
Un “streamer” potente, distinguido, asequible y muy musical
Recientemente presentado en Mónaco, el Melody Stream, alias M-CR511, es la nueva edición de la apuesta permanente de Marantz por un tipo de producto que encaja como anillo al dedo en las aspiraciones de muchos aficionados ubicados en el universo del nuevo audio digital de la era de Internet. Rabiosamente “lifestyle” por vocación, pero reforzado con la impronta sonora de una marca para la que la música sigue siendo fundamental, el M-CR511 nos ha cautivado por su potente ingenuidad, plasmada en una operativa elegante en su simplicidad y la enormidad de su sonido.
Solvencia tecnológica, fascinación estética y simplicidad de uso
La era de los móviles y las tabletas en la que estamos inmersos, en definitiva, la era de la fusión entre telecomunicaciones, informática e Internet, ha dado origen a un nuevo tipo de consumidor de productos tecnológicos que busca calidad, en muchos casos también excelencia, pero con una condición innegociable: la alergia absoluta a las complicaciones formales. Este concepto abarca desde la usabilidad pura y dura del producto hasta exigencias como la conectividad inalámbrica. Y si además es posible marcar diferencias con una característica esencial como es la calidad sonora y la posibilidad de combinación con un amplio espectro de cajas acústicas, mejor que mejor.
Pues bien, esto es exactamente lo que nos brinda el Marantz Melody Stream, alias M-CR511, un producto que toma como punto de partida su ilustre predecesor de la propia gama Melody, combinando capacidad de conexión a redes, conectividad inalámbrica reforzada y una sección de amplificación genuinamente Marantz. Así, el M-CR511 soporta ahora Spotify Connect, así como un amplio número de otras características digitales multimedia y para “streaming”, entre ellas, la posibilidad de reproducir el contenido de bibliotecas de música almacenadas en unidades NAS (“Network Attached Storage”) o en un ordenador o facilitar el acceso a miles de emisoras de radio gratuitas disponibles en Internet. Todo ello, por supuesto, sin dejar de lado la tecnología AirPlay de Apple y la posibilidad de control desde un dispositivo portátil –sea iOS o Android- mediante la “app” Marantz Hi-Fi Remote. En su condición de producto integrado en la gama de componentes estereofónicos de Marantz, el Melody Stream está perfectamente equipado para reproducir los formatos digitales de alta resolución (hasta 24 bits/192 kHz) más populares del momento, entre ellos el ALAC, el WAV, el FLAC y el AIFF (aunque no el DSD). Del M-CR511 hay que destacar también otro elemento fundamental en términos de usuario y que no es otro que el hecho de haber sido diseñado teniendo muy en mente la facilidad de uso.
De ahí que incluya una práctica conexión Wi-Fi a la que se accede mediante una única pulsación, con el “plus” de que dicha conexión ha sido mejorada a la versión de alta velocidad 11n con el fin de disponer de un enlace más rápido y fiable, parámetros ambos fundamentales cuando se busca calidad sin cables. A ello hay que sumar la cada vez más demandada conexión Bluetooth con NFC, mientras que los dispositivos “i” de Apple pueden ser conectados mediante un puerto USB situado en el panel frontal. Mención especial merece la sección de amplificación del Melody Stream, que con una potencia de 60 vatios por canal destaca por incorporar una topología circuital que le permite lidiar con cajas acústicas de impedancia moderadamente baja (del orden de 4 ohmios), ofreciendo al usuario una flexibilidad definitivamente inusual -en sistemas de esta clase y precio- a la hora de seleccionar las cajas acústicas.
Puntualicemos: no hay que esperar la capacidad de entrega de corriente de las mejores electrónicas estereofónicas de Marantz, pero sí podemos asegurar que el M-CR511 ofrece, en este sentido, unas garantías que otras realizaciones comparables de la competencia sencillamente no se pueden permitir porque carecen de la experiencia de la marca japonesa al respecto. Ya para finalizar, destaquemos la belleza discreta y moderna del Melody Stream, con una nueva cubierta superior de metacrilato que proporciona un eficaz revestimiento anti-rasguños, así como la calidad de los terminales de conexión.
Rápido, simple y preciso
Para predicar con el ejemplo y demostrar con hechos la viabilidad de lo que acabamos de decir, combinamos el Melody Stream con una pareja de cajas acústicas Tannoy V1i, unos minimonitores que nos tienen robado el corazón desde el primer día y que constituyen una de las mejores opciones en materia de relación calidad/precio para “streamers” amplificados con aspiraciones reales de genuina fidelidad sonora. Por cierto: el enlace Marantz-Tannoy se lleva a cabo vía Van den Hul CS-122 Hybrid.
El M-CR511 no sólo es muy atractivo por fuera, sino también en su operativa, algo que sí constituye un innegable punto fuerte en un producto de esta categoría.
Evidentemente, como Marantz de pura cepa y última generación que es, su puesta a punto es muy clara y concisa, verdaderamente digna de un producto de la era de Internet. Una vez en marcha, lo primero que impacta del Marantz es la calidad y, casi contra pronóstico, la fuerza de su sonido, pese a la relativamente modesta potencia de salida anunciada por el fabricante. Y decimos contra pronóstico porque los 60 vatios por canal anunciados por el fabricante son a 6 ohmios y 1 kHz, lo que nos lleva a unos 40 vatios sobre 8 ohmios. Pero, claro, son “vatios Marantz” y, por lo tanto, generados con el concurso de un bloque de alimentación y una sección de salida diseñados con unos criterios de calidad enfocados hacia la musicalidad. La realidad es que el Melody Stream conduce las Tannoy V1i no sólo con una dignidad extrema, sino incluso con autoridad, siendo el resultado un sonido –en una sala asimilable a una sala de estar o un despacho- extremadamente limpio, equilibrado (sin metalizaciones) y con unos graves muy notables sea cual sea el soporte utilizado. Esto no quita que el M-CR511 sea un producto bastante selectivo a la hora de dar lo mejor de sí mismo, porque la diferencia que hay entre la reproducción de archivos FLAC de alta resolución (24 bits a 96/192 kHz) y la de sus homólogos comprimidos (aunque los AAC más cuidados suenan muy bien)........... Nuestra conclusión final es que el M-CR511 expande las opciones ofrecidas por su predecesor, un conservadurismo que se nos antoja de lo más sabio porque a la fiabilidad añadida de lo último en transmisión inalámbrica y un soporte expandido en términos de formatos de archivo se suma un sonido genuinamente Marantz que, en compañía de las Tannoy V1i, “se sale”. Más información >>