Marantz PM6007 y CD6007 a prueba
Fecha 22 Octubre 2020 Autor ada Tags Marantz

Marantz ha convertido la mejora continuada de sus productos en poco menos que uno de sus pilares fundamentales, a la vez que en la clave de una relación calidad/precio que se supera a sí misma con cada nueva generación. Ahora le ha tocado el turno a sus electrónicas estereofónicas más asequibles en la forma del reproductor de discos compactos CD6007 y el amplificador integrado PM6007, dos realizaciones que corrigen y amplían las sorprendentes prestaciones de sus respectivos predecesores y brillan en su objetivo de poner la Alta Fidelidad digna de tal nombre al alcance de todo el mundo.

Como siempre, la receta es la habitual –e infalible- en Marantz: la introducción de mejoras en componentes y/o circuitos críticos, la incorporación de una funcionalidades de última generación y, sobre todo, el afinado de cada nuevo producto por un equipo de ingenieros altamente motivados que se esfuerzan por demostrar que “nuestra música favorita siempre suena mejor con un Marantz”.

 

“Entry level” con alma High End: el mérito de saber dónde invertir

Desde el punto de vista conceptual, hacer un componente de audio sin compromiso es relativamente “fácil” si el destinatario del mismo está dispuesto a pagar por ello. “Fácil” porque comprar los mejores ingredientes y pagar a los mejores ingenieros para que aprovechen al máximo sus posibilidades en diseños optimizados no comporta el juego de equilibrios inherente a la exigencia de alta calidad final respetando un presupuesto limitado e inamovible. Dicho de otro modo: conseguir la mejor relación calidad/precio no es nada fácil, ni en productos de nivel básico ni en High End. De hecho, en el primer caso es todavía más complicado, porque si el condicionante de un precio bajo hace que el presupuesto disponible no se reparta adecuadamente, el resultado final será desastroso.

Si concentramos nuestra atención en la parte “electrónica” de un sistema de Alta Fidelidad, léase la fuente de sonido y el amplificador, la obtención de unas buenas prestaciones objetivas (lo que se mide en el laboratorio y figura en las especificaciones del producto) y subjetivas (la sensación de “amabilidad” que desprende el sonido, en suma lo que se conoce como musicalidad) implica resolver con elegancia el diseño y la ejecución de una serie de elementos clave. En primer lugar, la organización física de los componentes que tengamos, es decir la topología circuital, que deberá ser lo más eficiente posible en términos de reducción del ruido y las interferencias, lo que lleva directamente a la minimización del trayecto recorrido por la señal de audio. Lógicamente, esto hay que hacerlo para cada circuito de cada componente del equipo, desde la fuente de alimentación hasta las secciones de entrada y de salida en el caso de los amplificadores, y desde la fuente de alimentación hasta la conversión de digital a analógica y la sección analógica de salida en el caso de un reproductor de discos ópticos o un reproductor de música en red. 

El siguiente paso a dar consiste en que los elementos que figuran en las topologías mencionadas (los componentes de circuito propiamente dichos) sean los mejores posibles dentro de sus respectivos campos de aplicación: transformadores, condensadores, resistencias, diodos, bobinas, DAC’s e incluso las propias placas en las que están montados. Pues bien: sólo armonizando debidamente las variables mencionadas lograremos que nuestro amplificador integrado y nuestra fuente digital “suenen”. Muy pocas marcas consiguen este objetivo, y además en todos y cada uno de sus realizaciones, pero Marantz ha sido una de ellas de manera continuada y con el conjunto formado por el amplificador integrado estereofónico PM6007 y el reproductor de discos compactos CD6007 simplemente lo borda.

 

Dos productos afinados con el mismo rigor que la élite de Marantz

Parece una frase hecha, pero es la pura verdad: los 6007 son un ejemplo casi de manual de lo que acabamos de decir, gracias al uso inteligente de algunos de los elementos de ingeniería más icónicos de Marantz. En el caso del PM6007, nos encontramos ante una bella electrónica ejecutada con componentes rigurosamente seleccionados y equipada con una fuente de alimentación de alta corriente que combina un transformador toroidal de alta potencia y bajo ruido con condensadores de grandes dimensiones, que le permiten disponer en todo momento de una elevada reserva de energía.

El PM6007 también utiliza la clásica topología circuital de realimentación de corriente con módulos HDAM-SA3 de la marca para disponer de una banda pasante y una gama dinámica muy elevadas, características ambas fundamentales para preservar la profundidad del sonido y los detalles contenidos en cada grabación. En al ámbito de la conectividad, el PM6007 incluye 5 entradas analógicas (entre ellas una de fono para cápsulas de imán móvil) y 3 digitales (un coaxial y dos ópticas), a lo que se suma una salida para subwoofer. A todo ello hay que sumar una funcionalidad DAC protagonizada por un “chip” de conversión D/A con tecnología de 24 bits/192 kHz y compatible DSD hasta DSD128AK4490 de la firma japonesa AKM. Idéntica filosofía encontramos en el reproductor de discos compactos con funcionalidad USB-DAC CD6007, con una configuración circuital mejorada en la que figuran una fuente de alimentación sobredimensionada de bajo ruido con diodos de barrera Shottky de alta velocidad y alta corriente y condensadores un 120% más grandes que los del modelo precedente para mejorar la estabilidad y reducir el ruido de alterna incluso durante las sesiones de escucha más exigentes. 

A señalar asimismo que la componente de señal analógica del CD6007 es tratada por uno de los exclusivos módulos HDAM-SA2 de Marantz. El CD6007 también incluye un amplificador de auriculares con ajuste de ganancia independiente para facilitar la compatibilidad con un amplio repertorio de auriculares. En lo que respecta a la construcción mecánica, destaca la presencia de una placa inferior de doble capa y pies de alta rigidez para impedir que vibraciones no deseadas alcancen los mecanismos de alta precisión internos. En definitiva, tenemos un espléndido dúo que si es ofrecido al precio por el que es ofrecido se debe única y exclusivamente a la experiencia acumulada por Marantz durante 67 años de presencia ininterrumpida en la cúspide del audio.

 

Un sonido que combina exquisitamente autoridad y belleza

Los 45 vatios continuos por canal sobre 8 ohmios (60 sobre 4 ohmios) y la notable (para un producto de su clase y precio) capacidad de entrega de corriente del PM6007 permiten combinarlo sin reservas con un amplio repertorio de cajas acústicas. Para la presente prueba elegimos los espectaculares monitores de tres vías EVO4.3 de Wharfedale, habiendo sido cableado la totalidad del conjunto con In-Akustik.

Ágil, detallado y, sobre todo, muy natural: esta es la primera sensación que desprende el sonido del conjunto “6007”, y además no sólo con fuentes digitales, sino también con discos de vinilo. La estructuración de las escenas sonoras creadas impresiona por su altísimo nivel de realismo, de capacidad de convicción, una percepción a la que sin ninguna duda contribuye una gama dinámica particularmente lograda. Y es que el esmero puesto en el diseño de la fuente de alimentación del PM6007 tiene consecuencias directas en la capacidad para manejar con soltura párrafos musicales exigentes, a la vez que la exquisita neutralidad tonal tanto del CD6007 como de la sección DAC del propio PM6007 garantizan una reproducción de una honestidad espectacular.