirado predecesor, el Momentum Integrated Amplifier. En consecuencia, hablamos de tecnología, astucias de ingeniería (fuente de alimentación separada y arquitectura modular incluidas), materiales y componentes, pero también de realismo sonoro sin límites a partir del siempre más práctico y “asequible” formato integrado.
La esencia de esta hiperseductora propuesta es una tecnología llamada MxV, una expresión que en física designa la cantidad de movimiento o momento lineal, en inglés “momentum” y que en este caso hace referencia a la “familia” a la que pertenece, la ya emblemática Momentum, habiéndose añadido asimismo refinamientos de su exclusivísima gama Relentless. Bill McKiegan, presidente de la compañía estadounidense, resumió sus impresiones sobre esta sensacional máquina con las siguientes palabras: “Nuestro equipo de ingeniería ha tomado los beneficios inherentes de un diseño integrado y los ha elevado a un nuevo nivel de excelencia sonora. Hemos incorporado elementos circuitales clave del preamplificador Momentum HD, la etapa de potencia Momentum MxV y los modelos Relentless, siendo el resultado una experiencia de escucha que verdaderamente establece un nuevo estándar de excelencia en calidad sonora de un amplificador integrado.”
Amplificador integrado sin compromiso = separar audio y alimentación
Repitiendo lo que hemos dicho muchas veces en este mismo espacio, un amplificador integrado no es sino un preamplificador y una etapa de potencia que comparten el mismo chasis y el mismo subsistema de alimentación, con el fin de ahorrar espacio, componentes y, obviamente, dinero. Pero esto no significa necesariamente que debamos ahorrar en calidad sonora; de hecho, ni siquiera en términos cuantitativos, léase vatios de salida.
En realidad, no son pocos los creadores del ámbito del audio que se sienten muy cómodos con la configuracion integrada, por cuanto les permite controlar de un modo más directo, íntimo, los diferentes subsistemas, consiguiéndose un producto más “redondo”. Dicho esto, algunos se preguntarán cómo habría que obrar para poner a punto un amplificador integrado (nos referimos siempre a la versión estereofónica del mismo) que pueda llamarse sin reservas “de referencia absoluta”, sin compromiso o fuera de parámetros. De entrada la receta aplicar parece clara, léase la “estándar” en cualquier realización destinada a reproducir sonido: calidad de los elementos (activos y pasivos), calidad de los materiales, calidad de la ejecución física (mecánica y eléctrica) y registros deslumbrantes en los parámetros clave (respuesta en frecuencia, relación señal/ruido, distorsión armónica total, separación entre canales, factor de amortiguamiento), con el plus de una salida y una capacidad dinámica y de entrega de corriente suficientes a la hora de atacar con soltura cualquier caja acústica.
Pues bien: elevar esto a su máxima expresión supone agregar otro elemento a la ecuación, que no es otro que la completa segregación de los circuitos encargados de manejar las siempre sensibles fuentes de audio y los responsables de alimentarlos, es decir, de suministrarles la energía que requieren para funcionar correctamente. Esta separación se puede llevar a cabo colocando estratégicamente los bloques funcionales implicados y que en el límite de la exigencia, cuando el factor precio es decididamente secundario, se materializa en el uso de recintos independientes para cada uno de ellos.
La nueva frontera en amplificadores integrados estereofónicos transistorizados
En palabras de sus creadores, el Momentum MxV Integrated Amplifier de Dan D’Agostino Master Audio Systems es una soberbia electrónica integrada estereofónica capaz de ofrecer especificaciones de una excelsitud jamás alcanzada hasta la fecha en un aparato de su categoría. Combinando una sección de entrada importada del preamplificador Momentum HD Preamplifier y una etapa de salida inspirada en la etapa estereofónica Momentum MxV Amplifier (ambos firmados por la marca estadounidense) este sensacional aparato aspira a proporcionar las virtudes sonoras que caracterizan a la elitista Serie Momentum en un recinto compacto, cuya estructura modular configurable facilita la expansión de circuitería de base (destinada a señales de línea) con una para streaming digital y/o una de fono.
