
Solvencia sonora Marantz con alta flexibilidad digital
Miembro distinguido de la ya clásica gama de componentes separados Range de Marantz, el PM7005 destaca por combinar una sección analógica eminentemente audiófila con un DAC que dista mucho de ser un mero “plus” para atraer a usuarios de nueva generación. Estamos ante un amplificador integrado suficientemente dotado en términos de potencia y que incorpora soluciones técnicas contrastadas para hacernos partícipes de la esencia de Marantz: que la música importe. ¡Y al mejor precio!
Potencia y musicalidad para todos los bolsillos.
La combinación de amplificador integrado estereofónico y procesador digital de audio –alias DAC- se ha convertido en un reclamo inmejorable tanto para los aficionados de toda la vida que desean incorporar el nuevo audio digital a sus equipos de Alta Fidelidad, como para los melómanos de nuevo cuño. Sí, muchos “nativos digitales”, para los que reproducción musical de alta calidad es sinónimo de teléfono móvil inteligente/tableta y unos auriculares de tapón, está descubriendo que existe un universo de excelencia sonora que no se quieren perder. Pero para que accedan a dicho universo hay que ponérselo fácil, y ahí el concepto de amplificador integrado + DAC desempeña un papel crucial. No hay que olvidar que muchos de estos nativos digitales se iniciaron en la reproducción de la música grabada vía Internet+MP3, por lo que la calidad sonora que aporta un equipo estereofónico mínimamente bien configurado les parecerá poco menos que divina. Por lo tanto, las “armas” de un producto como el Marantz PM7005 son, de entrada, notables. Si a ello le añadimos lo que podríamos llamar “plus Marantz”, es decir, el hecho de que a su atractiva propuesta se le suma que está diseñado y construido por una compañía legendaria que posee un talento único para sacar el máximo jugo “musical” por el mejor precio posible, está claro que nos encontramos ante un producto que las tiene todas consigo para triunfar.
Luego también hay elementos a un nivel más purista en lo teórico, pero muy “realista” en lo práctico, que merecen la máxima atención, caso de lo que se conoce como capacidad dinámica o capacidad de entrega de corriente. ¿Por qué? Porque si un amplificador no es capaz de satisfacer con holgura, es decir, sin ahogarse y sin distorsión, una determinada demanda musical, entonces apaga y vámonos. Porque la música es vida y la vida, en Alta Fidelidad, es dinámica y resolución. De ahí la obsesión de Marantz por equipar a sus amplificadores integrados, incluso los más asequibles, con fuentes de alimentación que permitan resolver con éxito las demandas dinámicas más exigentes y sin perder en resolución ni riqueza armónica.

Una cualidad que, además, tiene otra implicación práctica: la capacidad para manejar sin problemas un extenso abanico de cajas acústicas y, por tanto, impedancias/sensibilidades que pueden variar mucho. Todo esto está en el haber del PM7005. Si, a su vez, tenemos a nuestra disposición una circuitería DAC de alto nivel –Marantz no contemplaría otra opción- parece lógico pensar que con este integrado los anhelos de realismo sonoro están garantizados.
Un diseño elaborado
que se aprovecha de la experiencia de Marantz
Una filosofía clave en las empresas de éxito dedicadas a la reproducción del sonido es su capacidad para trasladar a sus modelos más asequibles las potentes soluciones incorporadas en sus productos de referencia. Marantz lleva haciendo esto desde hace muchos años y el PM7005 lo ejemplifica a la perfección.
Todo ello con el añadido de esa estética que completa unas electrónicas que maridan magistralmente tradición e innovación. Y, por supuesto, una calidad constructiva que a la postre es sinónimo de longevidad, cualidad esta última cada vez más valorada por unos usuarios que quieren asegurarse de que no han tirado el dinero con su compra.
Entrando en los detalles técnicos, el PM7005 entrega 60 vatios continuos por canal sobre 8 ohmios, cifra que se convierte en 80 vatios continuos por canal sobre 4 ohmios, apoyado por una circuitería doble monofónica que, al minimizar las interferencias entre canales, garantiza una imagen sonora espaciosa y equilibrada. Como es norma en Marantz, el aparato incluye componentes de la más alta calidad rigurosamente seleccionados, cuando no hechos expresamente a medida.
