
Pese a ser una marca que nos tiene acostumbrados a la introducción periódica de componentes destinados a permanecer en nuestra memoria durante largos años, Marantz sólo se reinventa a sí misma muy de vez en cuando. Y lo hace en la forma de productos que, precisamente debido a dicha excepcionalidad, establecen un punto de inflexión en la brillantísima trayectoria empresarial de la reputada firma nipona.
Uno de dichos productos es sin ninguna duda el amplificador integrado estereofónico MODEL 30, una bellísima –su diseño industrial dará que hablar- electrónica en la que los ingenieros de la compañía fundada en 1953 por el legendario Saul B. Marantz han concentrado una espléndida selección de tecnología clásica y puntera. ¿El objetivo? Como no podía ser de otro modo en Marantz, extraer todo el jugo de cualquier fuente de audio –ya sea digital o analógica- por un precio que, a la vista del producto en sí y los resultados que ofrece, nos parece simplemente abrumadora.
La elegancia de un preamplificador lineal y una etapa de potencia conmutada
Del mismo modo que si consideramos los dispositivos encargados de llevar a cabo la preamplificación y la amplificación de potencia tenemos amplificadores integrados cien por cien “solid state” (sólo transistores), cien por cien a válvulas (sólo válvulas de vacío) e híbridos (transistores/válvulas), también podríamos establecer una estructuración similar si el baremo de medida fuese el subsistema de alimentación utilizado en cada uno de los bloques mencionados. A grandes rasgos, y bajo la premisa de los productos que ahora mismo hay en el mercado, hablaríamos de amplificadores con fuentes de alimentación completamente separadas para sus secciones de preamplificación y salida, de tal modo que estuviesen basadas en “arquitecturas” diferentes.
Esto significa clásica/lineal por un lado y conmutada/a conmutación por otro. ¿Cuáles son las ventajas y los inconvenientes de cada principio de funcionamiento dando por sentado que hablamos de diseños ejecutados correctamente? En el caso de las sección de salida o amplificación de potencia, el uso de una fuente de alimentación conmutada está íntimamente conectado con la popular Clase D, técnicamente compleja pero altamente eficiente en términos de consumo de energía, y desde hace ya varios años con una musicalidad ampliamente reconocida. Por su parte, las fuentes de alimentación lineales son formalmente menos elegantes y consumen mucha más energía, pero al estar desprovistas de elementos técnicos susceptibles de influir en la calidad sonora exhiben una musicalidad superior. A ello hay que sumar una capacidad de manejo de corriente, por lo menos a medio/largo plazo, superior, motivo por el que sigue siendo utilizada por un amplio abanico de amplificadores y etapas de potencia de muy altas prestaciones/de referencia.
Un digno y estéticamente rompedor descendiente del fabuloso PM-10
Absolutamente precioso a la vez que impolutamente construido, el MODEL 30 es el centro de control y amplificación de la flamante Serie 30 de Marantz, a la que pertenece también el reproductor de SACD con conectividad a redes SACD 30n.
Antes de entrar en materia, es importante recalcar que los Serie 30 son los primeros productos firmados por la marca japonesa que incluyen un nuevo lenguaje de diseño industrial que celebra y moderniza elementos estéticos icónicos de modelos legendarios comercializados en las décadas de los 50’, 60’ y 70’ del siglo pasado. Desde el punto de vista técnico, lo primero que hay que decir del MODEL 30 es que es una electrónica cien por cien analógica, lo que significa que no alberga ningún tipo de funcionalidad digital. En lo que concierne a la topología circuital, lo que tenemos es un sistema formado por dos etapas separadas –preamplificación por un lado y amplificación de potencia por otro - con fuentes de alimentación independientes para cada una. La primera de dichas fuentes está equipada con un transformador toroidal sobredimensionado, que permite a la circuitería de preamplificación disponer de un suministro de energía extremadamente estable que no se ve afectada por las demandas de energía de la sección de amplificación de potencia.
Por su parte, la fuente de alimentación correspondiente a la etapa de potencia –a conmutación/Clase D vía módulos Hypex y fuertemente inspirada en la del PM-10- ha sido concebida para proporcionar de manera instantánea corrientes elevadas al amplificador a conmutación empleado. De este modo se asegura un control máximo sobre las cajas acústicas para que las mismas puedan reproducir sin pestañear incluso los ataques de graves más exigentes, proporcionando a la vez una alimentación ultralimpia para garantizar la perfecta reproducción de los detalles más sutiles. En este sentido, los 100 vatios continuos por canal a 8 ohmios y 200 vatios continuos por canal a 4 ohmios del Marantz hablan alto y claro sobre su capacidad de entrega de corriente.
Una sección de fono en línea con la de las leyendas del High End nipón
Pero si hay una innovación técnica del MODEL 30 que nos ha llamado verdaderamente la atención es la etapa de fono compatible con cápsulas de bobina móvil (MC) e imán móvil (MM) que combina el exclusivo circuito Marantz Musical Premium Phono EQ y módulos HDAM para obtener unas prestaciones excepcionales en la reproducción de discos de vinilo.
A ello hay que sumar un selector de la impedancia de entrada para cápsulas de bobina móvil con tres ajustes diferentes -MC LOW (33 ohmios), MC MID (100 ohmios) y MC HIGH (390 ohmios)- a fin de lograr una adaptación óptima independientemente de cuál sea el modelo utilizado. Los valores que acabamos de mencionar no son fruto de ningún capricho, sino que han sido cuidadosamente elegidos en función de las grandes “escuelas” actuales en lo que a diseño de cápsulas de bobina móvil se refiere, conectando de este modo con la de los amplificadores integrados más sobresalientes del High End japonés de las últimas décadas. De ahí los muy notables registros de la relación señal/ruido del MODEL 30, con 88 dB en MM y 75 dB en MC.
Un sonido delicioso en todos los sentidos
Probamos el MODEL 30 con un equipo formado por su reproductor digital a juego –el SACD 30n- y un giradiscos Pro-Ject The Classic con cápsula de bobina móvil Ortofon MC Cadenza Red (nivel de salida de 0’45 mV) en lo que respecta a las fuentes, utilizándose como cajas acústicas las Sonus Faber Olympica Nova II y habéndose confiado las diferentes conexiones a los increíbles cables con tecnología Micro Air de In-Akustik.
Una presentación verdaderamente holográfica de todo tipo de registros sonoros: esto es lo que nos ofrece el MODEL 30 gracias a la pulcritud de un diseño en el que se han cuidado hasta los detalles más significantes. Evidentemente, el uso de componentes de alta calidad y hechos a medida se hace notar en la forma de un nivel de silencio que sublima el concepto de audio “Hi-Res”, al permitir el afloramiento de una increíble paleta de matices armónicos manteniendo a la vez la contundencia del sonido sin que el incremento del nivel de volumen desequilibre la curva tonal subjetiva. De fastuosa hay que calificar la sección de fono del Marantz, que desgrana los detalles infinitesimales de la música preservando a a la vez intacta toda su humanidad. Esto hace que, pese a no ser un producto “democrático”, el MODEL 30 merezca ser considerado poco menos que una ganga en relación calidad/precio dentro del contexto del audio High End.