Fiel a la filosofía de la firma estadounidense presidida por el legendario Dan D’Agostino, cada sección está altamente especializada, con la dotación exacta en términos de fuente de alimentación, control y audio, lográndose de este modo que la versión “full” del Momentum MxV Integrated Amplifier se comporte como un único circuito desde la entrada a la salida. En sintonía con lo que se espera de la segunda generación (de ahí las siglas “MxV”) de un modelo ya de por sí extraordinariamente depurado, las innovaciones de que hace gala este formidable amplificador integrado son sustanciales. En primer lugar, tenemos una sección de salida que desafía las comedidas dimensiones del aparato y cuya columna vertebral es un transformador lineal ultrasilencioso de 2.000 VA, dotado de un imaginativo esquema de devanados que lo facultan para entregar una salida superior a la de uno convencional del mismo tamaño. Junto con un banco de condensadores de 60.000 uF, dicho transformador hace que Dan D’Agostino Master Audio Systems suministre en régimen continuo 2x250 vatios sobre 8 ohmios, 2x500 vatios sobre 4 ohmios o 2x1.000 vatios sobre 2 ohmios, unas cifras que aseguran la plena compatibilidad con cualquier caja acústica disponible en el mercado.
Asimismo, la electrónica interna filtra el ruido de radiofrecuencia (RF) procedente de la red eléctrica y compensa posibles formas de onda asimétricas y continuas presentes en la misma. Para lograr unas cifras tan ambiciosas, el Momentum MxV Integrated Amplifier requiere, en consonancia con lo comentado en el apartado anterior, el uso de dos chasis independientes, uno dedicado en exclusiva a la parte de audio y otro al subsistema de alimentación. Los dos chasis se interconectan a través de mecanismos especiales situados en los pies que soportan cada uno de los mismos, mientras que un conector de 30 patillas bañadas en oro capaz de soportar corrientes de 30 amperios elimina el cableado habitual en este tipo de aplicaciones y las posibles anomalías que pueden derivarse de ello.
Además, con esta singular construcción se aísla por completo, en lo físico y en lo mecánico, la música del bloque que contiene la fuente de alimentación. En cuanto a a la sección de preamplificación, está compuesta por un total de seis placas de circuito impreso, destacando entre las mismas una elaborada etapa de entrada basada en transistores FET idéntica a la empleada en el Momentum HD Preamplifier. Por otro lado, la inclusión de la nueva topología MxV de Dan D’Agostino Master Audio Systems y de transistores de potencia adicionales en la sección de salida (se dispone de un total de 28), consigue mejorar la eficiencia y reducir la disipación de calor, obteniéndose un sonido más rico, dinámico e introspectivo. Por su parte, el módulo de streaming digital opcional se basa en un esquema de nueva generación gestionado por una app dedicada (iOS D’Agostino DSM) compatible con señales PCM hasta 32 bits/192 kHz y DSD hasta DSD256. A su vez, el igualmente opcional bloque de fono es compatible con cápsulas de imán móvil (MM) y de bobina móvil (MC), disponiéndose para las segundas de una ganancia de 60 dB y varias opciones de ajuste de impedancia entre 100 ohmios y 47 kohmios.
Transparencia, empuje y finura de otra galaxia
Escuchamos el “pequeño” Dan D’Agostino en su versión básica, es decir, sin ninguno de los dos módulos opcionales instalados, en compañía de un reproductor de música en red RS150B de la surcoreana HiFi Rose y una pareja de cajas acústicas Wilson Audio Sasha V, estando el conjunto cableado con Transparent Reference de 6ª Generación.
Habiendo efectuado previamente los preceptivos ajustes en los subsistemas de altavoces superiores de las Sasha V encaminados a optimizar la respuesta en fase y con nuestro invitado debidamente “precalentado”, se reconoce de inmediato una fidelidad sonora superior gracias al impresionante cóctel de precisión tonal, garra y calidez extrema de la presentación obtenida. De hecho, si pusiéramos un velo que impidiera ver el Momentum MxV Integrated Amplifier dudamos que alguien fuese capaz de adivinar que tal torrente de emociones musicales magníficamente controladas procede de un amplificador integrado. Una vez más, Dan D’Agostino demuestra con insultante autoridad su condición de número uno en electrónicas “solid state” sin compromiso.