Es el caso de los reputados módulos HDAM con topología de realimentación de corriente, convertidos en toda una seña de identidad de Marantz, y una fuente de alimentación de alta velocidad de respuesta con una notable capacidad de entrega de corriente. El PM7005 también incorpora los mismos terminales de conexión a cajas acústicas que el PM8005 para optimizar esta importante faceta de la conectividad. Como decíamos al principio de nuestra exposición, el PM7005 destaca también por su gran flexibilidad operativa, materializada en su versátil modo DAC.
En concreto, dicho modo DAC incluye entradas digitales en los formatos coaxial S/PDIF y óptico EIAJ-TosLink, así como un puerto USB-B. Esto significa que el usuario puede conectar directamente su ordenador al Marantz y beneficiarse del “chip” de conversión D/A CS4398 y de la etapa de salida equipada con un módulo HDAM-SA3 del mismo para obtener unas prestaciones sonoras de altísimo nivel.
En este caso, el PM7005 hace las funciones de tarjeta de sonido del ordenador y el puerto USB-B funciona en modo asíncrono y “bit-perfect” para soportar no sólo ficheros de audio codificados en 24 bits/192 kHz, sino también señales de alta resolución DSD de 2’8 MHz /(DSD64) y 5’6 MHz (DSD128).
Del PM7005, en este caso volviendo a su parte analógica, habría que destacar asimismo el modo “Analog Amp”, que permite desactivar por completo la sección digital del aparato para que los devotos del sonido analógico puro y duro –preferentemente discos de vinilo- puedan aprovecharse de los refinamientos técnicos más puristas incorporados en el mismo. En este sentido, que el preamplificador de fono incorporado en el Marantz utilice también la topología circuital de realimentación de corriente, refleja claramente la importancia que la marca concede a los detalles más directamente involucrados en la calidad sonora final.
Un sonido abierto y poderoso
En esta ocasión queremos comprobar la calidad sonora proporcionada por el PM7005, pero también su capacidad para atacar con holgura dos cajas acústicas diferentes pese a pertenecer ambas a una misma gama de un mismo fabricante. Las cajas en cuestión son el monitor compacto Revolution XT 6 y la columna Revolution XT 6F de la británica Tannoy. Como fuente digital utilizamos nuestro habitual Apple Mac Pro y como fuente analógica un giradiscos Pro-Ject Debut Carbon. Las conexiones, tanto en digital como en analógico, van den Hul en su totalidad. Cifras a retener de las XT 6: impedancia nominal de 8 ohmios, sensibilidad de 88 dB y potencia de amplificación recomendada entre 25 y 100 vatios. En cuanto a la XT 6F, impedancia nominal de 8 ohmios, sensibilidad de 89 dB y potencia de amplificación recomendada entre 25 y 120 vatios. En suma, dos diseños muy similares a nivel eléctrico.
Considerado como un todo, el equipo presentado guarda una gran coherencia formal que se traslada cómodamente al plano musical, tanto con los monitores compactos como con las columnas. La sinergia de las combinaciones se traduce en un hecho clave: el sonido posee una pureza que se sitúa a medio camino entre los efectismos de algunas propuestas exageradamente audiófilas, y la analiticidad sin límites, ni sentido del realismo que caracteriza a muchas combinaciones basadas en electrónicas de precio similar al PM7005, pero diseñadas con mucha menos gracia. Gracias ello, la música fluye de las cajas acústicas y punto. Nada de exageraciones ni salidas de tono. Escuchamos varias composiciones musicales de magnífica factura sonora vía DAC (descargas de alta resolución) y en vinilo y la verdad es que los dos sistemas nos parecen francos y ecuánimes hasta la médula, sin carencias importantes en ningún parámetro clave. Esto significa muy buena espacialidad, graves convincentes, extremo grave decente (sobre todo con las XT 6F) y resolución espléndida. El Marantz PM7005 es, además, sorprendentemente “musculoso”, con un chorro de sonido proyectado hacia el oyente sin que dé la impresión de trabajar forzado. A su vez, los talentos del nuevo sistema de altavoces coaxial Dual Concentric de las dos Tannoy obra maravillas a la hora de crear un espacio sonoro bien estructurado en salas de lo más normales. Como conclusión, de nuestra experiencia de escucha habría que decir que es el PM7005 otra exhibición de saber hacer de la “escudería Marantz”. Un producto que, por un precio muy competitivo, da sonido genuinamente High End, a la vez que resulta atractivo por igual a usuarios clásicos y modernos que valoren la excelencia sonora. Más información>>